Comunicarse es sonreír, provocar la sonrisa. Mirar el mundo para entenderlo en toda su complejidad, solo con el sentido crítico, es una tarea tan ardua, tan imposible, que a veces nos ocupa toda la atención, la vista, el entendimiento, pero nos deja sordos para atender a lo mas cercano. Igual que nos lavamos los dientes y cambiamos el aceite del coche, a quienes tendemos a la sordera de lo próximo se nos debería haber enseñado, de pequeñitos, a practicar la higiene de la sonrisa cotidiana.
El peso del mundo no es soportable si no se reparte en porciones infinitesimales. La cosa parece fácil, bastaría con corregir el punto de mira y en vez de apuntar a cuestiones que no están a nuestro alcance consideradas en su totalidad, bajar la mirada a ras de tierra y fijarla en las demás personas que, como nosotros, están en el mundo sin ningún control sobre lo que allí sucede. Pero no resulta sencillo a quienes están ensimismados en la crítica permanente
Es posible que la actitud crítica sobre lo que se suele llamar 'las grandes cuestiones' abra los ojos a algunos, pero el precio que se paga por esa actitud de cuestionarse de manera permanente lo establecido y de reivindicar unas relaciones sociales mas equilibradas, conduce a un alejamiento de la realidad cotidiana, y en los casos mas agudos, a la pérdida de la sonrisa.
Tal vez, quienes insistimos una y otra vez en criticar un estado de cosas que nos parece reprobable, hemos olvidado la humildad socrática, que no sabemos nada, que quizás solo saben lo que en realidad sucede quienes fabrican esa realidad, y nosotros, los críticos, los opinantes, solo disponemos de unas alteradas versiones, de tercera o cuarta mano, que en modo alguno sirven para un ejercicio responsable de la crítica.
No digo yo que haya que renunciar a una cierta actitud crítica, menos en los tiempos que corren, pero quizás habría que hacer un esfuerzo para alcanzar un equilibrio entre los grandes temas abstractos, inalcanzables, y la cercanía de lo cotidiano, recuperando en ese proceso la sonrisa.
Ayer vi en una cabina telefónica la dirección de una página Web, 'ESTO SOLO LO ARREGLAMOS ENTRE TODOS.ORG.' He entrado en la página, he leído el manifiesto, y me ha parecido una buena iniciativa en la dirección de lograr una mayor cohesión social, en línea con lo que demandaba en la página del Blog 'NO ESTOY'.
Una contribución mas a esa iniciativa podría ser que los críticos, los opinantes, sin abandonar nuestra función higiénica, añadiéramos la calidez de la sonrisa, la cercanía de lo cotidiano, a unos contenidos que, demasiadas veces, se fijan en categorías abstractas, con una seriedad impropia de la auténtica comunicación, que consiste, entre otras cosas, en sonreír, en provocar la sonrisa, no en dar la sensación de que el mundo es un piélago de calamidades, en el que nos estamos hundiendo sin remedio.
Todo esto que digo puede parecer contradictorio, si atendemos al contenido crítico del Blog, pero es que yo soy, como todo el mundo, supongo, contradictorio. La contradicción de la contradicción puede conducir, en ocasiones, a la coherencia.
El peso del mundo es demasiado grande, hay que tratar de convertirlo en porciones muy pequeñas, para que cada uno pueda soportar la suya, sin perder la esperanza, la dignidad, ni la sonrisa.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 2-03-10.
No hay comentarios:
Publicar un comentario