sábado, 24 de diciembre de 2011

BUENAS NOCHES

He bajado a por el pan, al horno, no me gusta comprar el pan en cualquier sitio, mientras esperaba mi turno una mujer decía a la hornera, quiero uno, que no esté crudo, tostado pero no mucho, cuando la hornera le ha alargado la barra de pan, la mujer la ha contemplado dubitativa, porque su concepto de tostado, pero no mucho, era tan personal como las cien maneras distintas que tenemos aquí de pedir un café, largo, pero un poco corto, si pero no, en taza no, en vaso, pero largo.

Quiero decir que Rajoy lo tiene un poco crudo si quiere sacar, como dice, al país de la crisis, con una población tan poco uniforme, de gustos tan variados, un pueblo tan distinto del germano, que es tan disciplinado, que cuando tocó se pusieron como un solo hombre detrás del Führer y consiguieron invadir Polonia enseguida.

En cambio nosotros siempre hemos estado divididos por nuestra diversidad, que si Litri o Aparicio, Lagartijo o Frascuelo, Ordóñez o Dominguin, eso cuando los toros estaban de moda, y ahora medio país es del Barça y el otro medio del Real Madrid. Con la actitud ante la crisis pasa lo mismo, los alemanes se sacrificaron a tiempo y nosotros aún no sabemos a que carta quedarnos, si aceptar sacrificios, o tomar la Moncloa.

Es lo que pasa con la diversidad, es mas difícil de gobernar que la uniformidad, pero yo, la verdad, prefiero la diversidad, nos hace mas felices, si, o menos infelices.
(...)
Tomemos como ejemplo una situación objetiva de pobreza o soledad, en estos días obligadamente festivos. Son millones las personas que se podrían calificar, con criterios objetivos, de pobres o en soledad, pero la naturaleza humana es tan misteriosa y la nuestra, la de los españoles, tan personalmente variada y diversa, que es seguro que muchas de esas personas no se sienten solas, ni pobres, porque la soledad y la pobreza, además de una situación objetiva, son producto del dominio de los sentimientos, de las sensaciones. La soledad, por ejemplo, es un sentimiento que no depende
del número de personas que te acompañan o no. Hay personas muy acompañadas que siempre están íntimamente solas, y otras que aunque no lo están, no conocen ese sentimiento.

En cuanto a la pobreza, también es algo relativo, pues siempre puede haber alguien mas pobre que tu a tu alrededor, alguien que está en una auténtica situación de miseria y al mirarlo con conmiseración, a veces ignoras tu propia pobreza. Del mismo modo, entre los ricos, siempre hay alguien mas rico, que puede dejar en ridículo a otro que cree que lo es. Quiero decir que, en ocasiones, es mas importante como te sientes, que lo que crees ser.

Esta reflexión, aunque no lo parezca, tiene que ver con el cine. Una cadena de televisión por cable emite, desde el 24 hasta el 31 de diciembre un ciclo al que llama 'Noches Buenas' que me ha venido bien como pretexto en esta Noche Buena que se avecina, para felicitar a los usuarios del Blog. Para empezar no se porqué se le llama Noche Buena, si la co protagonista del suceso que se evoca, debió estar toda esa noche de parto, no termino de entender que se le llame así. Esa es una de las razones por las que, en años anteriores, he preferido felicitar a los usuarios un mes antes de Navidad.

Pero yo quería hablar de cine. Está bien que se programe un ciclo especial para las siete últimas noches del año, pero he consultado esa programación y aunque incluye películas importantes, 'Odisea del Espacio' y 'Alguien voló sobre el nido del cucú', observo muchas ausencias. Lo mejor del cine, ahora, es que lo puedes ver casi en cualquier parte. A diferencia de la época de la miseria y los piojos, allá por los primeros cincuenta, ahora puedes elegir verlo en una sala, en tu casa, o en cualquier otro sitio, por cualquier medio o soporte.

En los miserables y piojosos primeros años cincuenta, las salas de cine eran un refugio
para cobijarse de las inclemencias del invierno. Entonces yo tenía ocho años, no era consciente de la miseria --de los piojos si-- y ahora me parece maravilloso el placer
de cobijarse en una sala oscura y entregarse a la fantasía luminosa de la pantalla, llena de aventuras de piratas, de paisajes del fiero oeste, que a los niños de entonces nos hacía gritar de entusiasmo cuando la trompeta de la caballería abría la secuencia para masacrar a los indios. No teníamos el menor espíritu crítico y no podíamos entender, entonces, que lo que se nos mostraba en la pantalla era un auténtico genocidio. Eramos enteramente inocentes.

Ahora, perdida aquella inocencia, vemos el cine de otra manera, con una actitud mas crítica, pero algunos no hemos perdido ese sentido de la fascinación y seguimos acudiendo a las salas de cine. A veces, esa asistencia nos depara, otra vez, experiencias deliciosas, como me ocurrió el otro día al visionar una comedia de Pierre Étaix en la filmoteca valenciana, Le Grand Amour, una sátira sobre las relaciones de pareja, llena de golpes de fresco humor al estilo del cine mudo, que celebro no haberme perdido.

He recibido muchas satisfacciones del cine a lo largo de mi vida. Cuando frecuenté, de niño, los cines de barrio, en una época mísera, yo nunca fui consciente de aquella miseria. Recuerdo haber visto una película, en uno de aquellos proyectores domésticos tan primitivos, en un verano que pasé en un pequeño pueblo fuera de Heliópolis, proyectada por un vecino, se llamaba 'La Muerte del Duque de Guisa', un drama histórico en blanco y negro, del que nunca he vuelto a saber nada, una película, seguramente, imposible de encontrar en las filmotecas.

Cuando vi esa película, yo no sabía porque estaba allí, en aquel pueblo. Luego he sabido que estábamos allí para que una pariente próxima se recuperara de una dolencia pulmonar muy común en la época. Tuberculosis.

El cine tiene una virtud que otras distracciones no tienen, suele aislarnos del entorno, tiene la capacidad de encantarnos, maravillarnos, aliviarnos de las desgracias que, las
conozcamos o no, pueden estar al acecho a nuestro alrededor, y nos proporciona esa fugaz felicidad, tan necesaria para no sentirse solo ni pobre.

Por eso me parece una idea genial que una cadena de televisión por cable haya programado
no una sesión de Noche Buena, sino siete Noches Buenas, que aprovecho para felicitarles desde aquí.

En fin. Buenas Noches (y buena suerte)

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 24-12-11.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios