miércoles, 14 de diciembre de 2011

UN PAÍS

Hoy he ido a matricularme en periodismo a un centro municipal de enseñanza no reglada. Al parecer empezaremos, después de fiestas, con la Unión Europea. Esperemos que no le pase nada irreparable a la Unión Europea hasta entonces, porque llevamos unos meses de retraso en el inicio del curso a causa de la preñez, ya llevada a feliz término --una niña-- de la profesora, y solo faltaría que, después de quedarnos sin docente temporalmente, nos quedemos ahora sin tema.

Después, me he puesto a guisar unas carrilladas y mientras oigo sonar el pitido de la olla, me ocupo de la entrada de hoy. Una cosa breve, un papel muy viejo que he rescatado de la basura, no se si con buen o mal criterio. Lo pondré en Experimentos.
(...)

"En el país de las mujeres solo hace falta el tacto para entenderse. Ese lenguaje mudo, de las texturas, las asperezas, y de la suave seda, es la auténtica lengua de los utópicos, una forma de comunicación de alcance universal.

Yo fui ferviente ciudadano de ese país de espaldas, de pieles y cabellos, y al declinar las tardes saludo con respeto la bandera de esa patria, la mujer.

Y si cuando viajo muestro mi pasaporte, no todo el mundo entiende los sellos y visados
que tantos viajes al fondo de las mujeres han dejado en el.

En ese país mítico, solo hace falta el tacto para entenderse.

El tacto de la seda, de variadas texturas, que se alejan."

En fin. Un País. Pues eso.

(Después de terminar esta entrada he comprobado que las carrilladas se han pegado al fondo de la olla, aunque he podido salvarlas. Como decía mi abuela, no se puede estar en el plato y en las tajadas.)

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 14-12-11.

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