sábado, 10 de diciembre de 2011

COPA DAVIS

¿Hay algo igual de aburrido que tirarse cuatro horas en el sillón viendo a unos tíos jugar al tenis en la pantalla del televisor? ¿Tal vez, tirarse cuatro horas en el sillón viendo, el pre partido, el partido y el pos partido, en un encuentro de fútbol entre los dos mejores equipos del mundo? ¿Pasar la tarde viendo concursos en la televisión, en los que tu no participas?. No se. Lo que si tengo claro es que es mucho mas divertido pasar la tarde jugando al tenis, al fútbol, o participando como concursante en alguno de esos entretenimientos en los que, al principio, te ofrecen mucho dinero, y al final no te dan nada.

Con la política pasa algo parecido, es aburrido, además de peligroso para todos, estar solo de mirones mientras otros la practican, toman decisiones que nos afectan de modo directo, y de las que solo nos enteramos por la prensa, o la televisión, sin que participemos en el juego.
(...)

Ayer por la tarde, como mi mujer tiene un buen trancazo, cuando me propuso salir, la convencí para quedarnos en casa, me pareció mejor para su recuperación, así que tuvimos una sesión mas larga de lo habitual de espectadores pasivos, vimos algunos concursos, de esos en los que aprendes algo sobre lenguaje y esas cosas, pero al final tuve la sensación de que nos habíamos aburrido, porque no es igual participar activamente en un juego o deporte, que mirar como lo hacen otros.

En dos ocasiones he participado como jugador en partidos de fútbol, con equipos formados entre el personal de varias empresas. En una lo hice como portero, y recuerdo perfectamente como me divertí fingiendo una lesión, ya entonces afloraba mi futura afición por el teatro. En la otra, ensayé mi supuesto carisma para arrastrar a las masas, jugando primero en un equipo, luego en el contrario, en el mismo encuentro, y pude comprobar que mi presencia en uno u otro equipo, animando activamente a mis compañeros, obtenía resultados.

Desde entonces tengo claro que no es lo mismo estar en el césped, o la tierra, dando pelotazos para influir en el resultado del encuentro, que en la grada, mirando lo que otros hacen. En el campo de la política, como en el deporte, o en los concursos, somos multitud los que simplemente miramos y unos pocos los que meten los goles por nosotros.

Esa es la sensación que me queda, la del espectador pasivo e impotente, al contemplar a Merkel y Cameron a través del reflejo que de sus actitudes dan los medios de comunicación, en el partido que se está jugando en Europa.

La percepción que tengo de estos dos políticos, a los que no he elegido, y sin embargo tienen poder para condicionar el marco político, económico, social y financiero del país donde vivo, es la de dos tipos encerrados en una discoteca en llamas que tratan de salvarse por su cuenta, sin buscar donde están los extintores para reducir el fuego, pasando por encima de quien sea con tal de ponerse ellos a salvo. Una actitud que puede conducir a que ni siquiera ellos queden a salvo del siniestro, pus la gente a la que pisan en su huida precipitada es la que les ha de dar de comer una vez sofocado el incendio.

Ni Gran Bretaña, ni Alemania, tienen un futuro aceptable fuera del vínculo común que ha propiciado en las últimas dos décadas una etapa de prosperidad sin precedentes. Y sin embargo ahí los tienen, Cameron y Merkel, dando un espectáculo bochornoso de mirada estrecha hacia lo que se supone que son sus intereses nacionales, ignorando los del conjunto de Europa.

Merkel, con su insistencia en la austeridad y el déficit, y la ausencia de medidas de reactivación de las economías europeas, nos mete cada vez mas en el hoyo de la recesión, que al final alcanzará también a Alemania, desoyendo las advertencias de los economistas partidarios de una enérgica política anti cíclica.

Sarkozy, quien lo hubiera dicho, renunciando a la grandeur de la soberanía francesa, se convierte en cómplice de las políticas erróneas de Merkel y presiona para que se apliquen en los países del sur, mientras Cameron, ensaya un aislamiento del continente que, mas pronto que tarde, se revelará un gran error.

Nosotros, los espectadores, asistimos, absortos, a un planteamiento estratégico del partido que, desde fuera, se ve con nitidez que es un error de bulto, pero nada podemos hacer, nuestra voz, no se escucha fuera del ámbito doméstico.

Hay una parte de la población, mas activa, deseosa de participar en el partido, son los jóvenes indignados que han estado presentes en las calles cuando los acontecimientos de aquí lo han propiciado. Echo de menos su voz ahora que las decisiones de poderes no elegidos por nosotros están a punto de condicionar gravemente la política, la economía, la vida social de este país, reducido a un apéndice de los egoísmos nacionales que se manifiestan en Europa.

Participar, siempre es mas divertido que mirar. Hasta que no hagamos de la participación directa en la política un objetivo nacional, modificando las reglas obsoletas que nos dimos cuando no teníamos otras mejores, seremos meros espectadores de sillón. Otros se aprovecharán de esa pasividad.

Ya se que esto es mas fácil decirlo que hacerlo, pero si no seguimos discutiendo en el ágora lo que hay que cambiar, y como debe hacerse, nunca va a cambiar nada.

En fin. Copa Davis.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 10-12-11.

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