viernes, 27 de enero de 2012

EL PROFESOR DE DANZA

He bajado al Maravillas, ojeo el 'Levante' y compruebo que las firmas mas prestigiosas y profesionales de la prensa escrita están enmerdadas en lo mismo. No pienso hablar de quien ustedes saben. Me importa un huevo el desenlace del culebrón político local mas largo de nuestra historia reciente, comparable a 'Cuéntame como pasó' o 'Amar en tiempos revueltos', así que, este señor, el innombrable, por mi se puede ir todo lo lejos que pueda y, si no vuelve, mucho mejor para todos.

El aprecio del pueblo por este caballero lo vi reflejado ayer por la tarde, cuando cien mil manifestantes que expresaban su malestar, provocado por este sujeto a quien no nombro y sus colegas de partido, hicieron que me quedara bloqueado durante mas de una hora en la parada de un autobús que no llegaba. Adiós, señor, hasta nunca.

Renuncio a ese tema tan repetido, porque hoy me quiero ocupar de algo que me parece mas interesante, la danza, el ritmo, el tempo, la melodía.
(...)
Mi profesor de teatro, que tiene una sólida formación en la interpretación teatral y la música, para eso le enseñaron en la Escuela de Arte Dramático, no solo los secretos del arte de Talía, sino los fundamentos matemáticos de la música, nos inició ayer, en el Aula de Teatro, en los arcanos del ritmo, la melodía, el tempo, la armonía y demás conceptos teóricos del hecho musical, pero lo hizo de un modo eminentemente práctico. Puso un CD con música y nos dijo. Poned el oído atento, escuchad la percusión, el ritmo que suena por debajo de la melodía, y me tenéis que decir si lo que suena es un vals, una mazurca, y acompañarlo con el cuerpo.

Parece sencillo, pero solo una alumna descubrió que la percusión había sonado cinco veces seguidas, y que se trataba de una mazurca. La mayoría de los presentes, no percibió bien el ritmo que escuchaba, algo apagado por el sonido de los instrumentos que se superponía a la percusión, la ocultaba, por así decirlo, y mucho menos acertó si se trataba de un vals o de otra cosa.

Esta mañana, estaba practicando la caza del ritmo, escuchando una emisora que solo emite música, luego he bajado a por 'El País', no tengo costumbre de comprarlo los viernes, pero hoy he renunciado a asistir a la tertulia de los viernes, y he dado con una entrevista realizada por el director de ese periódico a De Guindos, el ministro de Economía, que me ha parecido interesante.

Hay un par de cosas que dice el ministro que merecen ser citadas, aunque antes conviene aclarar que De Guindos, quien representó en España los intereses de Lheman Brothers, el banco de inversión cuya quiebra destapó la crisis, también ha pasado por Goldman Sachs, un símbolo del poder financiero mundial.

En la página 19, cuando Moreno le pregunta por los recortes, vean lo que contesta el ministro: 'La austeridad presupuestaria (los recortes) no es una opción. Tenemos que avanzar (no será retroceder?) hacia allí. Países como España o Italia, con problemas de financiación, no tienen otra opción. Pero el ajuste se tiene que hacer a un ritmo adecuado'.

Es raro que un ministro de Economía, una ciencia social cuya esencia es la elección entre soluciones alternativas, defienda una única solución a un problema. No es creíble. El concepto económico de segundo óptimo indica que siempre hay mas de una solución a un problema, otra cosa es cual se elige, pero decir que solo existe una solución única es, en esencia, falso. No citaré los nombres de economistas de prestigio internacional que proponen soluciones alternativas a las políticas públicas en Europa, por no repetirme.

Además de la falsedad determinista de que solo existe una dirección única para los políticas europeas, me ha interesado lo que dice De Guindos, sobre el ritmo de los ajustes.
Me interesa el concepto de ritmo porque, por debajo de la música de esta entrevista, aguzando el oído, oigo el bastón de la dama alemana que marca con sus golpes el ritmo de toda la política europea de los últimos años.

Es cierto que Alemania realizó unos ajustes que la sitúan en una posición de privilegio en medio del marasmo financiero de los países del sur de Europa. Eso fue hace diez años, en un entorno económico distinto. Pretender que los países del sur hagan lo mismo, precisamente ahora, en una situación distinta, de recesión extendida, es ignorar algo esencial, que cualquier estudiante de economía sabe, que no se puede ignorar al analizar una situación económica, 'el marco de referencia'. No se pueden trasplantar, sin mas, medidas económicas que se demostraron útiles hace diez años a la actual situación, y mucho menos, imprimirles un ritmo que tiene un coste social incomparablemente mayor al de entonces, agravando, de paso, una situación cada día mas insostenible.

No. No es cierto que hay una única solución. El ritmo que la dama alemana marca con su bastón, tampoco se corresponde con la melodía que ahora suena.

Pero lo mas sabroso de cuanto dice De Guindos en su entrevista está en los últimos párrafos. 'Necesitamos un sistema financiero que dé crédito, lo que requiere transparencia, saneamiento de activos dañados, una nueva ronda de consolidación, y mucho mejor gobierno corporativo'.

Tremendo, ¿no?. De lo dicho por De Guindos, se desprende que tenemos un sistema financiero que no da crédito, que no es transparente, que tiene activos dañados, cuyo gobierno corporativo es una mierda, y necesita nuevas fusiones.

He aquí una auténtica prioridad, sin la que nada puede funcionar. ¿Entonces, porqué no se ha empezado por ahí?. Una cuestión de ritmo, seguramente.

En fin. El Profesor de Danza.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN)27-01-12.

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