martes, 3 de enero de 2012

¿PARA QUE SIRVEN LOS DEMÁS MINISTROS?

Conviene precisar a que se refiere el título. Puesto que ayer me ocupé de los ministros de trabajo, queda claro que me refiero a los demás, a los del gobierno de España, pero también a los de Grecia, Italia, Portugal, en particular, culturas cercanas en lo geográfico, aunque los gobiernos de otras culturas mas lejanas, Alemania por ejemplo, practican ahora mismo políticas semejantes. La pregunta es, ¿podemos hablar de una revolución conservadora europea?

Que papel representa cada uno de los gobiernos nacionales, en particular el nuestro, ante la presión irresistible de esa ola conservadora. ¿Son meros comparsas, o participan activamente en la misión de desmantelar los estados sociales que han estado vigentes en Europa después de la segunda guerra mundial? ¿Tienen vigencia las políticas de izquierda arrastradas por el torbellino de esa revolución conservadora?

Comenzaré por la última cuestión, la vigencia de la izquierda en Europa. Es frecuente que si hablas con alguien afín a la ideología conservadora, tratando de defender alternativas de izquierdas al gobierno del mundo te trate de anticuado. El argumento siempre es el mismo, la caída del muro de Berlín supuso el fin histórico del socialismo real, puso de manifiesto la supremacía de la economía liberal sobre las economías estatales, ineficientes, y la democracia liberal acabó, para siempre, con el totalitarismo del comunismo de Estado en Europa, con su falta de libertades.

En mi opinión, ese hecho histórico puso de manifiesto el fracaso del comunismo soviético, pero en modo alguno supuso el final de la izquierda, que se suele olvidar que es muy anterior a la revolución rusa. Una mirada histórica al conflicto entre las aspiraciones de la izquierda y las represiones de los conservadores, incluyendo la experiencia colonial, confirma lo que digo.

Philipp Blom, en su libro Años de Vértigo, de Anagrama (600 páginas) permite echar una mirada sobre ese conflicto de poder, muy anterior a la revolución rusa, que confirma que la lucha permanente entreizquierdas y conservadurismo, lejos de estar anticuada, está mas viva que nunca. Blom recoge en su libro los testimonios de una época, bajo el título Cultura y cambio en Occidente, 1900-1914, que fue convulsa y estuvo marcada por la incertidumbre. Incertidumbre, ¿les suena?.

Algunos hitos de ese periodo, y algunas referencias históricas anteriores, dan cuenta de las actitudes y las políticas conservadoras ante los deseos de libertad de los pueblos sometidos. 1.871, la comuna de París, este movimiento liberador acabó, según Blom, con veinte mil muertos, según Wikipedia fueron entre 20.000 y 30.000, Todavía faltaba medio siglo para la revolución rusa.

Entre 1.885 y 1.908, Leopoldo de Bélgica administró el congo belga como una finca privada. Fueron años de una gran progreso tecnológico, la invención del neumático en la industria de automoción determinó una demanda de caucho que Leopoldo satisfacía desde su finca privada, lo que le proporcionó una fabulosa fortuna. Los congoleños pagaron un alto precio por la salvaje crueldad que se aplicaba a los métodos de producción. Blom menciona diez millones de personas exterminadas en la finca de Leopoldo, Wikipedia menciona que las cifras manejadas por diversos autores oscilan entre 5 y 10 millones.

Blom sostiene en su libro que el imperialismo practicado por los países europeos de entonces, Gran Bretaña, Francia, Alemania, era imposible de sostener económicamente, que los costes de las grandes flotas y estructuras necesarias para sostenerlo, eran superiores a los ingresos que proporcionaban, y que esa, y no razones morales, fue la causa de la descolonización que se llevó a cabo mediado el siglo veinte.


Estas pinceladas sobre las atrocidades producto de la ideología conservadora demuestran , creo yo,que el conflicto entre ideas de izquierdas y conservadoras, es muy anterior al experimento soviético y por tanto, no puede darse por concluido con la caída del imperio soviético.

Entre todas las tonterías que oigo decir a personas significadas del PSOE, se salva lo que dice Juan Fernando López Aguilar, que sostiene que su partido ha de hacer un esfuerzo para ligarse mucho mas a la izquierda europea, porque las políticas nacionales de cada país de la Unión Europea son, en realidad, antes que una respuesta a las condiciones específicas de sus economías, de sus sociedades,
el resultado de una revolución neo conservadora que trata de imponer la derecha europea, ante la pasividad de unos partidos de izquierda que han interiorizado que la caída del muro de Berlín era el crepúsculo de su vigencia social.


Les ha faltado perspectiva histórica para entender que los partidos de izquierda recogen las aspiraciones del pueblo, desde mucho antes de la revolución rusa, y que el fracaso de la economía dirigida, que nadie niega, nada tiene que ver con las políticas socialistas de distribución de la renta, que ahora nos quieren hacer creer que forman parte de un sistema anticuado y obsoleto.

¿Hay algo mas antiguo que la explotación? Eso si que es antiguo. Ahora me formularé de nuevo la pregunta, ¿Para que sirven los demás ministros? Para mi está muy claro, en Alemania, hay mas de diez millones de trabajadores con salarios precarios. Aquí nos quieren convencer de que paguemos el Ibuprofeno. ¿Que es todo esto?. Ninguna medida de reactivación económica. Tal parece que se quiere aprovechar la crisis para que los ciudadanos interioricen los presupuestos de la revolución neoliberal que se aceptan como una forma de vida, como si no hubiera alternativas.

Las hay, pero mientras los ministros de lo que sea solo atiendan a cuestiones que son el reflejo de una ideología profundamente conservadora, mas que económicas, solo están al servicio de ese nuevo modelo de explotación que se quiere implantar con la excusa de la crisis, no están al servicio de los ciudadanos, o sea, no nos sirven a nosotros.

Bruselas también está al servicio de esa ideología. El único modo de que los ministros nos sirvan para algo es que los partidos de izquierdas estén mejor representados. Cualquier esfuerzo que sirva para aumentar esa participación en las tomas de decisiones será poco, pero antes que nada, los propios partidos de izquierdas europeos han de creer que ellos son el futuro, que no están anticuados. y encontrar nuevos espacios para atraer a los electores.

En fin. ¿Para que sirven los demás ministros?

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 3-01-12

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