INTROSPECCIÓN

He bajado a la calle sin gafas, para hacer una prueba de la calidad de mis ojos, porque anoche estuve sentado frente al televisor, aunque no se puede decir que viera la Gala de los Goya, porque no acerté a leer ninguno de los cartelitos que aparecían en la parte inferior de la pantalla.

Solo escuché algunas de las perlas dedicadas a los ministros de la cosa, y me pareció ver a un señor con un jersey de lana, por lo que deduje que lo de Gala se refería a las señoras, todas muy puestas con ropa de autor.

Sucede que las gafas progresivas que uso son de hace quince años, y hasta abril no me recibe el oftalmólogo, de modo que tendré que apañarme con mi miopía hasta que me diga si he de cambiar de cristales, o ya tengo una de esas cortinas llamadas cataratas, ¿porqué les llaman cataratas, si son simples cortinas?, producto de la evolución hacia la vejez física, digo física, porque mi madurez psíquica no acaba de llegar por mucho que pasan los años.

Total, que he estado mirando hacia afuera y he comprobado que aún veo de lejos, sin gafas, pero de cerca, no veo un pijo, hasta el punto de que he estado fumando un pitillo junto al portal sin advertir, hasta que un vecino me lo ha hecho ver, que alguien ha roto la luna de la puerta del patio, además de algún otro mecanismo que gradúa los portazos.

No se sabe si se ha roto por el viento, o por mano humana, que intentaba llevarse el buzón dispuesto para los folletos publicitarios. Ante la insistencia del vecino en la hipótesis del robo, le he contestado, en ese caso, solo sería un intento de hurto menor, comparado con lo que se roba cada día en este país a nivel institucional, es una menudencia, ¿no?

Después de un rato de mirar hacia fuera, he subido a casa a mirar hacia dentro. Mi mujer está en el médico, estoy solo, y es una buena ocasión para la introspección.
(...)
¿Que es la introspección?, mi Espasa asegura que es la observación interna del alma o de sus actos, en términos mas modernos, menos tomistas, dice que es el autoanálisis de los estados psíquicos, algo mas freudiano, ¿no?, y la parte mas interesante, mas literaria, afirma, 'Dícese novela de introspección a aquella que interpreta los procesos psíquicos, ya sean normales o patológicos'.

Ante esta riqueza y pluralidad de la definición, renuncio a consultar Wikipedia. Alguna  vez he leído la entrevista a una novelista premiada en la que afirma que escribir le ha salvado la vida. No dudo de que sea así pero, desde mi punto de vista, escribir nos salva, a la mayoría, sobre todo, del aburrimiento.

La mayoría de las novelas introspectivas que han sido escritas han salvado a sus autores del hastío que produce una vida en la que casi nunca pasa nada, sobre todo si se ha renunciado a mirar hacia fuera, que es donde está la vida real, cotidiana, con sus luces y sombras, sus personajes, sus paisajes, sus estímulos, a los que muchos escritores renuncian para mirar hacia dentro.

Por otra parte, sin introspección, es imposible escribir un tocho de casi mil páginas en base a un señor que pasea durante un día por Dublin con un riñón de cerdo en el bolsillo, como es el caso de Leopold Bloom, el personaje de Joyce de fama universal. 

Yo creo ser de los que escriben para no aburrirse,pero ahora estoy un poco confundido al releer las  tres primeras líneas de mi página 'Vampiros', pues creo percibir en ellas la huella de un deseo oscuro y turbio que pulula por mi inconsciente, y esto me produce una cierta sensación de pánico al lado mas oculto de la expresión escrita, y esa sensación no es solo imaginaria, la prueba es la página que escribí después, una receta de la paella de bacalao, nada menos, digánme si eso no es una huída irracional de la literatura oscura. 

Total, entre la introspección y la mirada al exterior, parece mas prudente mirar hacia fuera que hacia dentro, aunque la mirada al exterior te depare un cristal roto por algún vandalismo, es una cosa menor. En cambio, si miras al interior, nunca sabes lo que te vas a encontrar.

En fin. Introspección. 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 10-02-14.