VIRTUDES Y MEDIDAS

Austeridad y paciencia suenan como elementos de un relato contado a una pequeña comunidad rural por un cura luterano en alguna parroquia perdida en la selva negra, pero no sirven, en absoluto, como medidas de gobierno de un país con una población de mas de cuarenta millones de habitantes, cuyos problemas no se resuelven con consejos morales, sino con medidas prácticas.

Lo de la paciencia ya es el colmo. Cuando una generación entera de jóvenes mira hacia su entorno y no ve nada positivo que le haga pensar que va a poder integrarse en un sistema productivo desarbolado, mientras los servicios de estudio y otros augures comienzan a contar por décadas el tiempo para que algo cambie y nada siga igual, esos jóvenes no pueden conformarse con la práctica de virtudes como la de la paciencia. (...)

El trato que se está dando a esos jóvenes para satisfacer a los acreedores de la deuda pública y privada, no es adecuado. Es a los acreedores a quienes hay que pedir paciencia, reducir la deuda a la mitad, bien por el procedimiento de que esperen mas a cobrarla, o bien por las quitas de su importe, como asume cualquier hijo de vecino cuando un negocio sale mal.

No se debe gobernar mas pensando solo en los acreedores, sino en la población gobernada, el no haberlo hecho así nos ha llevado al actual fracaso, promovido por la austeridad, la reforma laboral y los recortes, con los que solo se ha conseguido amputar la demanda interna que podría haber propiciado una verdadera recuperación.

Cualquier oferta de programa electoral que circule a partir de ahora, con intención de resolver, de verdad, los problemas del país, deberá deshacerse de la carga de las virtudes luteranas que nos ahogan, y comenzar a tomar medidas prácticas para la recuperación económica.

No hacerlo así sería aceptar, de un modo determinista, los argumentos de los augures, que cuentan por décadas el tiempo necesario para nuestra recuperación, lo que implica perder los talentos y las posibilidades de toda una generación.

Está en manos de los electores de este país cambiar el rumbo equivocado de quienes gobiernan ahora, sin embargo, los recientes sondeos aún dan mas votos al PP, aunque solo le conceden el 30% del censo. Cabe esperar que los escándalos y errores que aún van a cometer bajen todavía mas esa cifra. Cualquier alternativa, por débil que parezca ahora, será mejor que la nada mental de Rajoy, Cospedal y los demás de su infausta cuerda.

En fin. Virtudes y Medidas.


LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 5-02-14.