martes, 11 de febrero de 2014

NOTORIEDAD

Compro el periódico, comienzo a ojearlo, de ojo, no de hoja, y enseguida estoy hasta el culo de lo que veo allí. Me importa un huevo la foto de tres tíos que solo dicen tonterías, como se comprueba en el texto, y al parecer, dirigen los destinos de tres comunidades de personas, lo cual es radicalmente falso porque el destino es algo realmente refractario a que otros lo dirijan.

Estoy hasta el gorro de ver imágenes como la de Sánchez Camacho, una señora que preside un partido en Catalunya a quien no vota casi nadie, y no merece la mas mínima cuota de notoriedad. Me importa un pepino la imagen de la borbona debajo de un titular en el que se dice lo que ha declarado, de lo que se deduce que no sabía bien lo que pasaba en su casa. A la mierda la borbona, y los borbones.

Me resbala la foto de Valenciano, que dicen que nos representará en Europa. ¿A quien va a representar Valenciano, si todo esto, los capullos de las autonomías, la inanidad de Sánchez Camacho, la omipresencia mediática de la borbona, evoca un salón palaciego, donde Luís XVI, antes de ser decapitado, ejerce su poder absoluto, acompañado de músicos y danzarines de la corte, en su mundo cerrado, ajeno a la vida plebeya que fluye fuera de palacio?

¿Que vínculo nos liga con estas gentes, o, por ejemplo, con Hollande, antes con Sarcozy, con quienes no tenemos nada en común, para que nos interesemos por tales personajes, solo porque son sujetos de una cierta notoriedad?.

¿Que es la notoriedad, sino un burdo artificio alimentado por los medios, que a su vez alimentan de el sus cuentas de resultados? Tanto el Espasa como Wikipedia atribuyen a la notoriedad un papel semejante al de la fama, la popularidad y el prestigio. Conviene matizar un poco esto, la fama puede provenir de diversos orígenes, basta pensar lo famoso que es Jack el destripador para comprobar que una cosa es el origen de la fama, y otra la fama misma.

Es obvio que todos los nombrados tienen una cierta notoriedad, derivada, casi exclusivamente, de que su foto y su palabra salen en los periódicos, con independencia de que sus quehaceres sean merecedores, o no, de esa notoriedad.

En cuanto a la popularidad y el prestigio, para cualquiera es evidente que no acompaña la notoriedad de estos personajes. El prestigio requiere del reconocimiento de personas solventes, y la popularidad, de alguna manera, un cierto nivel de afecto visible en las gentes del pueblo.

Ni una ni otra condición se dan en nuestros personajes mas notorios, que buena parte de la población desea con vehemencia que desaparezcan de los periódicos, sustituídos por otros mas prestigiosos, y mas merecedores del afecto popular

Mientras esto sucede, si es que sucede alguna vez, tendremos que seguir viendo las fotos de estos personajes, cuya labor es manifiestamente mejorable, tendremos que seguir siendo testigos mudos de su notoriedad, pero que nadie nos asocie con ellos, ni los admiramos, ni los queremos, solo los soportamos y únicamente los conocemos por su notoriedad, porque cada semana sale su foto en los periódicos, solo porque el negocio de la comunicación se nutre de esos bustos silentes que, incluso cuando hablan, no tienen nada que decir.

En fin. Notoriedad.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN)11-02-14. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios