martes, 10 de febrero de 2015

DE DRAGONES Y OTROS REPTILES

'Al coche no le pasa nada, es la batería que ha cascado, le ponemos una nueva y ya puede usted hacer marcha'. He salido del taller en dirección a la pedanía de El Saler donde mi mujer acompaña a mi nieto mayor que no ha ido al cole porque está indispuesto y, mientras se preparaba para volver a casa con el niño, he comprado 'Levante' y le he dado un vistazo, tomando café en Ca Pepe.

Un recuadro en primera afirma que 'El insecto del dragón amarillo llega a la península y enciende la alarma citrícola'. Desconfío de la existencia de dragones, desde que descubrí que el 'dragón' del Patriarca era un simple caimán, y después de observar durante años a una cría de cocodrilo encerrada en el escaparate de una tienda de modas en la calle de Correos, sin embargo, el visionado de un documental sobre los dragones de Komodo (Indonesia), ha reforzado mis creencias sobre la existencia de estas criaturas míticas, San Jorge y el Dragón, y todo eso.

El tamaño de estos bichos, al parecer, los convierte en grandes depredadores, pero lo que me llamó la atención es el modo en que cazan a presas mas grandes que ellos. Así como otros grandes depredadores se lanzan al cuello de sus víctimas, estos reptiles, simplemente, desgarran las patas de las víctimas, pero, y aquí viene lo extraordinario, en la mordida los infectan con una sustancia anticoagulante, y luego se limitan a esperar unas horas, hasta que la presa, medio desangrada, ya no ofrece resistencia.

Hay algo de vampírico en ese modo de cazar, con lo que el míto dragónico se refuerza con el de Drácula.
......

El dragón y su iconografía ha llegado hasta nosotros como una encarnación del mal, también como un icono necesario en las luchas épicas en favor del bien, las producciones televisivas han bebido de diversa fuentes y unas veces lo presentan como un símbolo malvado, y otras como un juguete infantil al alcance de los niños, pero si me intereso hoy, en particular, por el dragón de Komodo, es por esa condición tan rara en el mundo animal de inyectar anticoagulantes a sus víctimas, para que se desangren poco a poco, y porque encuentro un cierto paralelismo entre esta condición singular del depredador, y el modo en que funciona el poder en las sociedades actuales, en particular, la nuestra. 

Aunque quizás le falta una condición al reptil del que hablamos, para reforzar ese paralelismo, la capacidad de hipnotizar a sus víctimas mientras procura que se desangren. La capacidad hipnótica implica la pérdida de la conciencia del hipnotizado mientras el hipnotizador desliza en su oído los mensajes que desea fijar en su inconsciente, que el sujeto a hipnósis recordará cuando despierte. 

Puede parecer una exageración, pero los mensajes que los medios al servicio del poder, de uno u otro poder, han comenzado a lanzar a nuestros ojos, a nuestros oídos, no difieren sustancialmente de una operación hipnótica, que tiende a que olvidemos la realidad, y construyamos una nueva de acuerdo a sus intereses. 

Solo hay que abrir las páginas interiores de cualquier periódico, leer sus titulares, para entender de que va el asunto, los nombres de las personas de Podemos. junto al último hallazgo de corrupción pública, luego una página entera dedicada al mismo asunto. ¿De que se trata en realidad?

De un mensaje de las oligarquías que apoyan el bipartidismo, como lo hicieron en Grecia, para luchar contra el fín de sus chollos. ¿Que ha sucedido en Grecia en los últimos treinta años?

Dos dragones de Komodo han estado desangrando al país, por turno, y ahora la Unión Europea hace de dique para evitar que eso cambie, no reclaman los acreedores la deuda a quienes deberían, sino a los que no tienen nada que ver con su gestación, con su proceso de hinchado hasta reventar.

 ¿Que está pasando aquí?

Que los grandes depredadores no han estado solo en Grecia, sino en Europa entera. Ahora, los países acreedores, entre los que se encuentra España, quieren cobrar, pero no reclaman a quienes deberían, a los responsables, sino a sus víctimas.

No creía en dragones, hasta que he visto el documental de Komodo y he conocido los discursos de los acreedores de Grecia. Ahora veo que existen, están esperando que Grecia se desangre del todo, que carezca de liquidez, para lanzarse a por la presa.

En fin. De Dragones y Otros Reptiles. 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 10 02 15.

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