Vivo en uno de los barrios mas ajardinados de la ciudad. Cualquiera que sea la dirección que tomo al salir de casa, transito
por aceras con bordes arbolados y los setos de las amplias calzadas están habitados no solo por el cesped y los arbustos, sino por una variedad arbórea que incluye grandes cipreses, los árboles mas simbólicos, mas representativos, de la cultura clásica latina.
Incluso si transito por alguna calle mas estrecha para tomar el autobús, la alegría de los naranjos está presente junto a la parada.
Hace frío, si, pero la fuente ornamental que embellece la rotonda no presenta sus aguas congeladas, de modo que esa nieve que dicen que ha caído, y yo no he visto, debió ser poca cosa.
El parque arbolado cercano, a solo unos minutos de casa, ha sido diseñado por paisajistas y presenta irregularidades en su superficie, distintas alturas, lo que le da un aire distinto de otros jardines, digamos, mas planos.
Habitar un sitio así, como el que he descrito brevemente, me parece un privilegio, por eso, hoy, en lugar de quedarme en la cama, he decidido
acudir a la tertulia de los viernes, dando un paseo por el barrio antes de tomar el autobús.
.......
Lo malo es que el único asistente a la tertulia de hoy, he sido yo. Me he quedado tieso de frío, mientras tomaba un té aguado en una terraza, esperando que acudieran los tertulianos, pero nadie ha acudido.
Luego he probado en la Galería, por si hubieran cambiado el lugar de la cita,
pero nada. Hubiera llamado por teléfono a un colega para preguntarle, pero me he quedado sin batería.
Me he preguntado de que habríamos hablado en la tertulia de hoy, ¿del Estado Islámico? ¿del sondeo del CIS?, no sé. Lo que si me parece es que las imágenes que salen por la tele, en ocasiones, tienden a difundir el miedo.
Así, una mujer, chiíta? que ha tomado el mismo autobús que yo, se cubría con uno de esos velos negros que solo dejan ver un fina línea de sus ojos, y la mujer que estaba enfrente la miraba de un modo muy
raro, como si pensara, inducida por las imágenes de televisión, que el cochecito de niño que llevaba, con niño y todo, podría saltar por los aires y llevarse el autobús, con todos sus pasajeros, por delante.
Al regresar a casa, le he comentado a mi mujer esa presencia en el autobús que parecía asustar a algún viajero y me ha dicho, que va! esa mujer vive en el barrio hace años y, de no ser por las imágenes que difunde la televisión, nadie habría reparado en ella.
Al volver de la tertulia no consumada, supongo que debido a que los tertulianos hoy se van a comer, y cuando eso sucede dejan de acudir a la tertulia, de lo que no me he enterado al no acudir el viernes pasado, he bajado del autobús una parada antes, para disfrutar del paseo por el hermoso barrio en el que tengo el privilegio de vivir.
Luego me he acercado al Maravillas, para tomar un zumo de naranja mientras leo la prensa.
He visto una magnífica columna sobre el sondeo del CIS y la intención de voto, pero como no he tomado notas,no puedo citarla aquí textualmente.
No importa, en la entrada de ayer no es que la citara, sino que discrepé de esa interpretación sociológica de las intenciones de los votantes.
Aún falta tanto tiempo para que las intenciones se conviertan en voto escrutado, que todo esto me parecen chorradas.
Cuando termino esta página, miro por la ventana al acuartelamiento de la policía vecino, y los veo a todos en formación, con banda de música y todo, oigo un parlamento de Rita, del delegado del Gobierno, algún ministro?, y me pregunto que carallo están celebrando, si una boda o un funeral.
En fin. El Jardín.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 6 02 15.
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