domingo, 15 de febrero de 2015

EL GRADUADO

Ayer vimos, en la Asociación Cultural Lo + Baix, una película de los sesenta, difícil de encontrar en las carteleras actuales, El Graduado.

Antes de entrar a comentarla he de decir un par de cosas, agradecer a los promotores de la asociación que nos invitaran a comer una cassola de caragols y butifarra con otros añadidos, realmente notable, y manifestar mi sorpresa porque por la noche un canal de televisión puso una película más actual, cuyo desenlace está plagiado sin ningún rubor de la potente secuencia final de El Graduado, este plagio se llama La boda de mi novia, y si su director pretendía hacer un homenaje a la peli interpretada por Dustin Hoffman y Anne Bancroft, podía haberlo puesto en los créditos, pero yo no lo ví.
 .....

Cuando ves una película algo antigua por segunda vez, después de mucho tiempo, siempre descubres cosas que no habías visto antes, o que no recordabas. A mi me sorprendió la espectacular belleza de Anne Bancroft, porque la recordaba de películas posteriores y en esta está, verdaderamente, deslumbrante. 

Luego me pareció descubrir, por debajo de la peripecia erótica del graduado y la madura, una intención crítica de mostrar una clase media norteaméricana, con su casa con piscina y su Alfa Romeo para el niño, bastante estúpida y vacía, y me quedé con la duda de si los diálogos tontos y faltos de imaginación, eran necesarios para reforzar ese planteamiento, o simplemente la mierda de guión  no les dió para más. 

En cambio la banda sonora, con frecuentes apariciones sonoras de Simon and Gardfunkel, es una pasada. 

Me ocurrió una cosa chocante, de tanto ver a Hoffman con el Alfa Romeo para arriba y para abajo sin cargar nunca gasolina, me dije, que fallo de guión, ¿no?, y justamente cuando me hacía esa pregunta, el tipo para en una gasolinera, para llamar por teléfono, el mozo de la gasolinera le pregunta si quiere combustible, el dice que no y sale pitando hasta que, a los pocos kilómetros, se queda sin gasolina, claro.

Me pareció un acierto de guión, es evidente que los guionistas querían que se quedara sin gasolina, por eso lo tienen durante toda la peli corriendo arriba y abajo sin cargar combustible. 

Esta peli, del año 67, tuvo un cierto impacto en su época, una relación erótica, explícita, entre una mujer casada y un joven estudiante, es algo tremendamente habitual ahora, sobre todo en los sitios de Internet dedicados al porno, pero en aquella época, --todavía no se había manifestado la explosión en las calles de la revolución incruenta del 68-- fué algo bastante raro. 

Un gran mérito de los fotógrafos, maquilladores y cámaras de la peli fué mostrar a Hoffman como un tipo atractivo pues, a pesar de sus 21 años, su físico no tiene nada que ver con el de Paul Newman jóven, por decir algo, sin embargo, en esta película ya muestra sus grandes cualidades de actor de carácter que le proporcionarían una larga carrera nunca interrumpida.

En mi opinión, la secuencia que mejor marca el éxito de esta pelìcula es la de su final en la iglesia en la que Hoffman arrebata a la novia, la hija de la madura, y se la lleva consigo en el autobús, con su entusiasta colaboración, pero, sobre todo, los rostros de ambos en el autobús que, sin decir nada, expresan lo que sienten. El, he conseguido lo que quería. Ella, temo haberme equivocado al fugarme con este tipo. 

En fin. El Graduado. 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 15 02 15.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios