martes, 24 de febrero de 2015

ENTRETENIDOS

He bajado al Maravillas y mientras tomaba un té con limón, me he entretenido con las gracietas de nuestra rotunda alcaldesa Rita Barberá, que está en boca de todos porque en el acto de la Crida, el pregón para las fiestas falleras de por aquí, perpetró, frente a una muchedumbre de protagonistas de la fiesta, los falleros, un ataque al lenguaje, sin precedentes en las intervenciones públicas de cualquier naturaleza.

La alcaldesa no es valenciano parlante, eso lo sabemos, no se trata de que su absurda intervención haya lastimado la sensibilidad de los valenciano parlantes, sino de que ha destrozado, a la vez, los fundamentos naturales de los dos idiomas que ha maltratado.

He visto las imágenes de sus disculpas. Alega que se quedó en blanco. No lo creo, a mi parecer llevaba algunas copas de más, me parece una explicación mas plausible. La risotada que suelta en las imágenes diciendo que al menos ha inventado un vocablo nuevo, está en la línea habitual de su zafiedad, pero es evidente que si la mayoría de las gentes de este municipio llevan decenios votando por la zafiedad, la incultura y el autoritarismo, es porque se identifican con esos anti valores.

Allá ellos. Yo nunca voté a Barberá, de modo que no soy corresponsable de sus actos.

Mucha gente se ha entretenido este fin de semana en todos los medios con Rita; la televisión, prácticamente todas las emisoras, la prensa, ayer vi un chiste de Ortifus en Levante y hoy una página entera, y al parecer las llamada redes sociales también le han dedicado mucha atención.

Sin embargo, unas declaraciones de Montserrat Gomendio, Secretaria de Estado de Educación, que publica hoy Levante, me parecen infinitamante mas merecedoras de atención que las payasadas públicas de una política del PP mas que decadente, amortizada.  

Dice Gomendio, nada menos, que 'el sistema universitario público no es sostenible por sus costes' y un titular añade, El gobierno plantea encarecer o restringir el acceso a la universidad.

Puedo entender este argumento, viniendo de la derecha proto franquista. Mi origen es de familia trabajadora y claro, si no hubiera optado a una beca no habría podido estudiar una carrera superior a la vez que trabajaba, y no habría adquirido un cierto sentido crítico que ahora me permite hacer un crítica razonada, vendrá después, a las políticas educativas de la derecha proto franquista, ergo, es razonable que quieran una universidad de pago, solo para sus cachorros, para ahorrarse molestias. 

Dejando aparte estas cuestiones personalistas, no tan prescindibles como parece, el hecho es que hay otros países europeos que practican, con éxito, una política educativa opuesta, porque apuestan por la sociedad del conocimiento, y en lugar de reducir el número de universitarios, tratan de ampliarlo, porque su PIB está compuesto por actividades crecientemente tecnológicas y avanzadas, en relación con las nuestras.

La propuesta de Gomendio, menos inteligencia universitaria promovida por el Estado, está en relación con un modelo económico que tiene vínculos con el alto nivel de desempleo y el crecientemente mas bajo nivel de salarios que caracteriza nuestra economía, porque se trata de competir, no con tecnología o inteligencia, sino precisamente, con salarios, y así, cada vez que hay un cambio de ciclo, hay que bajar todavía más los salarios. 

Las autonomías se han desecho de los proyectos de contenido científico, quienes los llevaban a cabo han tenido que emigrar y ahora, Gomendio nos propone que demos un paso más, convirtamos los campus universitarios en clubes para sus cachorros, porque, según dice, el sistema universitario público, no es sostenible. 

Hombre, eso es como decir que la plantilla de sepultureros no es sostenible. Dejemos que los cadáveres se pudran al sol, porque no hay dinero para enterrarlos. Cerremos los hospitales públicos que aún funcionan, porque no son sostenibles.

Como pueden comprobar, los chascarrillos que circulan ahora por los medios, que se nutren de la zafiedad de Rita Barberá, alcaldesa de Heliópolis, son una tontería, al lado del propósito declarado de Gomendio de cargarse la Universidad Pública, pero ambas tienen una cosa en común, pertenecen a esa estirpe de mujeres de la derecha proto franquista, que, cuando se tendió el capote de la transición, ya tenían su sitio reservado para continuar la tradición política de sus familias. 

En fin. Entretenidos. 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 24 02 15.

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