domingo, 25 de noviembre de 2018

EL PLANETA DE LOS SIMIOS (2)

"He bajado a La Fuente. Cuando he pedido el cortado, el camarero indio, sabedor del tembleque de mi mano derecha lo ha servido en taza grande, para que no lo derrame. El zumo de naranja que he tomado después estaba buenísimo pero como en la calle hay una temperatura de solo diez grados, he vuelto enseguida a la cueva, no sin antes comprar la prensa que, visto lo que dice la primera, he abandonado sobre el taburete de la sala de lectura, sin leerla.

Hoy no sabía de que escribir. Primero, haré una breve referencia a la comida familiar de ayer, luego, el núcleo de la entrada de hoy se centrará en mi relectura, que termino de hacer, de las últimas entradas del blog del año 2009, que me han dejado estupefacto, no por su calidad, si la tuvieren, sino por el descenso de calidad de las de ahora, comparadas con aquellas.

En cuanto a la comida familiar de ayer, ocho comensales, estuvo francamente bien. Las entradas, una sepia al ajillo estupenda, las croquetas de la abuela, el jamón que trajimos de Ossa de Montiel, muy bien cortado, los montaditos de queso de cabra con semillas de sésamo, crujientes, nuggets de pollo para los nietos, la ensalada con algas de no sé qué, queso feta y aceitunas de Kalamata, sensacional, luego la cazuela de arroz al horno, estupenda, la uva de postre, y los bombones que trajo mi nieto mayor, 13 años, 1,80, para venderlos y obtener dinero para su viaje de fin de curso, soberbios.

Voy a lo del blog de 2009... Acude una ocurrencia a mi habitual modo improvisado de razonar para explicar la decadencia de mi escritura. Así como el transcurrir del tiempo permite acumular nuevos conocimientos y experiencias que pueden enriquecer la escritura de cada uno, en paralelo a ese crecimiento, al acercarse a la edad provecta, la muerte de millones de neuronas es un fenómeno puramente biológico que se contrapone a esa tendencia progresiva en la escritura. El peso relativo en ese balance de cada una de las dos tendencias puede hacer que el resultado de tu trabajo se dirija a la excelencia, o a la mediocridad.

Mi impresión, después de releer esas entradas de 2009, a las que ahora me referiré, es que merecían más la atención de los lectores que las de ahora, la lectura de una de esas entradas, ha puesto en marcha mi impulso de recobrarlas:

 'El Planeta de los simios' Un diálogo friki entre dos seres primitivos pre neolíticos, en una cueva, una especie de reflexión dialogada, no se sabe si entre simios o humanos, sobre su condición, su evolución, y su supuesta existencia en un entorno primitivo, como consecuencia de un episodio de estallido tecnológico que se supone ha precedido su precaria existencia. Es cierto que recuerda el guión de 'El planeta de los simios', pero ese texto no tiene nada que ver con la película.

"Nicolás Gómez Dávila", no recuerdo ahora el título de la página, pero es una introducción a su libro de aforismos de 1400 páginas, un libro que me regalaron y me dejó sorprendido por la densidad de su contenido.

 "400.000". Una ácida página que interpreta la cifra que ya entonces divulgó El País referida a su tirada con un aire de triunfalismo, que yo tildé de fracaso, en un país de 45 millones de habitantes, donde los usuarios de Internet alcanzaban por entonces los 25 millones. Total, el mismo argumento que he usado estos días referido a Prensa Ibérica. El lado bueno para la prensa impresa es que, después de nueve años, aún resisten.

Pero, la página que mas me ha motivado para escribir esto ha sido 'Nieve'. Una crónica de un viaje a Teruel para visitar a los amigos y disfrutar en la nieve, en la que al llegar a la ciudad aragonesa solo queda nieve amontonada en las cunetas y una ligera lluvia me lleva a buscar refugio en una biblioteca, en la que no hay periódicos, pero sí una revista científica que me abrió los ojos, por primera vez, a la realidad del cambio climático.

Aquel artículo sostenía que la corriente del golfo, que circula por los océanos de Florida al Norte de Europa, tiene mucho que ver con la relativa benignidad de los inviernos continentales por aquí. Después explicaba como el hundimiento de los hielos, de los glaciares, a causa de la elevación de las temperaturas en zonas árticas, podía alterar, el volúmen, la temperatura, el recorrido de esa corriente crucial para el equilibrio de nuestro clima continental.

He bajado hoy a la calle y el termómetro solo alcanzaba los diez grados. No creo que tenga nada que ver esto con la corriente del golfo, pero si estoy convencido de que la mayor frecuencia de episodios extremos en el continente, en Canarias, y en tantos otros sitios, tiene relación con las actividades humanas que están afectando el entorno.

Algo que ya está presente, de otro modo, en el diálogo friki de dos humanos, o simios, en la cueva pre neolítica."

Esto es todo por hoy. Nos vamos a tomar el sol, y una cerveza en los cien montaditos.

En fin. El Planeta de los Simios (2)

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 25 11 18.

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