viernes, 16 de noviembre de 2018

IL DIVO

"Envuelto en la bruma húmeda de la borrasca mediterránea, dejo caer las gotas de lluvia sobre mi rostro, con el optimismo sobrevenido por una estimulante ducha, en mi camino hasta el Maravas, con una sensación de maravilla por estar vivo, cuando un acelerón lluvioso me aconseja detenerme en La Fuente.

Después de tomar un cafe cortado y un agua mineral, el chaparrón escampa y continúo hasta el Maravas, donde un vistazo al periódico mientras tomo un zumo de naranja, me indica que no hay nada interesante en la prensa local del día.

Estos días lluviosos son estupendos para frecuentar las salas de cine, pero, como no dejan fumar, ayer optamos por visionar una película en TCM y me dejó tan impresionado que siento la necesidad de trasladar, por medio del teclado, esa experiencia.

"Il Divo, es una narración cinematográfica que se centra en la personalidad de Giulio Andreotti, una peli de 2008 que cuenta la vida y milagros de 'il bel.lo Giulio' quien fué cabeza visible de la democracia cristiana --al parecer no muy demócrata, ni muy cristiana-- en la Italia de la segunda mitad del siglo XX, aunque se centra en lo acaecido entre 1991-1993, desde su gobierno número VII, hasta el proceso de Palermo, en el que Andreotti es acusado de connivencia con la mafia.

El trasunto histórico del personaje dibuja una extraña alianza entre la política, la Mafia y el Vaticano, con el fondo amenazante de las Brigadas Rojas y los múltiples asesinatos y falsos suicidios que marcaron lo más dramático de aquella época, desde el secuestro y asesinato de Aldo Moro, el atentado mortal contra el Juez Falcone, el falso suicidio de Calvi, banquero del Vaticano, todo ello sucedido en un entorno de inestabilidad política --los gobiernos no solían durar más de seis meses-- que, sin embargo, no pareció afectar mucho a la economía italiana, que al parecer vivia en un mundo distinto.

Lo que motiva mi interés por citar esta película, no es tanto el contexto político histórico en el que transcurre el relato, sino la inmensidad del talento interpretativo, muy premiado por cierto, de Tony Servillo, su protagonista, que es todo una alarde, con su aire inexpresivo durante toda su actuación, con una fidelidad física al personaje que me impidió, en un primer momento, reconocerlo como el mismo actor que, en otra pelìcula, encarna al hermano gemelo de un alto político que se marcha temporalmente de su función, y su hermano, que no es político, se ve forzado a sustituirlo, con el resultado de que el no político, da una lección de buen gobierno a los profesionales de la política decadente."

La lista de crimenes de la política, la Mafia, y el extremismo de izquierdas en la Italia de aquella época, es espeluznante y mueve a pensar que, por contraste, aquí y ahora vivimos en una balsa de aceite, donde los únicos conflictos observables, son puramente verbales.

¿Será que esta visión optimista del actual panorama político español, exento de violencia, más que a una percepción objetiva, se debe a que ha dejado de llover, a que el  efecto de la ducha todavía prevalece en mi piel, y disfruto de la magnífica sensación de la maravilla que es estar vivo? No sé.

Un saludo cibernauta, bastante húmedo, hoy.

En fin. Il Divo.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 16 11 18,

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