miércoles, 7 de noviembre de 2018

TRIBUNAL ÍNFIMO

"He bajado a la calle, pero antes de dirigirme a La Fuente, al Maravas y al kiosco para enterarme un poco de las noticias del día, he permanecido un momento en un banco de la acera, para disfrutar del rayito de sol que lo iluminaba produciendo unos reflejos en sus texturas como si se tratara de un lingote de oro.

Un desconocido se ha detenido frente a mi y ha preguntado --¿Es usted banquero? --No, porque lo dice... --Porque así es como comenzaron ellos sus negocios...dando préstamos usurarios desde los bancos de los parques, que fueron sus primeras sedes sociales... --Y, ¿porqué se interesa usted por los banqueros? --Porque tengo una hipoteca pendiente de firma y no sé muy bien lo que está pasando..--Pues, lo siento, no puedo aliviar sus dudas.

Después de tomar un cortado en La Fuente, un zumo de naranja en el Maravas, y traer un ejemplar de 'Levante' del kiosco, ya estoy un poco más informado de la actualidad local, nacional e internacional.

En la Fuente, la pantalla de la tele informa de que en Usa, la mayoria del congreso la tienen ahora los demócratas. Curiosamente, al mismo tiempo daban una imágen de Trump, celebrando una exitosa noche electoral. Vaya usted a saber.

En cuanto a la actualidad nacional, si atendemos al titular de primera en Levante de hoy, dice lo siguiente:

 "El Supremo rectifica para dar la razón a la banca y carga al cliente el impuesto hipotecario"

Visto lo que dicen la tele y la prensa impresa, veamos lo que dicen las redes sociales, en este caso, yo.

Tribunal Supremo ha sido, hasta ayer, una denominación que evoca la excelencia, desde hoy, merece más bien el calificativo de Tribunal Ínfimo, en el sentido de la ética jurídica, pues el espectáculo de banderías enfrentadas durante días en la defensa de intereses espúreos,con un desprecio absoluto por el sentido de las decisiones previas que han tomado sus órganos en el asunto de las hipotecas, degrada, efectivamente, hasta niveles ínfimos, el respeto y la consideración de la ciudadanía hacia tamaña pandilla de magistrados que hunden en el fango los principios de la separación de poderes.

Este punto de vista no está motivado porque yo tenga una hipoteca, o esté en trance de contratarla. Nunca tuve una hipoteca. Cuando compré el piso donde vivo, allá por finales de los setenta, recurrí a un crédito personal para pagar parte del precio. Cuando faltaba poco para amortizarlo, me quedé en el desempleo, y visite a un funcionario de Bancaja con el propósito de que alargara el plazo que quedaba pendiente. No lo hizo. Fué mi suegra la que nos prestó el dinero que faltaba y gracias a eso no fuimos deshauciados por una deuda ínfima, comparada con la que ya habíamos satisfecho.

Años mas tarde, cuando compramos la casa de la sierra la pagamos al contado, una cantidad modesta comparada con lo que tuvimos que gastar después en su rehabilitación.

En resúmen, nunca he estado hipotecado, ni lo estaré, pero pienso en los millones de personas que han permanecido estos días en vilo, en espera de una decisión magistral del Supremo, con la confianza de que tendría en cuenta los intereses de las partes, que sería una decisión salomónica, y ahora resulta que se inclinan por una decisión a instancia de una sola de las partes, con lo que volvemos a las decisiones imperiales anteriores a la Grecia clásica, o sea, regresamos a la barbarie, bien hecho, en la época de Trump, aunque ha perdido en el Congreso, es un triunfo de la Banca, la que comenzó dando préstamos usurarios en los bancos asoleados del parque."

Un saludo cibernauta.

En fin. Tribunal Ínfimo.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 7 11 18.

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