lunes, 26 de noviembre de 2018

LA JARRA DE CERVEZA

"La jarra de cerveza que se tomó ayer mi mujer en Los Cien Montaditos de Serranos, le sentó como un tiro. Yo tomé otra igual y no me pasó nada. Lo cierto es que ayer, después de publicar la página 'El Planeta de los Simios 2' nos fuimos a dar un voltio por el centro histórico de Heliópolis.

El autobús no llegó hasta la plaza del Ayuntamiento porque, cada último domingo de mes, el tráfico hasta allí está cerrado. Nos dejó en Marqués del Turia y allí comenzamos la andada. Caminamos por Russafa hasta la plaza donde  comprobamos que, a diferencia de otras ciudades y lugares muy madrugadores aún no está instalada la iluminación navideña, aunque si la pista de hielo para patinaje.

Luego nos acercamos al puesto de venta de plantas que está al lado de María Cristina y accedimos por la calle del Trench a la parte de atrás de la iglesia de Santa Catalina, donde nos sorprendió, una vez más, una parte del muro, parece una ventana tapiada, construído con restos de otras construcciones, entre ellos, una cabeza coronada, algo que suele pasar desapercibido a los visitantes que frecuentan este lugar, pero a mi siempre me llama mucho la atención.

Luego nos fuimos hasta el cercano mercado de Tapinería. Allí, acomodados en un banco, disfrutamos con las expresiones de feliz sorpresa de los chavales que se quedaban mirando, embobados, los adornos de papel que los comerciantes de Tapinería han colocado esta vez, en cada visita nos sorprenden con algo diferente, para atraer a su público.

Hoy Tapinería solo ofrece tapeo, en lugar de oferta comercial, pero preferimos seguir el paseo a tapear. Salimos de Tapi a la plaza de la Reina. Allí, un camión de bomberos permanece junto a la fachada de una cervecería porque una piedra de la fachada amenaza la seguridad de los transeuntes.

En la cercana plaza de la Virgen, una rondalla interpreta, sobre el tablado de madera, unas jotas valencianas. Cuando llegamos a Los Cien Montaditos, todas las mesas de su terraza están ocupadas. Entro a usar el WC y cuando salgo Encarna ya se ha instalado en la mesa que ha quedado libre.

Tomamos, después de hacer una cola de veinte minutos, sendas jarras de cerveza y unas aceitunas. Cuando nos dirigimos al autobús para volver a la cueva, Encarna ya muestra signos de somnolencia. Bajamos en la Plata, intentamos comprar un ración de arros negre y otra de brenjena rellena, para la comida, pero ya es tan tarde que no queda casi de nada en La Casa del Sabor.

Encarna sugiere que comamos hoy del bote de fabada que tiene en la despensa, y volvemos a casa. Ya en casa, el episodio de somnolencia que sufre Encarna a causa de la jarra de cerveza que ha tomado, se agudiza. Antes de comer, hace la siesta del borrego y después de comer, empieza a quejarse de molestias gástricas.

Nuevamente cae en un sopor hasta que el reloj de su móvil la avisa de que tenemos que irnos, porque ha quedado con Isabel para ir a la Bene a ver a un coro rociero que actúa esta tarde.

El autobús ya llega hasta la plaza, pero bajamos frente a la plaza de toros para pillar el cinco que nos deja frente a la Bene. Después de 45 minutos de espectáculo rociero el mono de tabaco me impulsa a salir fuera del salón de la iglesia bizantina desacralizada donde se celebra el evento.

Fumo un cigarrillo en la calle Corona, en el patio de la Bene no dejan fumar, y luego tomo una tónica en el bar de la institución, que ofrece un aspecto bastante desolado. Cuando regreso al interior de la sala, todo el público está de pié, coreando el olé, olé, olé...viva la virgen del Rocío, menos Encarna, que permanece sentada, todavía afectada por las molestias gástricas que surgieron con la cerveza, y se agravaron con la fabada.

Se reprocha ambos errores, pero eso no la alivia, por la noche, no cenó. Yo, que no he sufrido molestias en todo el día, he cenado un par de lonchas de York, un poco de queso de cabra....y una cerveza, y todo ha salido bien hoy, menos las molestias de Encarna y el coro rociero, que me ha parecido que no merecía nuestra presencia para escucharlos."

A partir de los setenta y cinco, eso de la fabada y la jarra de cerveza, conviene meditarlo antes.

Un saludo cibernauta.

En fin. La Jarra de Cerveza.

 LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 26 11 18.

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