martes, 13 de noviembre de 2018

QUISE SER....

" De niño quise ser poeta del pincel, como Gustav Klim o Kandinsky, pero mi única obra gráfica de la que tengo recuerdo es una colección de bragas y sostenes que diseñé, muy colorista, y los minuciosos dibujos en blanco y negro que le llevaba en cada sesión al doctor Domingo, para que dedujera al observarlos si los antipsicóticos que me dispensaba, hacían ya su efecto.

 Quise ser contable de la Luna, de sus crecidas, decrecidas, de sus luces y sombras, de su mar tranquilo, pero de aquella fascinación solo me queda la afición por leer la columna del meteo de 'Levante', casi siempre firmada por buenos especialistas del tema.

Mi vida laboral ha oscilado entre períodos de estabilidad, incursiones en lo desconocido y dedicaciones temporales a los más variados oficios, aunque me he referido a ello algunas veces, hay etapas curiosas que no creo haber mencionado.

Vendedor de libros a puerta fría. De esa actividad me queda la imágen de mi mismo, una vez abierta la puerta del cliente, ofreciendo el tomo de una enciclopedia sobre naturaleza, abierto por la página que contenía la ilustración de unos pajarillos con el pico abierto, tomando el alimento ofrecido por su madre en el nido.

 Vendedor de contratos de asesoría. Después de participar en Madrid en un evento para fichar comerciales nuevos, en el que tuve ocasión de conocer lo que llamaron Teatro de Ventas, un colega y yo fuimos destinados a una zona próxima a  nuestro lugar de residencia.

Después de conseguir vender el primer contrato de asesoramiento a un marmolista de Torrente, me dió tanta vergüenza que abandoné enseguida esa actividad.

Quizás la más lúdica de las actividades a que me dediqué por entonces, fué la de extra cinematográfico, retribuido. El bullicioso ambiente de una calle de Velluters, donde se rodaba una peli basada en un libro de Manolo Vicent, con un elenco de lo más prestigioso, me dió la sensación de que estaba en Montmartre, en plena Belle Epoque, y encima cobrando.

Mi actual dedicación como actor teatral, sin cobrar, ya durante seis años, intuyo que viene de aquella experiencia, que no fué la única, pues mi mujer y yo, y algún amigo, hicimos de figurantes para una serie de la tele autonómica.

Por lo que se refiere a mi estabilidad laboral, ésta se consolidó ya de adulto, cuando, por azar, me licencié en ciencias económicas, me duró poco el entusiasmo, al advertir que la Economía no es una ciencia, sino un instrumento de poder."

Desde entonces he seguido navegando por la incertidumbre de desear ser algo que no soy.

Un saludo cibernauta.

En fin. Quise Ser..

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 13 11 18.

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