viernes, 21 de diciembre de 2018

ÁNIMO MUTANTE

"Me dirigía hacia el Café Maravas, a las diez de esta esplendida mañana, soleada y sin viento, que ha dispuesto mi ánimo mutante al optimismo, cuando, de camino, me ha abordado la reina de las mercheras, exigiéndome un cigarro, le he dado el último del paquete, luego me ha exigido un café, hemos entrado juntos al café, frente a las miradas sorprendidas de la parroquia, me he sentado lejos de la merchera, pero, enseguida, me ha pedido otro café, y, sin querer la he mandado a tomar por el culo, ha intervenido Tony, y la merchera ha salido del café.

En la terraza, ha pedido otro cigarro a un cliente, que se lo ha dado, después ese cliente, lamentándose de que su mujer no le ha dado hoy dinero, me ha convencido, sin pedirlo, para que le pagara el café. Después de tomar un cortado, un agua mineral Vichy Catalán, y un agua del grifo, he abandonado el bar, he pasado por el kiosco y he comprado 'Levante'.

Tengo el periódico sobre la mesa del ordenador, el tema del día ya saben cual es, Catalunya. Pensaba escribir sobre eso pero, al observar que el titular grande de la primera escribe Catalunya con ñ, una evidencia, creo yo, de las inclinaciones perversas de este medio, tiro el periódico a la basura, y escribiré sobre 'Animo Mutante'.

La primera crisis seria de salud que tuve a los veintisiete años, me tuvo treinta días en cama, en mi casa, con un tratamiento de antipsicóticos en vena. Cuando comencé a salir de aquel espanto, el médico del ambulatorio pretendió poner en el papel de mi baja médica la expresión, 'Psicosis maníaco depresiva'.

Le convencí de que pusiera ciclotimia, lo que hoy se llama bipolaridad. Gracias a ese uso moderado del lenguaje médico, tuve después una vida laboral larga, variada, fructifera. De no ser por mi insistencia en quitar hierro linguístico a aquel trastorno, sospecho que nadie me habría dado empleo después de aquello.

Este mes, estoy comprobando que estoy más eufórico y charlatán de lo normal, pero, esta mañana, después del altercado con la merchera, al salir a fumar y respirar hondo, me ha asaltado la idea de que ni psicosis, ni ciclotimia, ni bipolaridad, son conceptos adecuados por lo que, a estas alturas, después de casi cincuenta años de mi gran crisis personal, he descubierto que es más poético llamar a este trastorno, 'Ánimo Mutante'.

El movimiento de la antipsiquiatria determinó, hace casi medio siglo, que los psiquiátricos del país se vaciaran, pero aquella medida no se correspondió con un presupuesto necesario para sustituir la atención manicomial por la atención domiciliaria, y aunque a mi, personalmente, la atención domiciliaria y ambulatoria me ha ido bien, sospecho que hay demasiados locos homicidas sueltos, sin la debida atención médica y control en los casos que se requiera, por falta de dotaciones presupuestarias en nuestras comunidades autónomas, supongo que en unas más que en otras.

Hace unos años publiqué una página, 'El Sentido de la Vida', muy leída, que aún figura en el índice de mis contenidos que se ha apropiado Google, sin mi permiso, en la que ponía de manifiesto cómo la violencia contra las mujeres por sujetos perturbados crecía, en lugar de decrecer, y pedía más presupuesto para afrontar ese drama social y de género.

No se ha hecho nada, al menos no se ha hecho algo en todas partes, parece que en algunas comunidades si han hecho algo.

Estos sucesos, que lo sepan, tienen su origen en la antipsiquiatria que, cuando se impuso al drama de las crueles confinaciones manicomiales, no se acompañó de la necesaria inversión para los tratamientos, cuidados y prevenciones extramanicomiales.

Para mi fortuna, la única baja médica por mi trastorno bipolar se produjo hace más de cuatro décadas. Después, con el uso del carbonato de litio, que tiene muchas pegas, pero es un eficaz estabilizador del ánimo, de los episodios puntuales que he seguido padeciendo, he aprendido, sí, de cada uno de ellos, por eso, ahora, en este momento de mi vida, solo me reconozco como un sujeto con el ánimo mutante, para nada alguien lejos de la normalidad, aunque han sido la farmacología, y la competente doctora Palop que me supervisa desde el ambulatorio, incluso por teléfono, junto con mi capacidad de aprender de las crisis, lo que me ha traído a esta ya larga etapa de normalidad convivencial, pública y privada.

Algo que no ha sucedido con los psicópatas desatendidos por el sistema penitenciario, para desgracia de sus víctimas que ya no podrán celebrar la navidad. A  las gentes sanas desde siempre, que no han sufrido el hachazo de las piscopatías, les deseo unas felices fiestas, a los demás, a los afectados por algún trastorno grave, por favor, pidan, exijan asistencia clínica pública de calidad, hospitalaria o domiciliaria.

La única explicación que se me ocurre como causa de los sucesos que vemos demasiado a menudo por la televisión, es la inoperancia de casi todos nuestros políticos para atender, de manera eficaz, la salud de los ciudadanos, y la ausencia de una eficaz prevención para que nadie acabe con la vida de otros.

Están tan ocupados en sus ridículas batallitas por el poder, que no podemos esperar nada de ellos."

Y con esto me despido, he de ir a la cocina para hacer los preparativos de la comida de hoy, no sin antes desear a todos, católicos, protestantes, agnósticos, musulmanes, budistas, hindúes, partidarios de Zoroastro, lo que sea, felices fiestas, a todos los usuarios que hoy se acercan al blog, procedentes, si hemos de creer a las estadísticas, de Italia, España, Usa, Francia, Irlanda, Alemania, Portugal, Japón, Rumanía, Región Desconocida..entre otros.

En fin. Ánimo Mutante.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN)   21 12 18.

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