martes, 15 de diciembre de 2009

BRONCAS

Podría contar que he soñado esta noche y me he visto envuelto en el fragor blanco de la ventisca, perdido entre el paisaje irreconocible de la sierra, pero lo cierto es que no recuerdo haber soñado nada. Al levantarme, he abierto la ventana y al fondo de la aglomeración urbana he visto los lomos de las colinas nevadas. En el Maravillas, mientras tomaba café, la televisión ofrecía imágenes desacostumbradas en estas latitudes. Casi toda España está cubierta por la nieve y solo hay que asomarse a la ventana para verlo.

'Levante' cuenta hoy la bronca entre algunos barones presentes en la conferencia de presidentes autonómicos por el asunto del agua. Si se hubieran asomado a la ventana, en lugar de enzarzarse en otra pelea, habrían comprobado que tal vez los próximos deshielos mejoren la situación de algunas cuencas y esa aportación de la naturaleza al alivio de la escasez tendría que haberles predispuesto al acuerdo, en lugar de a la bronca.

¿Por que les llaman barones? Hasta donde yo sé, solo una presidenta autonómica disfruta de titulo nobiliario, por la vía del braguetazo, Aguirre, la marquesa consorte, a quien sin embargo se mete en el paquete de los barones, que es un título de rango inferior, aunque eso sí, a juzgar por la testosterona -–inyectada?-- que le mete a la política, a varón, no la gana nadie.

Que la conferencia de presidentes autonómicos no llegue a ningún acuerdo y se empecine en la bronca, con independencia de como llamemos a sus responsables, parece una falta de responsabilidad política.

Imaginen lo que habría sucedido en Europa si, después de la devastación de la última guerra entre naciones –me resisto a llamarla mundial, porque hubo neutrales-- los hombres públicos que se reunieron en conferencia no hubieran llegado a un acuerdo para su reconstrucción. Pues esto es igual, solo que ahora la devastación es económica, no física, pero parece que falta altura de miras y unidad de propósitos, grandeza, en un término antiguo, para acometer la reconstrucción de lo devastado.

Es posible que la reconstrucción europea fuera, además de un propósito común, un formidable negocio económico y político para los países que la patrocinaron, pero nada impide que las medidas necesarias para reconducir la economía sean también un buen negocio político, salvo la mezquindad y la miopía de quienes son incapaces de suscribir una política común en favor de la maltrecha economía y de una buena parte de la ciudadanía que sufre las consecuencias inmediatas y cotidianas de la recesión.

En un sistema democrático como el nuestro, aunque sea de listas cerradas, hay que esperar que los electores pasen factura de esas conductas políticas irresponsables, cuando llegue la ocasión.

En Copenhague, al parecer, ha habido otra bronca, que a mi me parece mas relevante. El grupo de países africanos ha abandonado la conferencia del clima porque, al parecer, los acuerdos que se están perfilando dejan fuera el Protocolo de Kioto. En este caso, la Unión Europea es la única que ha puesto dinero en la mesa de negociación para dar soporte financiero a las medidas contra el cambio climático que se proponen a esos países.

Por si fuera poco, los organizadores de la conferencia han sido incapaces de alcanzar los mínimos organizativos exigibles a un acontecimiento así. Problemas con las acreditaciones. Insuficiencia del aforo. Un desastre organizativo que ha dejado fuera del foro de la cumbre a miles de participantes.

En la página de ayer, 'Malthus', señalaba el exceso de escepticismo que apreciaba en el artículo de Matías Vallés sobre el cambio climático 'Es la población, estúpido' , ahora me veo obligado a darle, en parte, la razón. Si quienes convocan una cumbre sobre el clima, se muestran incapaces de resolver los problemas propios de la organización de una conferencia internacional, ¿como van a ser capaces de resolver los del clima?

En fin. Al parecer los responsables de que la cosa funcione son mas dados a la bronca que al acuerdo. ¿Que podemos hacer los ciudadanos? No sé. Se me ocurre, a falta de otra idea mejor, que, en todos los lugares donde se celebran elecciones periódicas, cuando se presenten los candidatos, en cuanto identifiquemos a un broncas, no lo votemos.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 15-12-09.

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