Aún está caliente la página 'EL FÚTBOL' que incorporé al Blog el 25 de noviembre, en la que reconocía esa realidad social como una de las mas serias del país, en contraposición a la degradación a mero espectáculo de la política, cuando se descuelga Laporta, president del Barça, con unas declaraciones, como mínimo escatológicas, que desmienten mi argumento.
'Están matando a Catalunya' he visto vociferar al president, en un tono demagógico, nada representativo de una de las comunidades ciudadanas mas pujantes de Europa, llámese como quiera llamarse, nación, estado federal o confederal, principado, catalunya sur, autonomía del Estado español, o lo que sea. Vista desde fuera parece una comunidad ciudadana que siempre ha mirado hacia Europa y es pionera en muchos aspectos de la vida del país, cultural, –no en vano su industria editorial es de las mas potentes— política social, entre otros, y con un activismo ciudadano capaz de sobrevivir a lo peor del régimen político de Convergencia.
Imaginen mi desilusión cuando, después de reconocer el proceso civilizador que se ha producido en el interior de la tribu de los aficionados al fútbol, que ha sabido despojarse de la violencia y el fanatismo que marcaban sus orígenes, ahora llega Laporta, quien comparte con Florentino el podio de la influencia entre las gentes del fútbol, y lo aprovecha para lanzar una proclama incendiaria que no tiene que ver con el fútbol y recuerda el discurso de los líderes que contribuyeron a la catástrofe de las repúblicas escindidas de la antigua Yugoeslavia.
Al impregnar el fútbol con el discurso espectacular de la política, Laporta les hace un flaco favor al fútbol y a la política. Al fútbol, porque perjudica la seria consistencia de una comunidad, la del fútbol, que ha hecho grandes esfuerzos para librarse de las adherencias negativas que la acompañaron en sus orígenes, los grupos ultras y los individuos violentos que llegaron al homicidio, en algún caso, y a la política porque su discurso añade un plus de demagogia a un terreno de juego sobrado de demagogia y espectáculo, necesitado de la seriedad y la coherencia
que eran privativas del fútbol, hasta que Laporta las ha vulnerado.
Está claro que, en una democracia representativa, todo el mundo tiene derecho a expresarse, pero Laporta pudo haber elegido otro foro, y no lo hizo, para lanzar su proclama en dirección al lado mas irracional de sus destinatarios.
No es una mera anécdota. Esta mañana he bajado, entre la lluvia, al Maravillas, y en un muro chorreante he podido leer 'España nos roba' , otro lema usado por Laporta en su arenga. Un lema victimario que conviene matizar. En un Estado descentralizado, es normal que existan conflictos por el reparto de los presupuestos. Cada gobierno tiene sus competencias y no se puede abominar de los impuestos centrales y luego reclamar la intervención del ejército cuando es el caso, no es coherente. Por no hablar de la evasión fiscal de esos mismos impuestos que,cuando los inspectores de Hacienda hacen su trabajo, surgen en algunas comunidades periféricas, entre ellas Catalunya.
Hay mecanismos para resolver esos conflictos. Que se usen a fondo por quienes se sientan perjudicados, pero 'Están matando a Catalunya' o 'España nos roba', son afirmaciones muy peligrosas, que pueden generar odio, actitudes excluyentes, poco cooperadoras, justo lo contrario que un país en crisis necesita. Solidaridad, cooperación, participación, desde la identidad de cada uno, en un proyecto diferenciado, pero común, es lo que cabría esperar de un dirigente tan significado como Laporta, no un llamamiento en términos dialécticos de enfrentamiento.
Ni siquiera una sentencia del tribunal constitucional sobre el Estatut, que aún no se ha producido, justifica las palabras pronunciadas por Laporta, tan fuera de contexto. Si tiene ambiciones políticas, hay foros para ejercerlas. Por otro lado, si se va del fútbol, y deja a su hermano gemelo en la presidencia del Barça, nadie lo notaría. En fin. Laporta for president, de Catalunya, primero, luego, quien sabe...
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 14-12-09.
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