EL BLOG

Hoy es el día octavo desde que el sistema operativo que soporta el blog dejó de funcionar. El informático no ha conseguido repararlo ni ha dado respuesta a mi sugerencia de comprar un equipo nuevo. Parece mas entregado a la duda de lo que tiene que hacer, que a la decisión de hacerlo. Esta tarde no ha venido.

Sobre la mesa de trabajo acumulo seis entradas que he seguido escribiendo, pensando en volcarlas en el blog cuando todo vuelva a funcionar, La foto, La prisa de Penélope, Bares II, Insigne Imbécil, El agujero negro, y esta misma, pero estoy empezando a considerar otra alternativa.

¿Y si chapara el blog, definitivamente?

Al fin y al cabo, el blog solo es para mi una rutina, unas horas al día que se pueden emplear de otra manera. ¿Porqué no considerarlo una experiencia puntual, una etapa cumplida y pasar a otra cosa?

Es cierto que el blog me ha dado satisfacciones, tener ocupadas mis neuronas no es la menor, mejorar mi técnica de escritura, y en el plano relacional, he tenido el placer de recibir muchos comentarios, entre otros, los de un director de cine, Paolo, un aristócrata consorte, el Barón de Alcahalí, y ver como otras páginas se han interesado por activar enlaces con el blog.

Los mas de novecientos artículos de su contenido, son la prueba material de que he sido fiel y consecuente con el impulso que me llevó a abrirlo. Ya he cumplido. ¿Para que continuar?. El mundo cibernauta puede sobrevivir perfectamente sin mi aportación bloguera. Así pues, ¿Que hacer?

Mi relación con el blog tenía algo de rutina adictiva. Estar ocho días alejado de ese medio me ha desligado de la necesidad de alimentarlo cada día, pero no de la necesidad de escribir. Lo mas sensato será seguir con la rutina de la escritura, sin pensar en el blog. Que el informático arregla el sistema, bien, que no, también. No voy a dejar de escribir por eso.

Hay un punto delicado, sin embargo, los usuarios. Se estarán preguntando ¿Que pasa? ¿Porqué este tío que siempre pone un aviso cuando va a suspender temporalmente su aportación cotidiana al blog, no dice nada?

Merecen una explicación. Se la doy por medio de esta entrada. El sistema operativo cascó sin darme tiempo a poner ningún aviso. Se rompió de repente, como la nevera, la cocina, la radio. Ese suceso azaroso me ha impedido comunicarme a través del blog. Si están leyendo esta entrada, es que ya está reparado. Ahora tengo que decidir que hago. ¿Sigo?, ¿Chapo el blog?

Lo voy a pensar. Ciao.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 7-07-10.