domingo, 11 de julio de 2010

LAS PISTOLAS

Fenoll, el empresario empapelado, junto a Ortíz, por el maloliente asunto de la basura oriolana, ya fue imputado por tenencia ilicita de armas. Fenoll pudo haber invocado en su defensa su afición por el cine de autor y el caracter de atrezzo de la pistola cuya posesión se calificó de ilegal.

Al parecer, nuestro Costa Gavras de la Vega Baja rodó muchos megas de película digital, siempre con el mismo argumento, relatos de cine negro protagonizados por políticos Populares de Heliópolis, y ahora esa cinemateca hace las delicias de los jueces, tan divertidos con su visionado, que han tardado algo mas de dos años en pasar a la acción.

Se cuenta en la prensa que Ortíz, el empresario que, en un alarde de cinismo que supera el mío propio, ha declarado, que bien que he salido en los periódicos, así la imagen de mi empresa se extenderá mas, al parecer guardaba otra pistola en su caja fuerte. Se ve que ambos, Fenoll y Ortíz, son conscientes de vivir en un mundo peligroso.

Imagino a Fenoll, en una de sus aventuras cinéfilas, apuntando a Ortíz para que saque de su caja fuerte un legajo con papeles comprometidos, y a este echando mano a la pistola y disparando al chantajista, mientras el regidor grita, corten!, y ordena repetir la toma.

Fenoll y Ortíz compraron los terrenos de la planta de basuras oriolana antes de su adjudicación. A nadie debe extrañar que, si piensas optar a una contrata, anticipes las inversiones necesarias para ello. Que se la adjudicaran después a uno de ellos tampoco tiene nada de raro, pues se adjudican contratas a quienes acreditan los medios para cumplirlas.

Hasta aquí, todo parece normal y legal, pero hay un punto oscuro. ¿Como te enteras de los metros que debes comprar y de su ubicación, mucho antes de que se hagan públicas las condiciones del concurso? Información privilegiada.

En este país, no hace tanto, en términos históricos, la información era el privilegio de unos pocos, porque la mayoría de su población era analfabeta. El esfuerzo que hicimos para superar esa lacra, para aprender a leer y escribir, pareció que nos iba a situar a la altura de otras democracias europeas, vencido ya el atraso secular. Sin embargo, aunque ahora los periódicos están al alcance de cualquiera, sigue habiendo papeles secretos en los cajones de las adminisitraciones, a los que solo tienen acceso los empresarios con pistola. O sea, información privilegiada.

Siguiendo con la evocación cinematográfica, esta descarnada realidad de la corrupción política extendida en Heliópolis, nos lleva al escenario de Chicago en los años treinta, superando la metáfora siciliana, inducida por el calor, de la entrada de ayer.

Cualquiera habrá visto las imagenes de la patrulla de Eliot Ness, hacha en mano, vulnerando la entrada a las cerveceras ilegales y al alcalde esposado por agentes federales. No entiendo porqué Rajoy se rasga las vestiduras pues, como dejaron bien claro aquellos relatos, la corrupción local solo puede ser atajada con una enérgica intervención federal.

Las fuerzas mafiosas que gobiernan la comunidad de Heliópolis no se privan de otorgar contratos formalmente legales, manchados por la ilegalidad en su origen, controlan con mano férrea y censora la televisión pública autonómica, y encima, Rita Barberá, nuestra autoritaria alcaldesa, y sus subordinados, se permiten practicar amenazas, mediante la coacción de la identificación, a los ciudadanos libres que ejercen su derecho a la crítica públicamente.

Sabemos, por la experiencia histórica de Chicago, que la lacra de la corrupción que afectó a esa ciudad, solo se erradicó con la enérgica intervención federal.

Rajoy solo tiene dos opciones. Actuar el mismo como agente federal para poner orden entre sus propias huestes, o dejar que otros lo hagan y perder las elecciones.

Espero que opte por esta segunda alternativa.

En fin. Las pistolas.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 9-7-10.

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