miércoles, 21 de julio de 2010

LA BEL.LA POLÍTICA

Ayer vi, en la sala que acostumbro frecuentar una tarde a la semana,'Baaria', una película de Giuseppe Tornatore, el director de 'Cinema Paradiso' que regresa a su memoria lírico costumbrista siciliana, esta vez, con perdón, con un metraje excesivo.

En la película, un moribundo agoniza repitiendo una frase que me causó una honda impresión, La política es bella.... La política es bella. Tantas páginas dedicadas en el blog a la fealdad de la política, me han hecho olvidar que la política puede ser una de las mas nobles actividades humanas.

Sin la entrega generosa de tantos al lado mas noble de la política, el de la tarea altruista para mejorar la vida de los demás, ahora no tendríamos transporte público, ni atención sanitaria,derechos sindicales ni educación pública, y la relación entre los políticos y quienes no lo son, no se establecería a través del sufragio, sino que tal vez estaría aún marcada por el vasallaje.

El ejercicio de la visión crítica de los acontecimientos sociales y políticos, de los personajes que solo vislumbramos a través de los medios de comunicación, va dejando un rastro en la mirada crítica semejante al que producen algunos trastornos oculares, y si no cambias el enfoque de vez en cuando, acabas incapacitado para percibir el lado noble de esa actividad, que a tantos apasiona, bien desde su ejercicio, o desde su contemplación distante.

La estrecha relación entre política y medios de comunicación, el hecho periodístico de que sea mas noticia la conducta reprobable de unos cuantos que, presionados por unos intereses determinados, deciden cruzar la línea que separa un ejercicio responsable al servicio de quienes les han legitimado con sus votos, para tomar decisiones con motivaciones oscuras, hace invisibles a los mas numerosos que están al margen de trapicheos, componendas y fraudes.

Muchos están en esa brega, por un amor apasionado a su oficio, y como el agonizante de Tornatore, sienten que la política, 'E bel. la' porque les permite llevar a la práctica ideas generosas por las que han luchado desde su primera juventud, con las limitaciones lógicas en una sociedad plural y compleja, donde las ideologías suelen acomodarse a la relación de fuerzas, y a la diversidad de las preferencias reveladas por los ciudadanos.

Esa hermosa palabra, política, prostituída solo por algunos, tiene unas viejas y hondas raíces culturales, que ahora no voy a recrear, porque mi ignorancia del mundo clásico es abrumadora y no me apetece disimularla con la ayuda de Wikipedia. El hombre, todos los hombres, viven inmersos en la política, de una u otra manera, y proclamarse apolítico es como reonocerse marciano.

En mi familia, que yo sepa, no ha habido ningún político profesional, pero ninguno de sus miembros ha sido ajeno a la política. Uno de ellos estuvo condenado a muerte, fue indultado y once años encarcelado, y esas vicisitudes, ligadas a los acontecimientos históricos de este país, no puede decirse que fueran ajenas a la política. Los cargos políticos que desempeñó,comisario de abastecimientos y gobernador, al servicio del gobierno de la República, lo fueron en la interinidad marcada por la guerra, y cuando esta concluyó, volvió al ejercicio de la política clandestina como secretario general de un partido sumergido, hasta que fue detenido,
¡cuatro años después del final de la contienda!. Esto si que daría para una película.

Otro miembro de la familia, pasó dos tercios de su vida en el exilio, del que nunca regresó. Estos testimonios parecen indicar que la política 'E bel. la', pero tambien que puede ser especialmente trágica, como lo ha sido, históricamente, en este país.

El hecho de que ahora, en la normalidad democrática, la lacra de la corrupción política nos empuje, a unos mas que a otros, a ver esa noble actividad con las anteojeras de la fealdad, solo demuestra la asimetría entre la realidad, y la percepción, deformada, que tenemos de ella.

La política es bella, a pesar de algunos políticos, y no deberíamos --yo el primero--
caer en el error óptico de la generalización, porque esa visión es injusta con los miles de personas que creen en ese oficio, lo ejercen o lo observan, y tienen memoria histórica suficiente para saber que les debemos un homenaje permanente a todos aquellos que hicieron de la política, en el mas noble sentido, la razón de su vida, para que las generaciones actuales disfrutemos de unas instituciones que la imperfección humana hace a veces imperfectas, pero que son la fuente de las libertades y los derechos sociales que respiramos como si fueran normales, que nos han sido legadas por generaciones enteras de luchadores políticos que no hicieron de ese oficio, de esa pasión, una ocasión de enriquecimiento personal ilícito.

Es posible que, ahora mismo, en un mundo plagado de incertidumbres, la percepción de
la belleza ética de nuestra política mas doméstica, esté en el nivel mas bajo de los últimos treinta años, pero ese es un problema que tiene solución a través de la regeneración de la política y los políticos. Solo hay que utilizar con convicción informada y sentido común el sufragio, ese instrumento político que nos legaron generaciones anteriores.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 21-07-10.


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