domingo, 18 de julio de 2010

LOS TRES MOSQUETEROS

En la novela de Dumas, los tres mosqueteros son personajes altruístas que defienden la legalidad, frente a las intrigas del cardenal Richelieu. En el culebrón político que se escenifica cada día en Heliópolis, la tríada Fabra, Camps, Ripoll, este último presidente de la diputación de Alicante, que parece la Cueva de Alí-Babá, donde las basuras se acumulan como si fueran tesoros, y los ladrones llamados por los jueces llevan camino de acercarse al número de cuarenta, es la protagonista de las intrigas, en lugar de defender la legalidad, que es para lo que se supone que tienen cargos políticos de responsabilidad.

Fabra está imputado por varios casos de fraude fiscal, que al parecer habrían prescrito, dadas las intrigantes maniobras en esa dirección del imputado, de no ser porque el Ministerio de Hacienda practicó las oportunas denuncias, antes de su prescripción.

Defraudar al fisco podría ser calificado, con frivolidad, de deporte nacional, de no ser porque ahora mismo el gobierno de la nación está exigiendo a todos los españoles un esfuerzo solidario para salir de una situación cada día mas insostenible. En una situación así, el delito fiscal toma otro cariz, y sus penas deberían ser asimiladas a otras mas severas.

Fabra ha traicionado la confianza de todos los españoles, de sus votantes, de su propio partido y es evidente que ya debería haber sido expulsado de todos sus cargos, pero Rajoy-Richelieu, tiene un sentido cardenalicio de la justicia poética, y la parsimonia es su modo de administrarla.

El muy inefable Camps, viendo venir que las tribulaciones del mosquetero Ripoll podrían ser las suyas, intenta una maniobra de aproximación y apaciguamiento de las viejas rencillas, apelando al compañerismo entre compañeros de armas, buscando en la unidad su propia red, para dulcificar su caída.

El mas tocado de los mosqueteros parece ser Ripoll, pero este culebrón cambia todos los días, y desde fuera de las intrigas, chanchullos y deslealtades que pueblan el escenario, sería temerario especular sobre quien va a salir mejor librado del enredo.

Quien tiene la clave del final de la tragicomedia es Rajoy-Richelieu, pero desde su flema gallega, es dificil suponer que tenga otra opción que dejar que los asuntos se pudran, y tratar de minimizar los daños para salvar lo que pueda del caladero de votos que el Partido Popular tiene en Heliópolis.

De lo que no hay duda alguna es de quien es el perdedor en esta farsa bufa. Al final, las intrigas de unos y de otros, de la tríada Fabra, Camps, Ripoll, habrán producido, algún día lo sabremos de fuente judicial en forma de sentencias, una cadena de agujeros en las cuentas públicas, una perversión del tejido empresarial
local, condicionado por el clientelismo y la arbitrariedad; el cachondeo y la burla de cualquier observador que vea, desde fuera, en que se han convertido las instituciones de la Comunidad, y nada de eso parece que sea lo que los ciudadanos podían esperar del ejercicio de la política en una situación de crisis.

Si, quienes observan esta comedia desde la cercanía que supone residir aquí, no sacan conclusiones que reconsideren la dirección de su voto, la debilidad de la oposición no será motivo suficiente para justificar su inmovilismo. Todos los partidos que están fuera del gobierno padecen de esa debilidad, pero luego cuando acceden a el, se fortalecen, a veces para mal, como ha ocurrido, claramente, con las siglas que cobijan a nuestros tres mosqueteros, Fabra, Camps, Ripoll.

Hay quien de más motivos para un cambio en la orientación del voto, en esta Comunidad, sea en la dirección que sea.? De momento, los sondeos, no se enteran.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 18-07-10.

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