miércoles, 22 de septiembre de 2010

ALTERNANCIA

Las mejores organizaciones, empresariales, financieras o institucionales, las que mejor funcionan, son aquellas que no dejan calentar la misma silla durante demasiado tiempo a sus mejores hombres, a los que promocionan en diversos destinos. Si son los peores, a esos los echan. La acomodación en un mismo sillón durante demasiado tiempo tiene unos efectos perversos en los resultados de la función que ejercen los acomodados.

Hay excepciones. Cuando el horizonte temporal de los objetivos alcanza mas allá del corto plazo, la permanencia de los responsables de alcanzarlos puede estar justificada, pero nunca mas allá del cumplimiento razonable de esos objetivos.

Los electores de este país lo entendieron así cuando, después de la transición, confiaron durante varias legislaturas la modernización del país, que era un país todavía a medio hacer, a los socialdemócratas. Cumplido el objetivo, cuando empezaron a aflorar los inconvenientes de una larga permanencia en el poder, los echaron.

Hay dos comunidades en este país, la andaluza, y la que acostumbro a llamar Heliópolis, que presentan todos los síntomas de agotamiento de una larga prolongación del poder político en sus gobiernos, sin que sea visible ningún impulso, ningún plan a largo plazo que justifique esa prolongación de los mandatos.

En particular, en Heliópolis, son visibles todos los vicios de ese poder acomodado
sin que las ventajas, que tal vez las hubo, sean ahora visibles en su gestión. Y sin embargo, ni en Andalucia, ni en Heliópolis, los electores parecen conscientes de ese agotamiento, de esa fatiga, de esos vicios, que cargan de negatividad la gestión de la cosa pública.

A menudo leo en los periódicos argumentos que explican ese inmovilismo del electorado por la ausencia de una alternativa creíble, ilusionante. La fragilidad de la memoria electoral es sorprendente. Ningún partido en la oposición, antes de alcanzar el poder, ha dado sensación de fortaleza, de credibilidad suficiente para ganar la confianza del electorado. Han sido las debilidades, los errores, el agotamiento, en definitiva, de quienes gobernaban, los factores que han decantado los votos en favor de la oposición.

Es humanamente imposible que, tanto en Andalucía, como en Heliópolis, después de tan largos periodos de gobierno autonómico sin alternancia, no hayan crecido las malas hierbas derivadas de la práctica de calentar la misma silla durante demasiado tiempo. De hecho, los periódicos están llenos de noticias que aluden a esos brotes podridos que crecen por exceso de inmovilismo.

Siendo la alternancia, sobre todo en el ejercicio del poder político, una fuerza renovadora potente, de hecho, la única capaz de ventilar el polvo de debajo de la alfombra, de abrir las ventanas para que entre el aire fresco y se iluminen las oscuridades de los palacios del poder, me pregunto como es que los electores de Andalucía y Heliópolis todavía, según las encuestas, no han tomado cumplida conciencia de esa necesidad.

Hay situaciones en las que la realidad política de las comunidades ciudadanas, parece exigir mas atención a la necesidad de regeneración del tejido político, gastado y enfermo, pero los prejuicios ideológicos se imponen a esa realidad.

Las democracias maduras y consolidadas por el largo tiempo de su ejercicio, están mas cerca de ese voto desprejuicidado, la nuestra, apenas tiene unos decenios, y una historia de conflictos todavía reciente. Es posible que esa condición, todavía pese
en las inercias del electorado. De otro modo, no es muy comprensible que una buena parte del electorado no castigue los vicios y debilidades del partido de la derecha
en Heliópolis, después de haber dado tantas muestras de ser una organización agotada
y descompuesta por una excesiva permanencia en las sillas de sus representantes electos.

Es posible que haya llegado el momento de que quienes solo tenemos el poder del voto, consideremos la función higiénica y democrática de la alternancia, por encima
de nuestro inmovilismo ideológico. Es una opinión.

En fin. Alternancia.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 22-09-10.

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