EL PRECEPTOR

El magazine de 'Levante' publica hoy una larga entrevista al sociólogo francés y gran conocedor de los sistemas educativos de cada país europeo, François Dubet, que he leído en su integridad. El texto contiene tres ideas que me han parecido especialmente esclarecedoras. 'El mejor modelo es el de la pedagogía individualizada', es una de ellas.

He aquí una afirmación que evoca la figura del preceptor, aquel personaje ilustrado que se personaba en las casas palaciegas para desasnar a los cachorros de las familias aristocráticas. A veces eran varios, porque en los salones de París --en los de aquí, menos--no se podía estar a la altura sin una formación ecléctica que incluyera las artes, la música, las letras y las ciencias.

Después vino la revolución industrial y la masificación de los sistemas educativos. La escuela física se concibió como un remedo de las fábricas textiles que concentraban en sus salas industriales a los antiguos artesanos tejedores que tejían en sus casas, y desde entonces se busca una fórmula que concilie el número de alumnos
con la calidad de su aprendizaje, sin acabar de encontrarla, porque nunca se puede llegar al ratio 1/1, característico de la figura del preceptor. Dubet considera que el sistema escolar francés, como el español, funciona como una refinería de petróleo,
lo que no se aleja demasiado de mi imagen de fábrica, pero añade además la función de separación de los desechos, para obtener productos energéticos mas nobles.

Es cierto que la educación era en ese tiempo, el del preceptor, algo exclusivo de las clases aristocráticas, y que ahora llega a todo el mundo, pero, al parecer, ningún sistema educativo europeo --en opinión de Dubet, el finlandés, si-- consigue
un uso óptimo de los recursos, y la aplicación de esos recursos a disminuir las desigualdades de partida de los alumnos.

Quizás por esas limitaciones de la escuela actual, algunos padres se niegan a enviar allí a sus hijos, y asumen ellos la vieja función histórica del preceptor, en sustitución de la escuela masificada y conflictiva.

Según Dubet, 'la verdadera cuestión, y lo constato diariamente, no es si faltan medios sino que se hace con los medios'. Analicemos una parte sustancial, los medios humanos. Carezco de una experiencia extendida, pero tenga cerca, en mi propia familia, dos profesores de secundaria, y los veo mas preocupados por cuestiones de horarios, por escaquearse en el reparto de las clases mas conflictivas, que por contribuir con su aportación personal al éxito del proyecto educativo.

No pretendo que esas actitudes sean generalizables al conjunto del profesorado, seguro que hay vocaciones pedagógicas muy nobles entre el elenco de profesores. La cuestión es cuales son las actitudes predominantes, que efectos tienen esas actitudes
en el conjunto del sistema, y si son, o no, el reflejo de un desinterés de los responsables políticos sobre la importante cuestión que señala Dubet, 'que se hace con los medios'.

Afortunadamante para los alumnos, la vida no termina en la escuela, mas bien empieza en la escuela, y las oportunidades de formación personal no se agotan en los currículos académicos. Hay un sinfin de oportunidades formativas esperando a quienes
sientan la necesidad de aprender, a pesar de las limitaciones de unos sistemas educativos que no acaban de perder la condición fabril de sus origenes.

Lo que mas me sorprende de todo esto es la afirmación de Dubet, 'El mejor modelo es el de la pedagogía individualizada'. Es decir, el Preceptor. Para que luego diga Gil Calvo que el pensamiento debe moverse en diagonal, como una flecha, hacia el progreso indefinido, porque la circularidad no conduce a nada. La realidad, en cambio, no renuncia a la circularidad. Después de mas de dos siglos de intentos de encontrar sistemas educativos eficientes, hemos de volver la mirada hacia el Preceptor, para encontrar inspiración en esa figura que se personaba en las casas palaciegas, para desasnar a los cachorros de la aristocracia.

En fin. el Preceptor.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 19-09-10