viernes, 18 de noviembre de 2016

AVISOS Y ESPANTADAS

"Nos vamos de finde, con Lola y Antoni, a Aras de los Olmos, antes Aras de Alpuente. Lola ha reservado alojamiento en un complejo hotelero rural que ofrece diversas alternativas habitacionales. Hemos elegido una cabaña de madera porque, en otra experiencia viajera con otros amigos, en Bronchales, lo probamos y nos gustó. Estuvimos muy calentitos en aquella cabaña equipada con radiadores, y hasta encontramos níscalos, sin salir de la zona donde residíamos.

Sospecho que en Aras, si vemos níscalos, será solo uno. Mis 'Amigos Ingobernables' están informando toda la semana, a través de los mensajes y vídeos que envían cada día al móvil de mi mujer, de la escasez de la cosecha de rebollón en todas partes, hasta el punto de que han suspendido la salida que tenían prevista, pues han recibido información de los lugares a los que pensaban ir, no hay hongos, no bay ná de ná.

Ayer vi rebollón en un puesto del mercado de Russafa, a 25 pavos el kilo, de un tamaño próximo a la insignificancia. No me atrevo a atribuir la mala cosecha de hongos a la falta de lluvias, quizás a causa de los efectos aquí del cambio climático, porqué Trump, el nuevo gurú del clima y de la política de fronteras, ha dicho que lo del cambio climático es un cuento chino. O sea, una aviesa política del gobierno chino para restar competitividad a la industria estadounidense, por medio de las trabas que imponen, o tratan de imponer, en las conferencias sobre el clima. No sé. Oigo tantas cosas que, entre unos y otros, no me aclaro.

Lo que es seguro es que el tiempo en Aras de lo que sea, aunque no va a llover, dará una mínima de tres grados por la mañana, y que las máximas allí, estarán entre once y trece grados, o sea que, ya estoy empezando a preparar el equipaje, y he optado por unos calzoncillos pulgosos, de esos que cubren desde los hombros hasta los talones, 'per si de cás'.

Lola y Antoni pasarán a recogernos en su Chevrolet americano de color naranja y en apenas una hora llegaremos a nuestro destino, aunque queremos dedicar el tiempo a recorrer la comarca, sin excluir comer en Casas Bajas, en un restaurante que me ha recomendado Isa, cuando ha venido a molestar a la terraza de La Fuente, con lo bien que estábamos Cármen y yo, solitos.

Yo le confesaba a Cármen que hoy he soñado, cuando estaba en la duermevela, con lo que me dijo ayer al despedirnos, 'hasta mañana', parece una expresión tópica, pero yo lo tomé como una promesa que aseguraba otra hora con Cármen, en La Fuente, al día siguiente, como así ha sido.

--No sé lo que me pasa contigo, que no me pasa con Isa, si algún día, por lo que sea, no vienes a desayunar aquí, no me siento completo, me falta algo, me faltas tú.

En cambio, hoy le he dicho a Isa, un poco harto de su suficiencia en materia de gastronomía viajera, 'Tú crees saberlo todo, pero solo sabes la mitad de lo que crees saber', un poco fastidiado, no tanto por su tono engreído, sino por su presencia con nosotros porque, cuando se ausenta, estamos mucho mejor, al menos yo. No obstante, pienso que iremos a Casas Bajas a comer porque, como ha argumentado Isa, ella solo presume de lo que sabe por haberlo aprendido de su experiencia. De lo que no conoce, por no haberlo experimentado, nunca habla.

Dedico este aviso a los usuarios del Blog para que sepan que, ni mañana, ni pasado, habrán entradas nuevas, porque yo no soy de portátiles.

Al contrario de lo que suelo sugerir en estos avisos, que dediquen su atención a las entradas más antiguas del blog, algunas son de las mejores que he publicado, en esta ocasión sugiero que se fijen, que reléan, las entradas de noviembre, 18 entradas en 18 días transcurridos de este mes tan especial.

Noviembre es un mes especial, al menos para mí, porque tiene dos características estacionales que los demás meses del año no tienen. Por un lado, es la época del año en la que se desata mi creatividad a niveles mas altos que en cualquier otro momento del año.

Es un efecto de las variaciones estacionales que afectan, no solo a mi ánimo creativo, sino también a mi personalidad cambiante, hasta el punto de que estoy más locuaz que nunca, y eso vale para el blog, o para conversar con extraños en una parada de autobús.

Algo que no me sucede en verano, cuando los calores me estragan el cerebro y reducen mi actividad intelectual? a la mitad. La otra nota estadística que distingue al mes de noviembre, lo pueden comprobar en los archivos del Instituto Nacional de Estadística, es que la gente se muere más en noviembre, o dicho de otro modo, los índices de mortalidad poblacional son los mas altos del año.

Fijénse en su barrio y verán que sus vecinos fallecen más en este mes. Yo aprendí esta rareza de noviembre, sin consultar los datos del INE y sin fijarme en la vecindad.

Fué cuando trabajé con Ramón Vivó, alias Panderola, quien tenía una empresa de ambulancias, de alquiler de coches para bodas y de pompas fúnebres. El negocio funerario facturaba más en noviembre que en el resto del año, sencillamente porque la gente se muere más, sí, en noviembre.

Ramón, si estás por ahí un saludo, y gracias otra vez por prestarnos a Encarna y a mí aquel Buick americano, por la cara, el día de nuestra boda, creo que fue en el sesenta y seis, ya hemos hecho los primeros cincuenta años de casados y lo celebramos por todo lo alto con un banquete familiar en un resort de Pinedo.

¿Ven como estoy más locuaz en noviembre que en verano?. En verano habría dicho, "Nos vamos de finde, durante un par de días no habrá entradas nuevas, recomiendo distraerse con las antiguas. Un saludo cibernauta. "

Pues eso.

En fin. Avisos y Espantadas

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 18 11 16.

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