viernes, 4 de noviembre de 2016

SMOKE II

"Soy un fumador impenitente, hasta el punto de que la última vez que visité a la neumóloga, para pedirle consejo y tratamiento para mi obstrucción (parcial) crónica pulmonar, mas conocida como Epoc, y me preguntó si estaba dispuesto a dejar el tabaco, al contestar yo, estoy en ello, se ve que advirtió un matiz irónico en mi respuesta y me mandó a tomar por el culo.

Exactamente, dijo, no vuelva por aquí si no piensa dejar el tabaco, que lo atiendan en su ambulatorio pero, aquí, no vuelva.

Mi historial de fumador no es distinto de los de otros hombres, o mujeres, de mi edad. Cuando yo empecé a fumar Bisonte, ellas se iniciaban con Piper, un tabaco más atractivo para ellas por su aroma y su contenido en mentol. En los guateques de la época, con música de Nat King Cole, Modugno, Los Bravos y todo lo demás, estaba muy bien visto fumar, entre otras cosas, porque era un signo de haber llegado a una edad en la que la pulsión sexual empezaba a aflorar.

Por no hablar de la exitosa campaña de marketing para el consumo masivo de tabaco, que se realizaba diariamente en las salas de los cines de barrio, en aquellas películas en blanco y negro de la época, la más emblemática, Casablanca, con Humphrey Bogart en el papel de máximo representante de las tabaqueras, en aquel bar de Rick.

Después de aquello, seguí fumando, aunque no tanto como ahora, creo recordar que un paquete de Ducados, negro, me duraba un día. Probé el tabaco en pipa, pero mis dientes roían demasiado la pipa y acabé por dejarla. También fumé puros, recuerdo que cuando trabajé con Juan el del yate --ya te pagaré..-- hice una visita al director de Caja Castilla La Mancha, en Mislata, con un enorme Cohiba en la boca.

Desde que vivo en el júbilo de no hacer nada, en términos laborales, me he pasado al rubio, he transitado por diversas marcas hasta aterrizar en lo que antes se llamó Brooklin, y ahora se llama West. Recientemente, aconsejado por C. con quien tomo café a diario en la terraza de La Fuente, me he pasado al paquete azul, con menos nicotina, pero ese cambio ha tenido un efecto de rebote indeseable.

Al parecer, los receptores cerebrales que gustan de la nicotina, están acostumbrados a su dósis diaria, y si te pones a fumar unos cigarrillos que contienen menos, pues te hacen fumar una mayor cantidad de cigarrillos al día porque ellos quieren, están en su derecho, su dósis.

Hasta ahora, no me había preocupado demasiado, porque la cantidad de tabaco azul que consumía, era igual que el rojo, cuarenta cigarrillos diarios. La alarma ha saltado esta mañana, cuando, a las once de la mañana, había consumido el paquete entero que compré a las ocho.

Una idea absurda ha iluminado mi cerebro para frenar estos excesos. Hace algunos años, en un viaje de trabajo a Barcelona, compré unos paquetes de cigarrillos elaborados a base de hierba de tusílago, un antitusígeno muy saludable. Los compré en una herboristería de Maurice Messegué. Durante un tiempo estuve fumando tusílago, hasta que mi mujer se quejó, porque las cortinas hacían un pestazo a marihuana que te cagas. Sí, el tusílago huele así.

No recuerdo si fué por esa queja, o por otras causas, soy de temperamento variable, dejé el tusílago. Esta mañana, al ser consciente de la aceleración de mi consumo de cigarrillos bajos en nicotina, eureka, me he acordado del tusílago.

He llamado a la Herbosristería Navarro, de aquí, pero me han dicho que ya no se distribuye, desde que Hacienda impuso la obligación de gravar ese producto como si fuera tabaco ordinario, los distrbuidores ya no se interesan por el producto.

Una vez intenté dejar el tabaco con ayuda de una psicóloga, me costó seiscientos euros, pero solo conseguí cambiar de marca. Ahora tengo, de nuevo, la oportunidad de cambiar nicotina por tusílago,  y a los receptores cerebrales que les den por el culo.

Maurice Messegué, lo he mirado por Internet, aún existe, pero tiene su central en Madrid. No sé si aún elaboran aquellos cigarrillos, ni como los distribuyen, ni si se pueden comprar por Internet, allí, o en algún otro sitio.

Hoy tenemos comida familiar, tengo que acabar para hacer la pasta de las croquetas. Afortunadamente, viene Jordi, el genio de la informática, seguro que el sabe buscar para saber como conseguir los cigarrillos de tusílago, ú otros parecidos.

Si es así, dejo el tabaco para siempre, pero no dejaré de fumar cigarrillos de hierba, para contentar a mis tontos y gastados receptores cerebrales, aunque tengamos que cambiar las cortinas cada dos meses, por el pestazo a marihuana que dejan."

En fin. Smoke II.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 4 11 16.

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