"Esta mañana, cuando Encarna ha descolgado el teléfono fijo para llamar a una amiga -sí, este par de vejestorios aún conservan un teléfono fijo del año de la pera, aunque Encarna tiene un móvil de última generación, y se pasa las horas con el 'guasap', o como se llame, y yo tengo un viejo Nokia casi tan antiguo como el fijo-- había una llamada perdida.
Una voz algo metálica le ha dicho a Encarna, suponiendo que ella era yo, que ha sido cancelada mi visita a la doctora Palop,
prevista para hoy a las 14h.
La voz de ultratumba ha dado un número de teléfono para llamar allí y concertar otro día y hora. Encarna me ha pedido un boli para anotar ese número, pero lo ha anotado mal y cuando hemos llamado ha resultado ser la oficina de una casa de pompas fúnebres.
Ningún problema, he echado mano de la cartera y allí estaba la tarjeta de la doctora, con su teléfono.
He llamado y la enfermera que se ha puesto, después de darme las gracias por llamar, me ha citado para el próximo jueves a las 15,30, después de comentar que la cancelación de hoy se debe a que la doctora debía estar en otro sitio, fuera de la consulta, a la hora de la anterior cita.
Nos ha venido de perlas esa cancelación, porque el plan para la mañana de hoy se había vuelto demasiado complicado. Encarna, gimnasia, luego mercado, después agencia de viajes, luego médico...demasiado, no?
Así, hemos disfrutado de una mañana más tranquila.
Mientras Encarna hacía sus evoluciones y piruetas en gimnasia, yo he ido a tomar una manzanilla doble --de hierbas, no el vinillo andaluz-- a un centro de mayores de Monteolivete. Me he largado enseguida a recoger a Encarna porque la camarera hacía gala de una hiperactividad extrema, mucho más que la mía, --donde va a parar-- sirviendo con inusitada rapidez a los viejos, fregando tazas y platos, y dando consejos a todo el mundo en voz alta, todo a la vez. Algo fatigoso, muy fatigoso de contemplar.
Hemos tomado el 35 y nos hemos ido al mercado de Russafa. Allí, Encrna se ha recorrido, sin dejar uno, todos los puestos de carne del mercado, para conocer los prcios del cordero en cada sitio, para al final ir a parar a nuestro carnicero de siempre, Rafa. Dos espalditas de cordero pra congelarlas hasta Nochebuena, 24 pavos. Bien, no?.
Luego nos hemos ido a un paqui, en un chaflán de la calle Vivóns, en el cogollo de Russafa. Un establecimiento más grande de lo que suele ser habitual entre estos comerciantes. Persimons, chirimoyas, ciruelas, naranjas, mango..total 4 euros. Vivan los paquis!
Por fin, hemos recalado en viajes Fina, donde Sara nos ha atendido con la amabilidad de siempre. Después de una media hora hemos salido con dos folletos de diferentes viajes por toda la península, que, antes de perder el primer texto de esta entrada al pulsar dos teclas a la vez, he descrito con detalle, cosa que no voy a hacer en este segundo intento.
Solo diré que se referían a prácticamente todo el territorio nacional, norte, sur, este y oeste.Como he dicho en otra página, Antoni, Lola, --nuestros mejores amigos, bueno, los únicos-- Encarna y yo hablamos durante la cena de la semana pasada aquí en casa, de hacer un viaje juntos el próximo puente de diciembre, pues Lola dispone además en su trabajo, de unos días negros.
Mi mujer y yo habíamos hablado de llamar esta noche a Lola y darle la información obtenida para ver qué les interesa. Bueno, resulta que, cuando le he pedido a mi mujer los folletos que he citado con detalle en la versión perdida de esta página, me ha sorprendido al decirme que ha fotografiado la parte de los folletos que le ha parecido de interés y se la ha mandado a Lola por 'guasap', que no hace falta llamarla, ya llamarán ellos cuando hayan estudiado el asunto.
O sea, que Lola y Encarna, nuestras mujeres, muestran, claramente, un nivel tecnológico muy por encima del de sus maridos. Ninguna novedad, yo ya lo sospechaba. Parece que lo de nuestro viaje el puente de diciembre va en serio, así descansaré del blog unos días.
Pues nada, lo dejo, hemos de ir a Mercadona a por un montón de cosas. No les voy a aburrir con esa lista de cosas, solo comentar que ayer tarde, en la sección Gourmet del Corte enontré un vino elaborado y emboellado por alguien de la aldea
de la sierra donde tenemos una casa, hace demasiado tiempo que no vamos por allí. 19 pavos, un bobal, me pareció caro, pero lo compré porque en la etiqueta aparece el nombre de ese lugar.
En fin. La Cancelación
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 27 11 17.
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