viernes, 3 de noviembre de 2017

LAMELA

"He visto tres debates televisados, he escuchado dos programas radiofónicos y he leído siete periódicos, con la intención de formarme una opinión, más o meos personal y equilibrada, sobre el suceso que tiene en vilo al país, el encarcelamiento, por medio de una órden judicial de la magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, de nueve políticos catalanes, ex miembros del gobierno de la Generalitat, incluído Oriol Junquera.

No lo he conseguido, elaborar algo parecido a una opinión, la disparidad de opiniones escuchadas, unas en favor de los reos, otras en favor de la aplicación del derecho penal, (aplica el derecho sin mirar a quien), unas reivindicativas del soberanismo, otras favorables a los partidos que apoyan el statu quo constitucional, me han dejado algo confuso.

La verdad, me he sentido rebasado por la complejidad del asunto, sin claridad suficiente para manifestarme nn uno ú otro sentido. hasta que, cuando hemos ido mi mujer y yo a planchar a casa de mi hija en la pedanía de El Saler, como la que plancha es ella, yo he ido al quiosco a comprar 'Levante' y, mientras tomaba un café del tiempo en Ca' Pepe, de un tiempo cojonudo oiga, 24 grados, un sol más potente que las nubes, menudo día primaveral, con razón dicen algunos que esta es 'la millor terra del mon', al leer el nombre de la jueza, Lamela, en la entradilla del titular de la primera, se me ha abierto en mi memoria el farolillo de otro conflicto, también protagonizado por Lamela, aunque, en este caso, otro Lamela.

 Recuerdo con claridad el tremendo conflicto que montó Manuel Lamela, en su condición de Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, o sea, otra de las ranas de Esperanza Aguirre, cuando por medio de sus privatizaciones salvajes y su oposición con amenaza de cárcel a los médicos que respetaban la Eutanasia como una decisión personal, puso en pié de guerra a la Sanidad Pública madrileña, con protestas, mareas y manifestaciones que se prolongaron durante años, generando montones de imágenes de televisión que acompañaron aquellas tensiones, que dejaron una huella en los archivos televisivos mucho más extendida que el conflicto catalán soberanista.

Al asociar el nombre de la jueza, con el de aquel Lamela, me he dicho, ya está, tengo la clave de lo que está pasando, esta Carmen es del mismo clan familiar que aquel Manuel, llevan en la sangre la tendencia a producir conflictos por encima de lo que es sensato, normal.

Pues no, la oportuna consulta en WP me aclara que el segundo apellido de Carmen Lamela, es Diaz, y no aparece vinculación con aquel Manuel. Además, al menos en una de las consultas realizadas se afirma que Carmen es una magistrada a la que se atribuye un pensamiento progresista, cosa que no se puede decir de Manuel, para nada.

Descontada esta hipótesis, he intentado investigar otra, relacionada con la etimología de ese apellido, Lamela. Me he aventurado con la idea de que, tal vez, los ancestros de los Lamela, se apellidaban con tilde, y luego tunearon el apellido, quitando la tilde. Lámela, o sea, chúpamela, pudo ser ese apellido en su origen, pero no he podido verificarlo en ningún foro especializado.

De todos modos, no me voy a privar de un saludo a Lamela, chúpamela. Ahora voy a relatar un suceso cierto, con el que hubiera abierto esta página, pero por congruencia con la actualidad noticiosa lo dejo para el final.

Esta mañana, a las siete y media, he bajado al Maravillas. MIentras tomaba un café en taza, con el asa a la derecha, se ha producido un altercado en la calle. La marquesa de las tierras florentinas y su yerno, se han peleado con mucha violencia. Bueno, en realidad ha sido la marquesa la que ha golpeado con saña, empujado e insultado a su yerno. El chico se iba retirando para huir de las bofetadas, los empujones, mientras algún vecino se asomaba a la ventana al oir los gritos a esa hora tan temprana.

La cosa no ha ido a más, al final la marquesa se ha retirado, y su yerno se ha quedado solo en una mesa de la terraza.En unos minutos, han aparecido dos policias nacionales, avisados por algún vecino. Provistos de una libreta y boli, han interrogado a los presentes.

El agredido, les ha dicho que solo han dado unas voces, que no ha pasado nada, y los agentes se han retirado, sin más. Y ahora viene la moraleja, si uno de los agentes se hubiera apellidado Lamela, es muy probable que la marquesa y su yerno hubieran ido a la trena, por escándalo público."

No tengo nada claro qué partido tomar en todo este lío del conflicto soberanista catalán, pero tengo la sensación de que con los excesos de unos y otros, también los de Carmen Lamela, se nos va de las manos.

En fin. Lamela.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 3 11 17.

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