miércoles, 15 de noviembre de 2017

LAS TORTILLAS

"Estoy un poco hiperactivo, sobre todo en las últimas semanas, ya lo habrán notado los seguidores del blog, en agosto no alcancé las veinte entradas, y eso que no salí de vacaciones, en octubre apenas rebasé la veintena, en cambio ahora, en noviembre, estamos a quince, y van a ser quince de quince.

Además, estoy algo rarito, sí. Una muestra es que nunca he tenido, en setenta y cuatro años de vida, la costumbre del almuerzo. Es más, cuando veía a una cuadrilla de albañiles almorzando opíparamente en la terraza de un bar, poniéndose ciegos de alcohol --luego, alguno se caía del andamio-- me decía que yo nunca haría eso.

De hecho, desde que comencé a trabajar, me llevaba un yogur al trabajo, y nunca dejé mis tareas para ir a un bar a almorzar. Pues bien, lo raro, pero raro de verdad es que ayer, al volver a casa del Maravillas, me metí en la cocina, y preparé el primer y único almuerzo de mi vida, y aún no sé porqué lo hice.

En un plato de porcelana, batí un huevo y un chorrito de clara de botella, troceé unas lonchas de jamón de Teruel, unas lonchitas de queso Cheddar, piqué un poco de perejil, lo añadí todo al huevo, calenté un poco de aceite de oliva en una sartén, añadí la mezcla, le di un par de vueltas a la tortilla, y luego, me la comí, estaba de puta madre, sí.

Pero esto no es todo, el día anterior me fijé en La Fuente en los pinchos de tortilla que había en el mostrador de la barra, eran unos cuadraditos de tortilla de patatas, adornados con unas mariconadas. ¿Que llevan los pinchos? --Un poco de ajoceite y atún. Mmmm...que buenos deben estar, pero ahora no puedo entretenerme ya vendré otro día.

Ahora mismo, mientras escribo estas líneas, tengo un platito sobre la mesa del ordenador con un pincho de tortilla de patatas, que preparé esta mañana a una hora muy temprana, pero en lugar de ajoaceite y atún, le he puesto paté de setas del puesto de Gea, en el mercado de Ruzafa. Está de puta madre, sí.

Todo esto puede parecer una tontería, si no fuera porque yo sé que todo esto, la hiperactividad, las rarezas, mi sobrevenida afición por almorzar, son signos que indican que algo está pasando por mi cabeza que, si no lo controlo, me alejará aún más de la normalidad, esa cosa tan aburrida, tan denostada, pero sin la que no podemos practicar una vida completa, en su más amplio sentido.

No soy médico, pero tengo la experiencia personal derivada de mi condición de bipolar,de las etapas anteriores por las que ya he pasado. Ahora dudo si es el efecto de la jalea real vitaminada que vengo tomando desde hace un mes la causa de mi extraordinaria energía, o los errores que he cometido en la toma del litio, un estabilizante que dejé de tomar durante ocho días, con motivo de nuestra estancia en Benicassim, de la que publiqué la oportuna crónica.

Sea lo que fuere, dejo la solución en manos de la doctora Palop, con quien tengo visita concertada dentro de una hora.Tenía que haberme acompañado Encarna, en su calidad de testigo más informado de mis rarezas, ya que vivimos juntos desde hace más de medio siglo, siempre le pido que me acompañe para que de su versión a la doctora de mis extravagancias, pero ha tenido que marchar, de modo imprevisto, a la Pedanía del Saler, para cuidar de nuestro nieto mayor, que ha pillado un síndrome de enfriamiento con vómitos --parece un virus-- porque su madre esta sujeta a sus obligaciones docentes y ha tenido que dejarlo solo en casa."

Pues nada, ya vale, no me quiero extender más. En otro momento relataré el resultado de mi entrevista con la doctora Palop.

En fin. Las Tortillas.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 15 11 17.

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