viernes, 22 de febrero de 2008

EROS Y THANATOS

“Hoy he amado a dos mujeres. Antes de dormirme he soñado despierto. En realidad, nadie sueña despierto. Hay toneladas de literatura, psicoanálitica o no, sobre la interpretación de los sueños, pero menos sobre las imágenes que a veces nuestros automatismos visuales fabrican durante la vigilia.

En la imágen aparecía una embarcación vacía, con una vela latina. A pesar de no disponer de timón, la barca seguía un rumbo fijo, invariable, alejándose hacia poniente. Me he documentado sobre las imágenes oníricas y los delirios visuales con un catálogo de pintura daliniana. Lo mas parecido que he encontrado a la barca vacía, no por su morfología, sino por su contenido simbólico, son los relojes blandos de Dalí. Ambas representaciones visuales tienen que ver con el tiempo.

La barca sin tripulantes alejándose hacia poniente ha sido construída por mi inconsciente –es una hipótesis-- como una representación simbólica de un hito temporal. Exactamente, el punto que separa el climax amoroso de la muerte temporal del deseo, que en el varón declinante es mas perceptible, porque carece de la capacidad de la mujer para la experiencia placentera consecutiva.

Esa barca vacía parece también una imágen censurada, pues siendo, como probablemente es, la imágen simbólica de la propia muerte, uno no aparece en escena.¿Es posible que los mismos mecanismos que juntan nuestros pixeles mentales para construir una visión imaginaria reciban la orden de excluir aquellos aspectos que pueden expresar con demasiada crudeza esa realidad inventada?.No tengo ni idea.

Lo cierto es que la barca estaba allí y yo, completamente despierto, veía esa imagen mental con un realismo increíble. No es una imágen original. Alejandro Casona, un dramaturgo asturiano, tituló así una de sus obras, La barca sin pescador. Casona, al final de su vida, se ocupó mucho de la dramatización de la muerte. También escribió La dama del alba. Ambas obras son una indagación sobre el misterio de la muerte, que es un asunto que preocupa sobre todo a quienes están en una etapa declinante de la vida.

No descarto que Casona viera exactamente la misma imágen que he visto yo, esa barca vacía sin tripulantes, pues muchos la hemos visto múltiples veces en el cine, la pintura o la literatura y, de algún modo, forma parte de la memoria individual y de las representaciones del arte y la cultura.

El asunto es, porqué hoy, y no otro día cualquiera, ha venido a visitarme esa curiosidad visual.

La respuesta, obvia, es que hoy no es un día cualquiera. No acostumbro a cohabitar sucesivamente con dos mujeres el mismo día. Es el azar lo que condiciona nuestra existencia. Si no hubiera llovido, seguramente no me habría refugiado en un hotel con la persona con la que pensaba pasar una mañana en el campo. Si no hubiera compartido con ella una experiencia satisfactoria, tal vez no habría sentido esa necesidad con otra mujer ese mismo día. Simplemente, llovió. Eso es todo.

Pero esa no es la cuestión. ¿Era la barca en realidad la representación simbólica de un hito temporal?. ¿Mi propia muerte?, ¿O por el contrario, solo simbolizaba el punto que separa el climax amoroso de la muerte temporal del deseo? ¿Tiene algo que ver esa imágen con los relojes blandos dalinianos?

Dejo la respuesta a los especialistas en la materia de los sueños y las imágenes visuales fabricadas durante la vigilia. Si alguien sabe que significa esa barca deshabitada dirigiéndose hacia poniente sin tripulante alguno, por favor, que deje la solución al enigma mediante un comentario en esta página. Mi mas profundo agradecimiento..”


Lohengrin. 22-02-08.

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