viernes, 29 de febrero de 2008

VAMPIROS

En Heliópolis, los presupuestos públicos, el suelo, las Cajas de Ahorro y los clubes de fútbol, entre otras cosas, están al servicio de una pandilla de vampiros fotófobos que sodomizan la democracia aprovechando la opacidad de la niebla nocturnal, impunemente.


En particular, las Cajas de Ahorro fueron objeto hace un decenio de un golpe de mano, menos efectista que el del 23-F, que entregó esas entidades financieras a los partidos políticos, arrebatándolas de las manos de los impositores que, junto con sus gestores, eran hasta entonces sus legítimos representantes. Ahora, como consecuencia de aquella apropiación, leo en Levante que Bancaja ha reducido la cuantía de los préstamos a sus consejeros.


Es intolerable, además de indecente, que una entidad de crédito autonómica no tenga un código ético que le impida prestar dinero a sus propios consejeros. Por no hablar de la política de financiación de proyectos surrealistas escorados hacia los intereses de determinados partidos.


Virosque, uno de los beneficiados por la política crediticia de Bancaja y por la inexistencia de la aplicación de códigos éticos en la entidad, con su rostro cetrino, afilado, craneal, rapaz y vampírico, tan semejante al Nosferatu del cine expresionista alemán, es solo uno de los personajes que se acercó hace un decenio al entorno político de Heliópolis, para chupar del erario público, por la vía del crédito privilegiado.


La versión fotofóbica de ese vampirismo la tuve delante una noche casual en que paseaba frente al palacio de gobierno de Heliópolis y vi salir a Fabra, ya anochecido, con su humanidad mafiosa detrás de unas gafas de sol y esa aparición súbita, se lo juro, daba miedo. Ignoro si Fabra está o no entre los deudores privilegiados de Bancaja, pero con los jueces, procede de modo parecido a los clanes sicilianos, solo que en vez de ordenar su asesinato, consigue su renuncia por cansancio.


Cotino inaugura en Alicante una embarcación para iniciar en el deporte de la vela a los discapacitados, al mismo tiempo que cincuenta personas afectadas por enfermedades degenerativas le reclaman que acelere la Ley de Dependencia y en Heliópolis, los profesionales encargados de asistir a los niños con síndromes autistas, hace seis meses que no cobran, porque la tropa vampírica que arrasa los presupuestos o los gestiona de modo inadecuado, ha vacíado las cajas, no solo la de ahorros, sino la de los presupuestos para atenciones sociales.


Los chanchullos y componendas urbanísticos vinculados a las antiguas sociedades deportivas que gestionaban el fútbol, convertidas ahora en máquinas de hacer dinero a la mayor gloria de los grupos inmobiliarios que las controlan están un día si y otro también, en las páginas de los periódicos, y todo este entramado corrupto, político, inmobiliario y financiero, se nos dice ahora que tiene solución a través del voto y la alternancia. Ustedes, se lo creen?


Escéptico y descreído como soy, yo tengo dudas. No obstante, voy a intentarlo de nuevo, pero es tal la indignación y el asco que produce el espectáculo de la sodomización en la nocturnidad a que se somete a la democracia, que uno siente deseos de llamar a la ciudadanía para que, si después de la oportunidad que dan las urnas, no se producen cambios visibles, entremos en palacios, entidades financieras, negociados de urbanismo y clubes de fútbol, para sacar de allí a gorrazos a todos los impresentables que vampirizan a la ciudadanía desde hace, por lo menos, una década.


Es lo que hicieron los franceses cuando tomaron la Bastilla y ya ven, ahora tienen a Sarkozi, pero al menos, durante algún tiempo, que los vampiros reposen en sus ataúdes una larga temporada, que nos den un respiro a los ciudadanos.


Es una opinión, aunque algo colérica, lo reconozco.


Lohengrin. 29-02-08.


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