sábado, 4 de octubre de 2008

MOET CHANDON

Hace unos días compartía en mi página “Gente Corriente” la alegría de los hipotecados, porque el gobierno de Heliópolis había consignado una partida en sus presupuestos para aligerar los efectos del encarecimiento de las hipotecas en sus economías domésticas. Hoy, el periódico de mi pueblo da un dato mas preciso sobre la aplicación de esa medida. Algo mas de medio millón de ciudadanos tendrán la opción de aplicarse una deducción fiscal autonómica en su próxima declaración de ingresos, equivalente a veintitrés céntimos diarios. Si, han leído bien, 84 Euros de una vez, da esa cifra traducida al día a día. Eso si que es el chocolate del loro, y no el Moet Chandon de sus señorías.

A pesar de lo exiguo de esa cifra, en conjunto se trata de una partida de 43,9 millones de euros. Tanto repetir que el socialismo es el reparto de la miseria, y ahora estos señores, muy conservadores, se apuntan a la miseria del reparto. Hay que verlo, para creerlo. Podrían haber recurrido al sistema de la lotería, que emplean desde hace años en la adjudicación de las ayudas al acceso a las viviendas de protección oficial, –ahora se quedan desiertas porque los bancos no dan créditos-- esos sorteos que hemos visto por la tele, con los beneficiarios esperando a ver el resultado del azar.

Tambien podrían proponer que los beneficiarios potenciales enviaran un SMS a la Generalitat con la palabra HIPOTECA y con la recaudación de esas llamadas elevar la cuantía del premio. Seamos positivos, es mejor repartir 43,9 millones de euros entre los contribuyentes, aunque reciba cada uno veintitrés céntimos diarios, que gastarselo en otra forma de publicidad y propaganda y que lo reciban las empresas de publicidad, en lugar de los hipotecados.

Porque, a la vista de sus efectos en las economías domésticas, se trata, otra vez, de una maniobra propagandística a las que ya nos tienen acostumbrados, solo que esta vez la cuantía de la campaña va directamente a los administrados. Es una mejora.

A menos que se gasten otros 50 millones de euros en publicitar esa medida, para compensar, mediante la propaganda, su débil efecto en los bolsillos de los electores potenciales, que todo podría ocurrir.

La elaboración de presupuestos es siempre una navegación difícil entre los recursos y las necesidades, y su metodología exige tener claras las prioridades en el gasto. Cuando la oposición propuso a los populares la congelación salarial o la reducción en el número de los cargos públicos, estos contestaron que eso era el chocolate del loro.

¿Como denominar a esos veintitrés céntimos diarios de ayuda a los hipotecados? Está claro que no dan para el Moet Chandón, pero claro, esos hábitos de consumo solo son propios de los administradores, no de la mayoría de los administrados. A ellos se les aplica, no ya el reparto de la miseria, de connotaciones socialistas, sino la miseria del reparto.

La que está liando Zapatero. Con su insistencia en negarnos la financiación a la que tenemos derecho, ahora va a ser el responsable directo de que las ayudas fiscales a los hipotecados en Heliópolis se hayan quedado en niveles de indigencia.

La moraleja de todo esto es transparente. Si queremos mantener un nivel de bienestar aceptable, hay que votar a la derecha, -- que por cierto es quien ha desencadenado la crisis mundial que nos agobia-- tanto en épocas de prosperidad como de aflicción económica.

Mensaje recibido.

Lohengrin. 4-10-08.

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