miércoles, 8 de octubre de 2008

ROYAL ALBERT HALL

"En una dependencia cedida por el Royal Albert Hall, frente a Hyde Park, el jefe de casting de la cadena de televisión que produce “El Show de Lohengrin”, busca contratar los mejores humoristas para el show. El casting ha comenzado y, en las primeras dos horas, no ha aparecido nadie interesante. Ahora entra un tipo estrafalario, de facciones grandes y algo ceñudas. El jefe de casting piensa que no dará bien en la cámara pero, por si acaso, sigue con su rutina.

--Cuénteme su vida...

--Nueve años de estudios de piano, tres como operador telefónico, uno de humorista en un programa de la Sexta, y ahora, reparto propaganda..

--¿La Sexta? ..uummmm... no queremos chistes zafios, retruécanos fáciles ni actitudes machistas...necesitamos...otra cosa..

--Ya.....Humor inteligente....¿no?

--Mas bien, inteligencia aplicada al humor...

--Piden un imposible, las personas que se creen inteligentes no suelen ser graciosas, sino pedantes.
Mire, el humor consiste en que la gente se ría, eso es de toda la vida. Y conmigo, se ríen.

--En nuestro caso, no es imprescindible. Ponemos las risas enlatadas. Pero, haga una demostración, por favor

--La parte contratante de la primera parte......

--Pare...pare...eso no es de Groucho Marx?

--Claro. He oido decir que ustedes preparan una gran espectáculo, como los que se hacían después de la gran crisis del 29, para que la gente se evada de la realidad... que mejor que un humor de la epoca?

--Es cierto que aspiramos a montar un gran espectáculo, pero no con refritos de antaño, sino con aportaciones nuevas, ¿comprende?.

--Ya....algo así....”He salido de la nada para llegar a la mas absoluta miseria”

--Oiga, que eso también es de Groucho..

--Y que quiere, todo el humor en tiempos de depresión económica ha de hurgar en las fuentes marxianas, es lo que hay, pero si quiere algo original....

--Si, por favor..

--Un anciano va a sentarse en un banco vacío del parque. El guarda se lo impide, diciendo que está reservado. --¿No hay otro banco libre?, pregunta el anciano. --Lo siento, los ha comprado todos Botin. Ja-ja-ja-ja...lo ve? Una cosa así

--Francamente, me parece un chiste fácil, sin ninguna imaginación.

--Bueno, si lo que quiere son novedades absolutas, deme algún tiempo para prepararlas.

--Lo siento, déjelo. No tengo tiempo para eso. Mi jefe tiene prisa. Su estrategia se basa en producir un programa a la medida de una situación de crisis. Con las últimas medidas de salvamento de los bancos, el tiempo se acorta, tenemos que estrenar antes de que la gente se olvide de los mensajes catastrofistas. Muchas gracias, de todos modos.

--Lo sabía. Tendré que volver a hacer de teleoperador. En fin.

--A ver, que pase el siguiente..."

Lohengrin. 8-10-08.

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