martes, 28 de octubre de 2008

MOROSIDAD. CONSUMO. AZAR.

He bajado al Maravillas, sin paraguas, y le he hecho a Tony una pregunta directa.

--Oye, en confianza, ¿Realmente has notado algo en la recaudación, o esto de la crisis es un mal rollo de los periódicos?

--Facturo, mas o menos, lo mismo, pero las ventas al contado han descendido. La libreta de tapas de hule cada vez está mas llena, y cuando vienen a liquidar la deuda, casi nunca la pagan en su totalidad, siempre dejan algo colgado de las consumiciones del último mes.

--O sea, que ha aumentado la morosidad...

--Llámalo como quieras, yo vendo las mismas cervezas y cafés, pero tengo menos dinero en el cajón.

--Y ¿Has observado algún cambio en los hábitos de consumo?

--Pues mira, ahora que lo dices, los fumadores, que antes dejaban la cajetilla sobre el mostrador con gesto despreocupado, ahora se la apalancan en el bolsillo y, cuando la sacan, lo hacen con cierto disimulo, mirando a su alrededor, por si hay gorrones.

--Por lo demás, ¿Todo sigue igual?

--No. Lo mas llamativo es que la máquina tragaperras antes recaudaba setecientos euros, y ahora no llega a los trescientos.

--¿Que me dices?, yo creía que en tiempos de crisis los juegos de azar subían. A ver si va a ser eso un tópico.

--No del todo. Lo que pasa es que las tragaperras le pueden arreglar o estropear a uno el día, pero la lotería es la promesa de una recompensa vitalicia. La he vendido toda. Al contado, claro.

--Ah.......

--Y a tí, ¿como te afecta la crisis?

--Bueno...yo, por mis moderados ingresos de pensionista y por mi edad, no he podido endeudarme. Bien que lo intenté, como todos, pero lo cierto es que no tengo deudas, por lo que eso de las hipotecas y el desempleo, no me afecta. Sigo con mis moderados hábitos de consumo, como siempre, y no incurro en morosidad porque nada debo.

--Y, ¿Que me dices del azar?

--Ya sabes, yo nunca he jugado a las tragaperras, así que no soy responsable del descenso en la recaudación. Cuando estaba en activo, jugué en tres casinos, en el de Montecarlo, el de Tenerife y el del Monte Picayo, aquí, en Heliópolis. Siempre al Black Jack. Y siempre gané, pero solo cantidades mínimas, que luego perdí en la ruleta, un mero pasatiempo. Ahora, a lo que estoy enganchado es al Continental.

--¿El Continental, eso que es?

--Es un juego de cartas. Se juega con dos barajas y cuatro comodines. En la primera mano se dan siete cartas y en la última trece. En cada una de las siete manos hay que ligar un juego diferente, dos tríos, un trío y una escalera, dos escaleras, tres tríos, una escalera y dos tríos, dos escaleras y un trío y, finalmente, tres escaleras de color.

--Parece un poco complicado, no?

--Es entretenido. Cada partida suele durar mas de media hora. A ti, como tengo confianza, te puedo decir que hago trampas.

--No jodas...¿con ese aire tan serio que tienes y eres un fullero?

--Verás, estaba harto de que me sacaran seis pavos todas las semanas, así que decidí imitar lo que creía que hacían mis contrincantes. En las primeras manos, cuentas tus puntos sin descubrir tus cartas, te escaqueas una parte de los que te has cargado, y luego, en las manos siguientes, ya en una posición relativamente segura y consolidada, te descartas y cuentas los puntos a la vista de todos, para no crear susceptibilidades.

--Vaya, quien lo hubiera dicho.....

--Desde que aplico ese procedimiento, he reducido las pérdidas, casi siempre salgo cuenta con paga, y me lo paso bien. Hacer trampas, le da una emoción añadida a la cosa.

--Será por eso que han desaparecido dos billones de dólares del sistema financiero, alguien ha hecho trampas solo para divertirse y los demás le han imitado.

--No creo que haya sido solo por eso....

Aclaradas mis dudas sobre los indices de morosidad, los hábitos de consumo, y el azar en tiempos de crisis, he regresado a casa. Llovía. La meteorología también esta sujeta a factores de azar, y yo nunca acierto cuándo debo coger o no el paraguas.

En fin.

Lohengrin. 28-10-08.

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