sábado, 21 de agosto de 2010

ANARQUÍA

Anarquía no es desorden, caos y violencia. Anarquía es ausencia de jerarquía. Son las jerarquías las que generan desorden, caos y violencia. Anarquía es la expresión de la aspiración al máximo orden social, pero precisa de una madurez cívica colectiva casi nunca alcanzada, salvo en pequeños espacios sociales, territoriales y temporales, condición que la presencia de jerarquías ha impedido alcanzar en plenitud históricamente, pues la máxima expresión de la madurez cívica es la conducta social responsable, sin necesidad de que individuos investidos de autoridad jerárquica ordenen, desordenándolo, el devenir social de las comunidades ciudadanas.

Esta realidad sociológica no legitima el uso de la violencia para liberarse de la opresión jerárquica. Este punto de vista de la Anarquía, no como experiencia histórica, tan tergiversada,tan asociada a la violencia y al caos, sino como expresión de un deseo de madurez cívica colectiva en dirección a un verdadero orden social no es exactamente una utopía, sino la definición de un objetivo, de una aspiración colectiva confiada al devenir del tiempo, sin la rudeza de la intervención violenta que contesta al desorden con el desorden.

Aclarado este punto de vista, ya podemos pasar a las pruebas transparentes de que las jerarquías son generadoras de caos. Los sistemas financieros, en manos de jerarcas, se comportaron, históricamente, del modo noble que se esperaba de ellos.
Se dedicaban a facilitar recursos a las economías productivas, a cambio de un margen razonable, permitiendo actividades que revertían en la sociedad en forma de proyectos realizados, por ejemplo edificar casas en un número suficiente, para dar cobijo a la gente que las demandaba, sin exceder artificialmente esa demanda, hasta que la perversión de esos sistemas les condujo a crear su propia economía financiera, alejada de la productiva, llevando casi el planeta entero al caos y el desorden, primero financiero, luego vital, para los millones de personas que se quedaron en la calle, por una conducta perversa de las jerarquías financieras.

No hay una visión maniquea, de buenos y malos, en este punto de vista. Es la cruda realidad. El argumento de que la gente se endeudaba voluntariamente, que a nadie se le amenazaba con una pistola para hipotecar un futuro ilusorio, hinchado de expectativas, que no se correspondía razonablemente con su capacidad de generar ingresos, no tiene mas peso que la desigual capacidad de persuasión de los jerarcas financieros, sobre los jerarquizados.

Por si esta realidad evidente no fuera bastante para identificar caos y jerarquía, 'El País' de hoy, (15) trae una noticia que confirma este punto de vista, con la actualidad mas reciente. 'El jefe del Bundesbank (un jerarca) pide al BCE que mantenga el apoyo a la banca'. Este tipo, Weber, a quien, no se porqué, asocio con un macarra provocador siempre con el dedo en el gatillo, posible sucesor de Trichet, que gobierna el BCE (otro jerarca), se ha descolgado con unas declaraciones pesimistas e inoportunas, alimentando las dudas sobre la estabilidad del sistema financiero que aspira a dirigir.

Ha bastado esa conducta jerárquica irresponsable para que las bolsas europeas caigan. La de aquí se ha venido, otra vez, al suelo de los 10.000 puntos. Mientras tanto, los ciudadanos jerarquizados, ajenos a los arcanos del sistema que dirigen los jerarcas, vivimos a merced de los vaivenes del ejercicio de su poder, que solo expresado verbalmente es capaz de inducir un vendaval financiero que convierte el entorno en el que vivimos, cada vez mas, en un espacio bipolar, en lugar de procurar la necesaria estabilidad que permita una salida del estancamiento económico y psicológico.

En resúmen, nunca ha sido la anarquía la generadora del caos, sino, como vemos cada día, la irresponsabilidad culpable de las jerarquías.

Solo el progreso personal, individual, el esfuerzo permanente y colectivo, por alcanzar un grado de formación e información, de criterio, un grado elevado de madurez ciudadana, permitirá oponerse al caos de la jerarquía, intervenir en las relaciones de poder, haciéndolas mas horizontales, participativas, en suma, mas anarquizadas y menos caóticas. Llevará tiempo, pero no es una utopía.

En fin. Anarquía.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 21-08-10.

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