martes, 10 de agosto de 2010

OBSCENO

La obscena imágen del muy inefable Camps a espaldas del santo de madera que recibe multitudinarias visitas en Santiago es, además de provocadora, muy evocadora. Es provocadora porque ha desatado la pluma de un teológo que percibe su gesto como una ofensa a los cristianos, 'una profanación de lo sagrado' para 'ocultar sus vergüenzas corruptas' (Levante, 5, c.v.).

Es evocadora, porque recuerda la actitud de miles de personas que han corrido estos días detrás de Michelle Obama buscando la redención de su insignificancia con una foto parecida.

Es obscena porque hunde sus raíces en el lodazal del cinismo político, al que se añade lo impropio del exhibicionismo compulsivo. En lugar de una visita a un lugar monacal apartado de las multitudes, el insoportable y leve Camps ha optado por exhibir públicamente sus rogativas para que le sean perdonadas sus muchas deudas a los acreedores de la Generalitat,y su escaso sentido de la disciplina presupuestaria.

Esa foto, buscada, sin duda, no va dirigida a todos, no especialmente a quienes tienen, o tenemos, una percepción crítica de su gestión, incluído el teólogo Tamayo,
sino a sus muchos fieles que, como el, comparten una vision entre pánica, barroca y pagana de la vida, reconocen el fuego, en sus rituales anuales, como un elemento esencial de su origen ancestral, y depositan su voto en las urnas, elección tras
elección, como si se tragaran una oblea, perpetuando así lo que lleva camino de convertirse en una de las mayores vergüenzas de nuestra historia política desde la época de la transición.

Dejando de lado la complacencia por la vida ritual entre electores y elegido, hay algo mas prosaico que explica esa identificación expresada sin fatiga, elección tras elección. Se llama clientelismo, y hunde sus raíces en la vieja política del siglo diecinueve. Son legión los beneficiados por su cercanía amistosa a la clase que manda, numerosos los matrimonios ya maduros que ven con satisfacción colocado a su hijo ingeniero en alguna de las muchas empresas constituídas expresamente para dar cobijo a tanto simpatizante, familiar, amigo de algún amigo.

Son centenares las familias beneficiadas en cada pueblo por el uso especulativo del territorio, que tantas fortunas inesperadas ha generado. Estas huestes que mantienen en el poder a Camps, el sacrílego, lo tienen claro. Si tienen algún problema, acuden a un miembro o simpatizante de la santa cofradía, como los sicilianos acudían al delegado en su pueblo de la Santa Mafia. Si necesitan una plaza en un colegio para sus hijos, una obra menor en su barrio, una recalificación, o lo que sea, saben que sus demandas, oportunamente dirigidas a quien tiene poder para atenderlas, serán satisfechas.

Esto es algo corriente en la democracia americana, los congresistas están para eso, pero aquí, esa atención ciudadana se reserva, mayormente, para los amigos y simpatizantes de la cofradía. A los demás, ni agua. Una frase que no es mía, sino que la he visto reproducida varias veces en los medios, atribuída a alguien de la derecha confesional que nos malgobierna.

Tantos años de régimen nacional católico, del que Camps es un epígono, han dejado un poso cultural, en el mal sentido, por el que se confunde lo obsceno con el cuerpo desnudo, cuando la desnudez siempre ha formado parte de la iconografía sagrada, y en cambio se percibe como normal la psicalíptica foto del muy inefable junto al santo de madera.

Esa alteración de la percepción está vinculada a la lacra del amiguismo, el favor, el pelotazo y la corruptela, que explican el inmovilismo de una parte de la población reflejado en las encuestas y que tiene un sustrato popular en el viejo dicho 'El que esté bien, que no se mueva' Es evidente que el numerosísimo ejército de los beneficiados por las desviaciones del gobierno de la derecha confesional aquí, se sienten bien, y no desean ningún movimiento en los equilibrios políticos.

Da igual que nuestras instituciones estén arruínadas, que carezcan del mínimo prestigio entre los ciudadanos que aún conservan vestigios de su sentido crítico,
que los mas conspícuos de quienes las secuestran, con el voto mayoritario, estén inmersos en procesos judiciales, o en trámites previos para incoarlos. Al final, lo que cuenta es que es necesario que nada se mueva, porque, al parecer, la mayoría de los votantes, se siente bien, no desea cambiar.

La idea de que la oposición al gobierno que ahora reparte favores, no mejorará las cosas, está en la base de mucho del voto conservador. Se tiene la percepción de que no hay una alternativa fiable, y esa percepción, contribuye a inmovilizar el voto.
Lo cierto es que todos los partidos, antes de alcanzar el poder, han dado esa imagen previa de debilidad, enseguida desmentida cuando se han hecho con los resortes para ejercerlo.

Contra ese argumento, hay otro igualmente válido. Hace falta un cambio en Heliópolis, aunque solo sea por razones de higiene ciudadana, pública. La menor influencia política de quientes están ahora en la oposición, si es que tienen alguna, no invalida la necesidad del cambio. En todo caso, exige a quienes forman parte de esa oposición política un plus de trabajo, dedicación y confianza, para ganarse la afección de quienes no confian aún en ellos lo suficiente para cambiar su voto.

Es urgente que se lo crean, para que todos aquellos que percibimos la imagen del inefable Camps, junto al santo de madera en Santiago,como una expresión obscena
y provocadora de un modo de nacional catolicismo renovado que se nos impone con el conformismo del voto inmóvil, empecemos a pensar en la posibilidad de un cambio, pero no para que todo siga igual, sino para que todo cambie.

No será fácil. La fuerza del clientelismo está demasiado enquistada, pero a esas resistencias se puede y se debe oponer la fuerza del cambio, una idea tan atractiva como necesaria en estos momentos. Para eso están los políticos de la oposición, para merecer, y ganar, el poder político al servicio de todos los ciudadanos, no de una secta.

Es una opinión, algo sectaria, ahora que lo pienso.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 10-08-10.

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