He bajado al bar nuevo del barrio. Han reventado la puerta metálica del bar, pero los que lo rigen, con buen criterio, tienen un segundo acceso para entrar y salir a servir a los clientes, con lo que, cada vez que quienes se dedican, sobre todo en agosto, a estos menesteres de reventar las puertas de los bajos, los elijen como objetivo, no impiden que los únicos dos clientes madrugadores que lo frecuentamos, tomemos nuestro café con leche bajo una sombrilla.
Después he ido a comprar el pan y el periódico. Dudaba entre 'El País' y el diario local 'Levante'. En lugar de comprar los dos, me he decantado por el de aquí, que lleva en primera página un gran titular de interés para quienes vivimos en Heliópolis, este lugar de fábula, donde la política supera la ficción.
El titular, en tipos del 32?, dice, 'Los expertos consultados por las Corts alertan de que está en peligro el estado de bienestar' (Esta debe ser la cacofonía de cuentos de terror a la que se refería el otro día el sociólogo Gil Calvo en El País). El subtítulo añade, 'El grupo de sabios urge a solucionar el déficit de financiación para mantener servicios como sanidad y educación'. Al parecer, el grupo de sabios ha hecho caso omiso de la solución drástica que he propuesto en el Blog, chapar la Generalitat y abrir una comunidad nueva, marcharse sin pagar, vamos.
Consciente de que mi sugerencia era demasiado brutal, me dispongo a ofrecer otras, mas en línea con el trabajo de los sabios. En principio, parece un problema sencillo, MAS INGRESOS, MENOS GASTOS, pero seguro que Gil Calvo lo calificaría de simpleza, propia de blogueros iletrados. Los calvos, ya se sabe, te miran por encima del hombro desde sus cráneos relucientes y bien amueblados, y te intimidan.
Es cierto, reducir el problema a una cuestión de Ingresos y Gastos, tiene una grave limitación, omite el ENDEUDAMIENTO. Así como los ingresos y los gastos tienen un carácter anual y son relativamente controlables a través del presupuesto (siempre que este no lo administre Gerardito el keynesiano; perdón por la familiaridad), el endeudamiento, en Heliópolis, es una losa que ha crecido con las excrecencias adquiridas durante mas de un decenio de mayorías absolutas, y, como una losa que es, pesa sobre las políticas presupuestarias limitando su margen de maniobra.
Ante estas dificultades colosales a las que se enfrentan los sabios, conviene recordar un par de técnicas y definiciones elementales de aplicación en estos casos.
La Economía Pública, en tanto que Economía, no está exenta de su finalidad mas primaria. Se trata de aplicar unos recursos escasos a usos alternativos, buscando el resultado óptimo de esa aplicación, lo que requiere una definición previa de esos óptimos, con criterios económicos y políticos.
Imagino que los sabios se han ocupado, precisamente, de establecer esas definiciones y prioridades, para que luego los políticos las apliquen. Esa aplicación requiere el uso de una técnica ya muy experimentada en la economía de mercado, el Presupuesto Base Cero, que tiene mas de treinta años de vigencia en su aplicación.
Consiste en meter todos los conceptos de gasto que están inscritos históricamente en los registros de la contabilidad pública en un saco, y plantear los nuevos presupuestos de gasto como si esa información fuera inexistente, lo que requiere analizar las necesidades de gasto desde el punto de vista de su rentabilidad social
y su viabilidad económica y presupuestaria. Otros países, otras administraciones públicas, lo están haciendo. No son, necesariamente, ejemplos a imitar, la propuesta de pagar un euro por cada consulta médica, por ejemplo, si va acompañada de instalar una caja de cartón con una ranura para que depositemos el óbolo,a mi, personalmente, me recuerda otros tiempos de triste evocación. Si nos van a girar ese importe a la cuenta bancaria, ya sería otra cosa.
Los sabios están preocupados, sobre todo, por la sanidad y la educación. Es comprensible, las plantillas de personal sanitario no se han ampliado aquí desde hace mas de un decenio, mientras que el número de pacientes ha crecido exponencialmente. Tanto es así, que el viejo hospital de La Fé, quedará convertido en un Geriátrico, pero no por la calidad de los enfermos, sino por la plantilla que ha envejecido con el, sin que haya sido renovada en su momento.
En Educación, los sabios lo tienen mas fácil. Basta con despedir a Font de Mora y, sin mayores dispendios, la cosa mejorará visiblemente.
El problema de fondo que ha conducido a la alarmante situación financiera que los sabios tratan de estudiar, para ayudar a reconducirla, es la concepción política del gasto público autonómico de los cernícalos que nos gobiernan. Cualquiera que se haya formado en teoría política sabe que el gasto mas rentable políticamente, es el gasto rentable socialmente. No me refiero al keynesianismo de Gerardito, sino al gasto que el elector percibe que se destina directamente a sus necesidades, sin que haya que multiplicarlo por nada para justificar su oportunidad.
Los gobiernos del Partido Popular llevan años gastando en lo que ellos creen que son sus necesidades políticas, y descuidando, hasta la degeneración de los servicios básicos, el gasto social rentable políticamente. Su preferencia por el gasto suntuario, en detrimento de las necesidades corrientes de atención ciudadana, acompañada del espejismo de esa política que les daba votos, su suicida recurso al endeudamiento para satisfacer esa política, les ha conducido a un callejón sin salida, en forma de la desafección de una parte cada vez mas significativa de los ciudadanos, y de la quiebra financiera de las instituciones autonómicas, que impide, precisamente, aplicar el keynesianismo de Gerardo Camps, pues la capacidad de financiar inversiones públicas para estimular la economía es prácticamente cero.
Desde aquí les digo a los sabios que, en lo que a mi concierne, no tengo inconveniente en que se aplique una derrama a cada ciudadano de Heliópolis, para solucionar la angustiosa situación de nuestras instituciones autonómicas. Que nos digan que se debe, se paga y ya está. Pero me niego en redondo a que esos recursos sean administrados por los causantes de la quiebra. Que se vayan. Que se queden los sabios de interventores hasta las nuevas elecciones, y que se renueve de una vez la viciada atmósfera política de esta comunidad. Dicho sea con el permiso de Gil Calvo.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 23-08-10.
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