martes, 17 de julio de 2012

AMENAZAS

Vivimos en un entorno amenazante, si. Al menos es lo que percibo desde hace algún tiempo, y advierto que después de muchas sesiones de terapia, el psico me dijo que estoy absolutamente curado de la paranoia, o sea, que no es una broma.

No solo una pandilla de sinvergüenzas,vinculados a la derecha que gobierna aquí, o de la propia derecha, cuyos nombres y apellidos son públicos y notorios, bien informados como estaban de que venía la crisis, se apresuraron a vaciar antes las arcas públicas de Heliópolis, además, han sido destruidos nuestros bosques, y buena parte de las expectativas de vida de un segmento cada vez mas numeroso de la población.

 Después de anunciar que se van a segar 1.295 empleos de la tele pública valenciana, a quienes se opusieron a que se emitiera el espacio desinformativo al que llaman informativo los cínicos que gobiernan Canal 9, porque, al parecer, no informaba del caso, (Levante, primera) los asquerosos que gobiernan aquello les han amenazado con un expediente (ja,ja,ja,ja,ja..). Es como si a un condenado a muerte, le amenazan con una reprimenda.

Por si fuera poco el clima de amenaza que prevalece por aquí, el otro día la hija de Fabra, que es como decir la hija de Le Pen (el pene, para los amigos), vociferó tres palabras amenazantes que han sido glosadas por todos los cronistas de la corte, en un clima de aplausos a Rajoy que, en si mismo, parecía otra amenaza. (...)

Recibimos amenazas de todos lados, a nivel local, comunitario o nacional, es normal sentirse amenazado, no?. Pues, pásmense, Lagarde, la elegante jefa del Fondo Monetario Internacional, esa seductora señora de pelo plateado y lengua de seda que, sin embargo, no me consta que sea una zorra, mejor dicho, la institución que dirige, nos hace saber a todos (titular arriba, a la derecha, en la primera de 'Levante') que 'El FMI cree que la situación de España es una amenaza para la economía mundial'.

Lo primero que hay que oponer a semejante titular es que el FMI no es una institución de creencias, sino de verificación de hechos objetivos y, en todo caso, de proyecciones documentadas y justificadas por esos hechos. Luego, hay que expresar la sorpresa. Todos sabíamos (no creíamos) que somos un país amenazado, por nuestra mala cabeza --y los que formamos parte de las extremidades, es decir, la gente de a pie, no nos sentimos responsables de lo que haya hecho la cabeza-- por los mercados y por ciertas instituciones como la Comisión Europea, el propio F.M.I., el Banco Central Europeo que, con la excusa de ayudarnos en nuestras tribulaciones, nos aprietan el gaznate hasta impedirnos respirar.

Que además, ahora nos tilden de amenaza, en lugar de amenazados, solo es otra forma de perversión en el uso del lenguaje a la que, por desgracia, nos están acostumbrando. Si tu le dices todos los días a la población que la cosa esta muy mal, y que todos debemos sentirnos responsables de la gravedad de la situación, y estar dispuestos al sacrificio, al final un cierto sentimiento de culpa y una necesidad de expiación termina por instalarse en las conciencias.

Ese es el caldo de cultivo para un tipo de sociedad como la que vi representada en una película, ayer, en el Cine D'Or. 'Los Juegos del Hambre', un film de ficción, en el que una población que ha sobrevivido a una guerra, gobernada por una minoría bien vestida, convoca cada año unos juegos en los que recluta a un par de súbditos de cada distrito para que se maten entre ellos, quedando solo un vencedor.

 La metáfora, no por vulgar, es menos apropiada, teniendo en cuenta que esa sociedad de ficción está basada en la sumisión de la mayoría, como la nuestra, y el dominio de una minoría ilustrada y forrada.

Desde que acudí, el sábado, a la parada de los monstruos de la calle de la Paz, en la noche mágica de la Fira de Juliol, no dejo de reconocer amenazas en los titulares de prensa. Igual tengo que volver al psico por si ha rebrotado mi paranoia. No sé.

Se ha convocado una manifestación para el  próximo día 19. Ya sabemos, por experiencias anteriores, que esos paseos urbanos se parecen a las procesiones religiosas de toda la vida, aunque el lenguaje visual y textual no sea el mismo.

A pesar de eso, mi mujer y yo acudiremos, en solidaridad con dos amigos trabajadores de la sanidad pública a los que han arrebatado mil euros al mes de sus salarios, con los demás funcionarios, con los trabajadores de RTVV,  con los dependientes, con los parados, con los empresarios arruinados, con los desarrapados que compiten ahora en las colas de los comedores de caridad con las gentes expulsadas de la clase media, con los que han sido lanzados de sus casas por no pagar la hipoteca, porque pensamos (no creemos) que la sumisión, la misma sumisión de los condenados al sacrificio en la peli de ayer, que van a registrarse sin la menor resistencia ante los mismos que les oprimen, solo servirá de estímulo para que los opresores --en este caso, para mas inri, elegidos por nosotros-- se entretengan enseguida pensando en nuevas amenazas, mientras se toman un cóctel y llaman por el móvil a los del FMI y la Comunidad Europea para trasladarles, en medio de obscenas risotadas, que el pueblo español no es una amenaza, sino un rebaño de cabras dispuesto al sacrificio. ¿Para cuando un referéndum?.

Menuda mierda nos cae encima. Sí.

En fin. Amenazas.

LOHENGRIN (CIBEERLOHENGRIN) 17-07-12.

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