EXPORTADORES

Hoy, jueves 19 de Julio, es el día señalado para que los valencianos expresen su protesta contra los abusadores que nos gobiernan. Me dispongo a salir a la calle a participar en esa protesta ciudadana pero, antes, dado que hace días que no dedico el blog a homenaje alguno, y basándome en un titular de la 35 de 'Levante' de ayer, hablaré bien, porque se lo merecen, de nuestros exportadores.
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 'La exportación valenciana repunta un 3'3% hasta mayo...' En medio de una sucesión da malas noticias, descubrir que nuestros profesionales de la exportación aún son capaces de crecer, sobre todo después de que el informe del Banco de España que cité en la página 'Los méritos de Rajoy' apuntara que la exportación, en su conjunto iba peor, es una bocanada de aire fresco que incita, porque no, a dar una visión romántica, pero cierta, de nuestros emprendedores de la vida mercantil orientada a países, a veces, muy lejanos.

 Antes de que la navegación marítima contara con el vapor y los motores de fuel, los viejos cargueros a vela llevaron las primeras naranjas producidas aquí a destinos lejanos. El llamado comercio exterior es tan viejo como el mundo, desde las caravanas de camellos que llevaban entre sus jorobas la carga de crudo para el alumbrado de Bagdad, si atendemos a los relatos de Marco Polo, hasta el comercio de la seda en una ruta que han hecho famosa decenas de relatos y películas, y cuyos vestigios se pueden contemplar en una magnífica exposición en la Beneficencia, los hombres han sentido la necesidad de practicar el intercambio con culturas ajenas y lejanas. 

Entre todos los hombres de negocios que he conocido, por razones profesionales, los dedicados al comercio exterior me han llamado la atención. Suele tratarse de empresarios con mentes abiertas, civilizadas por el conocimiento de lenguas, culturas y lugares alejados del estrecho, aunque maravilloso, solar que habitamos. 

Las exportaciones que, ahora, son mayoritariamente industriales, aunque las de vehículos estén de capa caída, fueron en sus inicios predominantemente agrarias, no solo de cítricos, también de vinos y otras producciones. No insistiré en la importancia que tuvieron como fuente de divisas en épocas afortunadamente superadas, pero si declararé el privilegio que supuso para mi trabajar con un grupo de personas dedicadas a la exportación de vinos, durante casi quince años. Exportaban a Rusia, a los demás países europeos, sus destinos llegaban a África y América, y la cuantía de sus exportaciones de producto de aquí, llegaron a alcanzar los 100 millones de litros, en los años buenos. 

¿Porqué un homenaje a los exportadores? Me parece oportuno cuando en la misma página leo que Díaz Ferrán, anterior rostro de la C.E.O.E. y su socio, desviaron a Suiza 4,9 millones de una filial de Marsáns, lo que parece un ejemplo sangrante de ausencia de responsabilidad social en el ejercicio de la actividad empresarial. 

Nuestros exportadores, en apariencia, se están esforzando para que algo funcione, lo suyo si, pero también lo nuestro, y el hecho de que una pandilla de sinvergüenzas, a la que Díaz Ferrán parece pertenecer, esté hundiendo el país, no debe ocultar que entre los empresarios hay profesionales esforzados que merecen nuestra gratitud.

En el hipotético caso de que EL SISTEMA FINALMENTE SE HUNDA Y HAYA QUE LEVANTARLO, esa dura tarea no deberá estar solo en manos de críticos e indignados, habrá que contar también con empresarios mas honestos que los que han contribuido a su hundimiento. Gente con mentalidad abierta, viajados, civilizados por el conocimiento de lenguas, culturas y lugares alejados de este estrecho solar. Exportadores.

 Hay sin embargo, en lo que podríamos llamar también exportación, en un sentido amplio, una noticia que, desde mi punto de vista, me parece muy negativa. 'En seis meses ha emigrado al extranjero el mismo número de valencianos que en todo 2011' 'Levante', 9. Al parecer, la desbandada ha comenzado. O conseguimos, los que aún seguimos aquí, que todo cambie, para que nada sea igual, o el país se va a desertizar.

 Para eso es, entre otras cosas, el paseo urbano al que voy a ir esta tarde, al que todos ustedes, mis vecinos, están invitados. A los demás, los no vecinos, les pido  su solidaridad, si son ajenos, o lejanos, a esta colectividad que suelo llamar Heliópolis

 En fin. Exportadores.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 19-07-12.