lunes, 16 de julio de 2012

EL BARÓN

Dudaba entre varios títulos para la entrada de hoy, El Barón, El Barón Trincante, El Barón de la Castaña, el Barón de la Pilonga, El Barón de la Milonga. Al final me he decidido por el título mas simple, por aquello de la economía del lenguaje, la única versión de la economía que todavía funciona.

 Dos son las fuentes que inspiran este texto. La primera, una antigua página del blog, aún muy visitada por los aficionados a la hemeroteca cibernauta, o a la arqueología de la red, 'Nobleza', en la que se citaba a la familia Manglano, y el artículo que publica 'Levante' del domingo,bajo el titular 'Grande de España busca sucesor' en el que se alude a una entrevista de 1.998 con Javier Manglano y Baldoví, Grande de España y primogénito del barón de Cárcer, fallecido en 2011.

Es decir, estamos hablando de la misma familia Manglano que yo citaba en aquella página, en relación con un pleito perdido por ellos en el que se les retiraba, por decisión judicial, el título de la Baronía de Alcahalí. (...)  

 Hecha la introducción, vamos al nudo de la cuestión, que no es otro que contrastar las declaraciones sobre la ética, los valores y los principios de aquellos que son conscientes de pertenecer, aún, a un estamento que se supone mas honorable en su comportamiento que el de los plebeyos, y la cruda realidad de su aplicación en el día día.

 Sobre principios y valores viene al pelo lo que Manglano contestó en aquella entrevista a preguntas de María José Muñoz Peirats, al referirse a su condición de aristócrata. 'Sobre todo soy un ser normal..el apellido obliga a actuar noblemente y como un caballero, además de ser consecuente con mis principios ..la religión es lo mas importante de todo y la justicia lo principal en un Estado de derecho porque es la garantía de la libertad de los ciudadanos'. Un bello discurso, si. 

Empecemos por el final, lo de la justicia. Manglano tenía razón, pues fue una decisión de la justicia la que despojó a su familia del titulo de la baronía de Alcahali, no me atrevo a decir si conseguido con malas artes antes por los Manglano, porque a lo mejor se limitaron a untar a alguien para agilizar algún procedimiento judicial, lo cierto es que un juez, como se cuenta en mi página citada, y en el extenso comentario que incluye el propio barón consorte de Alcahalí, consideró ilícita la forma en la que los Manglano accedieron a ese título, y se lo retiró. 

No encuentro en el artículo publicado ahora por 'Levante', que es, evidentemente, un homenaje a los Manglano, ninguna referencia a su apropiación de una baronía que no les correspondía. Después de leer cuidadosamente el texto íntegro del artículo, que va en la 71, en la misma página de lo de Isabel Vicente,--me parto de risa con lo que escribe-- solo encuentro alabanzas. 

Como si fuera el anuncio de un yogur --¿donde se ha visto que un yogur te ayude a cagar?-- , todo es una ocultación de los efectos secundarios, en un caso de los lácteos, en el otro, de la nobleza. ¿Porque no lo ponéis directamente en las páginas de publicidad? Para que nadie se llame a engaño.

 En fin. El Barón.

 LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 16-07-12.

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