Ayer asistí a una comida amigable, en un popular restaurante con terraza en el camino de la Fuente de Encorts, con trece personas mas, la mayoría asiduos de la tertulia que nos regalamos los viernes en otra terraza abierta para poder fumar.
La cosa empezó a la una y hasta las tres no sirvieron el arroz, de modo que trasegamos un número indeterminado de cubos de cerveza y yo, debido a mi poca resistencia al alcohol, primero me puse amarillo, luego verde,
aunque a los postres, después de beber dos litros de agua volví a mi color natural
Un buen amigo que asistió a la comida me comentó que la próxima edición de su nuevo libro sobre las salas de cine en Valencia está muy adelantada, y su publicación va por buen camino. Tuvimos una conversación distendida sobre nuestras preferencias cinematográficas, se nombró a Billi Wilder, Orson Wells, Berlanga, Tarantino, El Gatopardo,El Tercer Hombre,
Con Faldas y a lo Loco, Ciudadano Kane. Se habló del cine americano, del español, de Imperio Argentina y su supuesta relación con Goebbels, esas cosas.
Esta mañana, repuesto ya del todo de la media cogorza que cogí, he bajado a por tabaco, 4,15E, y a por la prensa, 'Levante' 1,20E. Cruzas la calle apenas empieza el día y, sin darte cuenta, has fundido casi mil pelas, joder.
Lo cierto es que un titular de 'Levante' me ha devuelto a los tiempos en los que, con menos de doce años, frecuentaba
una de esas humildes salas de cine de barrio, el cine Iberia, a las que mi amigo dedicará un mínimo espacio en su libro.
Está obscuro en el interior del local. Todavía no ha llegado la hora del descanso (la sesión consta de cuatro películas y dos nodos) y, en mitad de la sesión, el acomodador tirará del cordel que cuelga de las ventanas y las abrirá para ventilar el perceptible olor a sudor, orín y salsa de tomate que inunda la sala, como el de los hospitales de la época, antes de continuar con la sesión.
Está obscuro y en la pantalla se proyecta un film americano,en el Technicolor de la época,con gran profusión de efectos especiales espectaculares y movimiento de masas, al estilo que luego continuará Samuel Bronston.
'Sansón y Dalila', es la película que se proyecta, con un Victor Mature musculado luciendo pierna y esa mirada transversal, tan suya. Ella es una de esas bellezas morenas de la época, y la secuencia cuyo recuerdo traigo hasta aquí, por su similitud con la noticia
de 'Levante' a la que luego me referiré, es la destrucción del templo, cuando Sansón se fija entre dos columnas y tensando sus músculos, consigue que empiecen a caer cascotes, hasta la completa destrucción del templo.
(...)
'Tres heridos al caer cascotes en la Ciudad de la Justicia inaugurada en 2003' es el titular que motiva este artículo. Lo primero que llama la atención del titular es que un edificio público construido hace solo diez años, se desmorone.
Hay cosas peores, un edificio nuevo de mi barrio, al tiempo que se inauguraba, ofrecía los remiendos de su fachada que se caía a pedazos. Esto no es novedad, se sabe que la burbuja inmobiliaria generó una mala calidad en sus construcciones, por las prisas, la poca profesionalidad de algunos de sus albañiles, y las muchas comisiones pagadas a personas públicas que restaban recursos a su construcción.
Lo característico de esta noticia es que afecta a la justicia, hasta el punto de que uno de los lesionados es un vocal del poder judicial que asegura que lo puede contar 'por diez centímetros', en un momento en que a la falta de solidez constructiva de ese palacio similar al de Sansón, se une una percepción ciudadana muy extendida; que la separación de poderes, pilar de nuestra democracia contemporánea, queda en entredicho cuando esos poderes supuestamente independientes, se unen como una piña, cargándose de un modo espectacular el principio de igualdad en la aplicación de la justicia, con la evidente barbaridad de que la fiscalía, la abogacía del Estado y algún miembro del gobierno, trabajen para ello y se congratulen de ese trato desigual, solo porque la persona que se pretendía empapelar es un miembro de la casa real.
Creo haber dicho en otra página que, si se imputaba a la infanta, mal, y si no se la imputaba, también mal, pues eso dejaría en evidencia un trato que no se corresponde con la razón jurídica de nuestro sistema. Bien, ya ha ocurrido y mal que le pese al tonto de Margallo, el sentir mayoritario de la población española es que no se ha obrado con justicia.
Y es que el origen histórico de nuestra monarquía no viene de la sucesión de Alfonso XIII, que ya se tuvo que ir por piernas por su mala cabeza, sino de una designación a dedo de Franco, refrendada por un pueblo asustado y esperanzado en un solo acto de adhesión monárquica, un referéndum, luego confirmado al ponerse el rey del lado de la democracia y no de la chapuza golpista de Tejero.
Hay generaciones nuevas que no se acuerdan de todo eso, que están libres de prejuicios históricos, que solo han observado con estupefacción como un señor que se cae cada dos por tres, mata elefantes en África, aparenta tener un lío con una señora de fuera, y su hija está casada con un bandarra, y si bien todos los poderes separados se han juntado ahora para librarla de una imputación, parece que no están del todo seguros de poder hacer lo mismo en los asuntos de fraude fiscal y blanqueo de dinero, que suenen escandalosamente igual que los de Bárcenas.
Viendo la actitud del actual ministro de justicia, Gallardón, hijo, de quien el padre ya avisó de lo que se nos venía encima, aunque pocos le hicieron caso cuando creían que este señor era un progre del PP, sus ideas, asumidas de otros, supongo, sobre el aborto, el derecho de familia, el código penal, su concepción de la administración de justicia y su deseo de privatizarla en parte, cobrar su servicios, y todo lo demás, la imagen que
le queda a uno de la justicia después de poco mas de un año de gobierno de los populares, es la de un templo que se derrumba.
Que hayan caído cascotes en la Ciudad de la Justicia y lo hayan hecho tan cerca de un vocal del poder judicial, solo indica que, como en el cine, la realidad supera la ficción.
Caen Cascotes.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 9/05/13.
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