LA CALLE

Bajo a la calle mas tarde que estos últimos días y me recibe un sol contundente, en un cielo adornado por unas ligeras y lejanas nubes que parecen puestas ahí por un decorador. Siempre he afirmado que el sol sale para todos, en una llamada a la igualdad, pero en este momento observo que no es del todo así, pues la mitad de la calle permanece asoleada y la mitad en sombra.

Doy una vuelta a la plaza buscando el panel que informa de la hora y la temperatura. Son las 9:30 y la temperatura es de 20 grados centígrados. La fuente está parada y las personas con las que me cruzo al ir hacia el quiosco, parecen mas hermosas, mejor vestidas, iluminadas por este sol esplendente.

Saco un paquete de Lucky de la máquina, me detengo en el expositor, leo los titulares de El País, El Mundo, La Razón,  ABC, Levante, Provincias, pero la energía de la vida que circula por la calle, me aconseja abstenerme de su sucedáneo, la letra impresa, por lo que decido no comprar hoy ningún periódico, sobre todo porque mi mujer, mientras tomábamos el desayuno, me ha contado la noticia del día, que ha escuchado en la radio.

(...)
Al parecer el señor Aznar, se ha ofrecido en una entrevista para solucionar los problemas del país, con mano dura si hace falta. Es interesante que cuando su partido está en lo mas hondo de su caída en la apreciación ciudadana, con multitud de casos de corrupción que afectan a sus dirigentes, cuando el mismo sale a la palestra de la crítica porque en la boda de su hija se le hicieron regalos por parte de los señores que luego serían conocidos como la trama Correa, en un suceso muy semejante al del presidente gallego, que tuvo amistades peligrosas con un narcotraficante antes de que fuera calificado así, oficialmente, aunque todos en Galicia sabían que lo era.

Del mismo modo que todos en Galicia sabían que aquel señor era narco, todos en el PP debían saber quien era Correa. Es curioso que cuando su partido está acorralado por la realidad, el Sr. Aznar, agobiado el mismo por las informaciones que afectan a su persona se ofrezca como salvador de la fracasada política neo conservadora, dando chillidos como un verraco como acostumbra, cuando es Faes, la fundación desde la que el trata de dirigir la política de su partido, desde donde se ha aconsejado, precisamente, esa política ahora fracasada. 

A mi, el Sr, Aznar, mientras no vuelva a dirigir España, cosa que lamentaría profundamente, me la trae fláccida y pendulona, por decirlo en el estilo zafio y arcaico que me caracteriza.

No le dedicaré ni una palabra mas, pues sería traicionar la vida, que hoy se manifiesta de un modo brillante a través de sus mejores galas, estimula la energía, la vitalidad de las gentes que transitan por la calle, de los canes que van sujetos de la cadena que portan sus dueños, de la variada fauna voladora que puebla el barrio, hoy mas visible, que dejará sus deposiciones en los techos y cristales de los coches aparcados, que no se mueven de su estacionamiento porque su dueños no trabajan, pero esta mañana estarán en la piscina poniéndose en forma para cuando les llamen del Inem, excepto los que ya no perciben subsidio alguno, que no serán llamados, por lo menos en Madrid, porque sus empleos no supondrán un ahorro para las arcas del Estado. 

Por un momento, tengo la tentación de dedicar la mañana a un paseo por la huerta residual que todavía subsiste no lejos de la arquitectura vanguardista de Calatrava, abandonando mi costumbre, que es casi un vicio, del artículo diario en el blog.

He oído que los  niños de cuatro años  ya están enganchados al tablet, o como se llame, y son incapaces de prescindir, a edad tan temprana, de los estímulos de los artilugios electrónicos. 

Sospecho que algo parecido me sucede a mi, tal vez por eso, entre los atractivos callejeros, que hoy son muy evidentes, y la rutina de mi mesa de ordenador, a la que debo acceder procurando no pisar un montón de cacharros electrónicos que mi hijo, con quien comparto el gabinete desde hace un tiempo, ha dejado por el suelo en espera de presentar su instalación de escultura contemporánea en la sala La Llimera, el 7 y 8 de junio próximo, elijo la rutina.

No se donde poner esto, no es un artículo, no es un ensayo, no es una crónica. Lo pondré en artículos y ensayos, como siempre...total....

 En fin. La Calle.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 22/05/13.