domingo, 26 de mayo de 2013

CON LA ESTUFA ENCENDIDA

Acabo de regresar de la casa de la sierra, después de un fin de semana corto, con el pijama debajo de la camisa de explorador marcada con diminutas manchas de aceite que ha saltado al freír la panceta para estofar los garbanzos.

Hemos pasado el finde con la estufa encendida, porque hacía mucha rasca. No ha estado mal. Ayer comimos unas carrilladas al Pedro Ximénez que llevamos de casa. A mi me parecieron suculentas, pero Encarna se quejó de que les pongo demasiado vino.

Hoy, el estofado de garbanzos ha salido perfecto. He tenido mucho cuidado de no pasarme con el caldo. He cogido un ramito de tomillo del que crece al lado del pino, lo he envuelto en una gasa y con un par de ajos lo he salteado junto a la panceta en aceite muy caliente. Una vez dorada, he retirado la panceta. He troceado un chorizo y le he dado una vuelta en el mismo aceite, he añadido una pizca de pimentón, porque el chorizo ya está especiado, media pastilla de concentrado de caldo de carne, y una cucharadita de tomate frito.

A continuación, he añadido el contenido de un bote de garbanzos pre cocidos de medio kilo, previamente enjuagados, he vuelto a poner la panceta y he añadido agua sin llegar a cubrir del todo los garbanzos, y lo he tenido a fuego bajo en la sarten honda, unos treinta o cuarenta minutos. He apagado el fuego, lo he dejado reposar y luego lo he calentado para servirlo.

Hemos acompañado el guiso con un vino blanco gallego magnífico que compramos en Vidal a un precio excelente, y así, el lado gastronómico de la excursión puedo decir que ha sido satisfactorio.
(...)
La casa está en un sitio aislado, y Encarna gusta de traerse El País y dormir y despertar con la radio conectada. Le gusta estar al día, si. Yo no se si ustedes han tenido El País de los sábados en sus manos, alguna vez. Entre la Revista de Verano (muy bien, Boris), el ladrillo de Babelia, y todo lo demás, no hay quien se lo acabe, en solo dos días.

Al final lo terminas quemando, sin acabar de leer, en la chimenea, en una especie de ritual inquisitorial, como el que llevan a cabo con cada una de sus declaraciones Reig Plá y Rouco Varela, bien contra los homosexuales, bien contra la libertad de las mujeres, o contra el pobre Satán, que hasta han nombrado ocho exorcistas, con lo bien que nos vendría echarnos a los maltrechos cuerpos, averiados por año y medio de gobierno de los amigos de Rouco y Reig, un poco de satanismo light.

Porque a ver, que levante la mano quien no se sienta perjudicado por ese gobierno elegido por una panda de imbéciles crédulos que pensaron que con el gallego nos iría mejor que con Zapatero, que mira que lo hizo mal. 

Ahora sale el otro gallego, el amigo del narco, y hace unos discursos que te cagas, que todo lo han hecho bien y estamos a punto de ver la luz, como Santa Teresa, que el viernes me enteré que veía lucecitas porque las obleas del convento donde estaba, que se gastaban poco, criaban unos hongos al no gastarlas que producían un efecto semejante a la mescalina, que lo dijo Aldous Huxley en un libro suyo, no lo digo yo. 

Pero no quería yo hablar de esos dos tipos abominables, Reig y Rouco, jerarquías que están echando a perder el crédito de la iglesia de base, sino del Presidente de la República Solar, mal llamado astro rey, a quien se le ocurre poner un título monárquico a un generador atómico, porque dice Encarna, que está al día de todo, que la causa de que la temperatura en la casa, tan cerca de Junio, no alcance los quince grados, y haya que encender la estufa para crear un ambiente mas confortable, se debe a que las tormentas solares están menos activas de lo que se pensaba, que el Sol está en un ciclo de enfriamiento. 

Pero no quedamos hace poco, según decía la prensa, citando a unos científicos rusos, que la actividad solar iba a aumentar, que la intensidad y el número de esas tormentas generaría un aumento de no se cuantos grados en las temperaturas del planeta. Ahora va y se enfría. Toma ya. 

Igual la culpa la tenemos los que no hemos votado a Rajoy, por republicanos, por creer que el sol es una forma republicana, en lugar de monárquica, y ahora ese motor de la vida va hacia el estancamiento, como la ideología de los monárquicos, de los partidarios de Rouco y Reig, y de los votantes de Rajoy, y la consecuencia inmediata de todo eso es que cuando vamos a pasar el finde a la casa de la sierra, hay que encender la estufa, no te jode. 

En fin. Con la estufa encendida. 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 26/05/13.

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