lunes, 29 de diciembre de 2008

APOCALÍPSIS

Hay un nuevo Apocalípsis que amenaza el tránsito del horrible 2.008 al previsiblemente peor 2.009, pero no está en relación con el que ha señalado Rouco en la plaza de Colón madrileña: Degollina de inocentes, familias amenazadas y perversión de las costumbres. No me cansaré de repetir que el aborto, el divorcio y la opción homosexual no son obligatorios. Son derechos, a los que se pueden acoger voluntariamente determinadas minorías, sin que el ejercicio de esos derechos suponga una amenaza, menos aún una agresión, a quienes, por razones de conciencia, dicen no compartir esas opciones.

Otra cosa es que las administraciones deban hacer un mayor esfuerzo en la divulgación y aplicación de políticas preventivas que reduzcan la necesidad de intervenciones que, por su carácter traumático, son dolorosas para la mujer que las sufre, pero, en todo caso, es ella, la mujer, la que debe tener la última palabra, porque ella es la sufriente y nadie puede decidir por ella misma, exceptuados los casos de menores que, por falta de madurez, requieran una asistencia en su proceso de decisión.

Rouco, jerarca representante del mas rancio nacional catolicismo, que llevó cuarenta años al dictador bajo palio y todavía se aferra a los privilegios heredados del franquismo, no engaña a nadie con sus palabras piadosas, pues la jerarquía católica en España ha sido, históricamente, corresponsable, y aún no ha pedido perdón, del mayor baño de sangre inocente infringido por régimen alguno a los vencidos, cuando ya eran cautivos y estaban desarmados, exceptuado el nazismo, y las matanzas de Stalin.

No hay que confundir a Rouco, con su grey, lo mismo que no se pueden imputar al pueblo americano los excesos de Bush. La concepción laica de la vida no es menos respetable que la religiosa, y una razonable convivencia de ambos grupos se debe basar en el respeto mutuo.

No es de recibo que las jerarquías católicas saquen a sus huestes a la calle con el pretexto de que se sienten amenazadas por el simple ejercicio de los derechos de unas minorías que no comparten sus creencias, mientras siguen poniendo el cazo para que los financiemos entre todos, como en los buenos/malos tiempos del dictador, al que cubrían de forma piadosa para que no se mojara con la lluvia.

Lamentablemente, hay un Apocalípsis, aunque no es el que ha señalado Rouco en la plaza de Colón. Queda un poco mas hacia el medio oriente. En estos días, supuestamente dedicados a la paz y al amor fraterno, la extrema derecha religiosa que gobierna Israel, aprovechando el vacío de poder temporal en Estados Unidos, ha lanzado todo su poder militar ofensivo sobre Gaza, en respuesta a las agresiones con cohetes de Hamás. La razón de la existencia de Hamás y de sus primitivos cohetes no es otra que el flagrante incumplimiento de las sucesivas resoluciones de la ONU que han condenado a Israel a abandonar los territorios ocupados, sin que la comunidad internacional –Estados Unidos-- haya presionado para que se cumplan.

La desigualdad entre el precario poder de fuego de Hamás y el poder militar israelí, --sus blindados se están apostando para iniciar la invasión de Gaza , sus bombarderos han causado ya mas de dos centenares de muertos, y hoy las cifras de heridos se acercan al millar y medio-- augura una verdadera matanza de inocentes, no en sentido metafórico, sino carnalmente real.

Escuché por la radio el testimonio de un médico palestino sobre los efectos del bombardeo, las víctimas civiles a las que había afectado, una verdadera degollina de inocentes, y su enfado al imputar a la Unión Europea, a Estados Unidos, a los países con capacidad de influir en Israel, la falta de voluntad para resolver un conflicto que cumple ya mas de medio siglo.

Lo mas inquietante de esas declaraciones fue el reconocimiento de que Hamás ha anunciado que va a volver a recurrir a los atentados suicidas en suelo israelí, y el efecto en cascada que puede inducir ese nuevo ataque israelí en la seguridad mundial.

De lo que ya no tienen dudas los palestinos, entre ellos sus fuerzas mas extremistas, es de que Israel actúa con total impunidad, ante la pasividad de los gobiernos occidentales. Ese convencimiento, puede traer consecuencias, que serán mas o menos apocalípticas en la medida en que, quienes pueden hacerlo, paren o no la máquina de matar israelí. Todo ha comenzado en el día de los santos inocentes. Esto si que es una degollina, no lo de Rouco.


LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 29-12-08.

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