miércoles, 10 de diciembre de 2008

LA ACTUALIDAD DEL DIA (3)

He bajado al Maravillas y, como tenía que recoger el coche en el taller, solo he dado un vistazo rápido al periódico local, y he tomado unas notas apresuradas en una servilleta de papel. Ahora estoy tratando de descifrarlas y no entiendo nada, pero nada. En fin.

*EL ASCENSO

“Cañizares es un señor bajito, y como casi todos los bajitos que conozco, en persona, o a través de su notoriedad pública, tiene una energía fuera de lo común. Cuando estas personas aplican esa energía a hacer méritos en su profesión, invariablemente acaban consiguiendo el ascenso que buscaban. Si hubieran nacido con unos pocos centímetros mas, los bajitos no nos darían la tabarra con todas sus hazañas que solo tratan de compensar la escasez de su estatura física.

En este caso, este Cañizares del que hablo, no solo ha conseguido que lo nombren cardenal, sino que ahora, al parecer, ha alcanzado la condición de ministro del Vaticano, como premio a la tabarra que nos ha dado desde la conferencia episcopal, y en las manifestaciones callejeras que promovió, en contra de todo lo que considera un ataque del gobierno socialista a los valores de su iglesia, también, en contra de leyes civiles aprobadas en el parlamento español.

Si este señor hubiera alcanzado medio metro mas de altura, seguramente no habría sufrido la compulsión de obtener otros logros que compensaran su singularidad, y se habría quedado en su parroquia, que es el lugar natural donde cumplen sus funciones los ministros de la iglesia.”

He conocido a gente bajita, muy maja, por cierto, que sabe que la estatura no es un defecto ni una virtud, sino un azar genético, como ser rubio o moreno, y que, desde ese conocimiento, han cultivado un especial sentido del humor, para reírse de si mismos, si es el caso. Pero también a otros, con muy mala leche, que se han sentido perjudicados en esa lotería y dedican su vida a hacérnoslo pagar a los demás.

En realidad, no conozco personalmente a Cañizares, así que no se a que grupo pertenece, pero a juzgar por sus actuaciones públicas, diría que está mas cerca del segundo grupo que del primero.
Como solo es una opinión personal, poco fundada, si alguien le ha tratado de un modo intimo, puede dejar su opinión en el Blog, mediante su comentario. Así saldré de dudas. Gracias.

*L´HIMNE

No he prestado la menor atención al asunto ese del himno “regional” interpretado por Plácido Domingo en presencia de las máximas autoridades institucionales de Heliópolis –mis preferencias musicales no van por ahí-- hasta que he visto unas declaraciones de la familia Thous, en las que se desmarcan de la utilización partidista de esa pieza musical y literaria, ejemplo del patriotismo sucursalista que nos gastamos por aquí. Ya saben aquello de “Para ofrendar nuevas glorias a España..” que recuerda un poco a los Reyes Magos ofrendando incienso y mirra en el altar de la administración centralista.

La expresión sucursalista no es gratuíta, pues así es como calificaban los profesores no numerarios de historia económica a la burguesía local, cuando yo anduve por sus aulas. Se referían con ese término a la subordinación de nuestra supuesta personalidad histórica, a cambio de obtener prebendas de los gobiernos de turno en Madrid –no el de ahora, claro. No es un tópico. Hasta los años setenta, por lo menos, era una práctica habitual entre los exportadores de aquí dirigir cartas de felicitación a los nuevos ministros de comercio, felicitándolos por su nombramiento, y pidiéndoles ser recibidos para solicitar prebendas.

Pero el sucursalismo, ahora mismo, no es un rasgo propio y único de nuestro himno ni de nuestros comerciantes de siempre con ínfulas de empresarios, sino que ha pasado a ser una condición universal.

Buena parte de los males económicos y financieros que nos afligen ahora tienen que ver, en cierta medida, con nuestro carácter de sucursal de un imperio globalizado que no se sabe muy bien donde tiene su sede, porque, aunque los países y los gobiernos poderosos son perfectamente reconocibles, las transacciones oscuras que se han realizado bajo su sombra en la última década, tienen el carácter esotérico, mágico y desconocido, de un mundo ajeno al que solo pertenecemos como una prolongación ínfima, sin ninguna capacidad de decisión.

En conclusión, con independencia de que algunos se lo quieran apropiar de un modo partidista, el carácter sucursalista de la letra de nuestro himno regional está mas vigente que nunca, y solo precisaría de un ajuste, sustituir el nombre de España por el de esos poderes esotéricos, pero, ¿quien lo sabe?.


LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 10-12-08.

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