miércoles, 24 de diciembre de 2008

LA CAJA DE PANDORA

Finaliza 2.008 y la Sindicatura de Cuentas ha abierto la caja de Pandora de los misterios presupuestarios del Consell en Heliópolis, que han permanecido en una relativa opacidad hasta la visita ritual de los auditores encargados de enjuiciarlos. Los datos que han trascendido de esa actuación se centran en la deuda, el déficit, los procedimientos de contratación y la situación financiera de las sociedades públicas.

He leído en alguna parte que, sumando la deuda a largo plazo y la proyección hacia el fufuro de otras obligaciones contractuales, el recurso al “ya te pagaré” alcanza los 25.000 millones de Euros. No parece congruente, en la situación actual, hacer objeto de crítica esa política, cuando todos los mandatarios están inyectando cantidades fabulosas en las economías de los países occidentales, por medio de la deuda, el déficit o la máquina de hacer billetes.

En esto, nuestros flamantes políticos populares se muestran como unos precursores pues, mucho antes de que los demás cayeran en la cuenta de la utilidad de esos instrumentos financieros, ellos ya los utilizaban con profusión, con lo que ahora se ha confirmado lo que siempre afirmaron, que somos una comunidad pionera en el mundo mundial. Lo malo es que aquí lo venimos haciendo desde hace tanto tiempo que, ahora, cuando es verdaderamente necesaria, la capacidad de endeudamiento está agotada.

Otra cosa es como han empleado esos recursos, para qué, y con quien han efectuado las contrataciones para gastarse esos dineros que no tenemos. En lo que a contratación se refiere, mas de un tercio de las obligaciones contractuales del año se han efectuado a dedo, lo que evoca no ya el ejercicio de un poder político representativo y delegado por los ciudadanos, sino el poder omnímodo representado en los frescos de la Capilla Sixtina, en los que un soplo divino concede sus favores con su dedo poderoso a una simple criatura terrenal, condición humilde equiparable a la de los contratistas favorecidos por nuestra administración autonómica, por medio de actos mercantiles inspirados por la omnipotencia, en lugar de por la ley de contratos del estado, como es obligado.

Luego están las Sociedades Públicas en estado de quiebra técnica. Son sociedades de inversión, dicen, que no tienen ingresos propios. ¿Sociedades de inversión? . Ya estamos otra vez, ¿Sociedades
intermedias? ¿Interpuestas?, ¿Sociedades instrumentales para disimular la deuda? --La oposición de aquí usa el término centrifugar, que feo, suena a máquina de lavar.

Veamos. Ciegsa, construcción de colegios, Cacsa, C. Artes y Ciencias, Sociedad de Proyectos Temáticos, algunos tan catastróficos como la Ciudad de la Luz, ahora hundida en las sombras.de la inviabilidad. Ciegsa, un ente con vocación educativa, no solo se dedica a construir colegios, sino que un renglón importante de su actividad consiste en instalar barracones para acoger las aulas, provisionales, que deberían ubicarse en los centros que no se han hecho.

Es tal el peso de los barracones en el sistema educativo de Heliópolis, que Ciegsa parece en realidad una ONG, o una prolongación en el tiempo del Plan Marshall, aquella iniciativa que sirvió, entre otras cosas, recién terminada la segunda guerra mundial, para acoger en barracas a la población vencida alemana. La propia Consellería de Educación lo confirma al referirse a puestos escolares nuevos, en lugar de a colegios, de ese modo, mezclando las churras de los barracones, con las merinas de los centros terminados, se atribuye el record de cantidad en su oferta de aulas, sin precisar cual es la calidad de esas aulas.

Zaplana, ahora en Teléfonica, --¿que será capaz de hacer allí, si no lo paran? fué el rey de los lobbys de los hoteleros, el creador de los Proyectos Temáticos en Heliópolis. Desde su trampolín de la alcaldía de Benidorm consiguió acceder a la presidencia del Consell y tiene el mérito de haber favorecido, directamente, la creación de un sector hotelero potente en la ciudad de Heliópolis, apenas en fase incipiente a su llegada.

Todos los proyectos puestos en marcha desde entonces, los edificios de Calatrava, --un proyecto socialista-- Terra Mítica, y los que se han lanzado después, son inversiones públicas que han tenido benéficos efectos en los bolsillos privados, y generado enormes plus valías inmobiliarias, salvo los que han terminado en fiasco y solo han vacíado las arcas públicas, como el de la Ciudad de la Luz, entre otros, al que se refiere el informe de la Sindicatura sobre las cuentas públicas.

Es lo que pasa en este país, un proyecto público resulta ruinoso, y se mantiene en manos públicas para que, como es lógico, paguemos entre todos esas pérdidas. Si se trata de una iniciativa exitosa, de una empresa pública rentable, suele pasar a manos privadas porque, aunque sería lógico que sus dividendos se repartieran entre los mismos que contribuyen a financiar pérdidas, hay otra lógica, la del mercado, y quienes habitan en él tienen claro que están ahí para recoger beneficios. Las pérdidas que las paguen otros.

¿Para cuándo los hoteleros y los constructores de Heliópolis dedicarán una estatua en bronce a Eduardo Zaplana? Ahora que andan quitando otras, sería un buen momento para reconocer al murciano públicamente los servicios prestados. La trayectoria de Camps solo ha sido la de dar continuidad a una senda previamente trazada, en la dirección de convertir la construcción y los servicios en el eje de nuestra economía. Un eje construido con un metal que da muestras de una fatiga estructural extrema, sin que nadie se haya ocupado de preparar piezas de recambio. Actitud que, por cierto, no ha sido exclusiva de aquí.

La caja de Pandora que han abierto ahora los auditores de la sindicatura, vestidos de papá Noel, nos muestra toda la ropa sucia de la política presupuestaria del gobierno del partido popular en el último decenio. Lanzada por Zaplana y continuada por Camps, sus resultados están ahora a la vista de todos. Chanchullos en la contratación. Una deuda pública que es la mayor del país, en términos de porcentaje del producto nacional bruto, algunas empresas públicas arruinadas. Una economía basada en dos sectores que ahora hacen agua como una nave averíada.

Todo un catálogo de méritos que deberían ser premiados en las próximas elecciones autonómicas, a menos que se consideren un rito tradicional. Los mismos regalos que, cada Navidad, afloran al conocimiento público cuando papá Noel los saca de la caja.


LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 24-12-08.

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