domingo, 28 de diciembre de 2008

EL PUNTO DE VISTA

Una amiga argentina, que reside hace mucho en España, me envía un E-mail para darme su punto de vista sobre la entrada de ayer, “Invierno”.

“Hola. Feliz 2.009, viejo. He leído tu entrada de ayer. ¿No tomaste las pastillas? Se que tienes la brújula algo averiada, pero no me acostumbro a que hagas un canto vitalista del invierno, a lo Walt Whitman, y en primavera te pongas melancólico. Tu siempre vas a la contra, ché. En cuanto a eso de la crisálida, seiscientas palabras, nada menos, lo podías haber reducido, ya que defendés la economía del lenguaje, a tres, “Soy un capullo”. Lo digo cariñosamente, viejo, no te me enfades.

El invierno, viejo, no es una categoría suficientemente universal para que tu mensaje llegue a todo el mundo. Para empezar, mientras la mitad del mundo pasa frío, la otra mitad está disfrutando del verano. Como Internet es un medio universal, no se que sentido tiene para los usuarios del hemisferio sur que les hables de palomas y tórtolas guarecidas del frio en las ramas de los abetos, por no hablar de la cursilería de esa imagen.

Pero, ya metidos en el mundo del frío, me parece una frivolidad que hagas una apología del invierno, cuando a algunos de tus paisanos se los ha llevado un golpe de mar en algún rompeolas, y otros se han asfixiado sin remedio por culpa de la mala combustión de los precarios aparatos que usan para combatirlo. El invierno es una pendejada, che, por mucho que a ti, un arrebato nocturno de sensibilidad poética –lo escribiste de noche, ¿verdad, viejo?, se nota-- inducido por el calor del radiador de tu gabinete, te haya inspirado nada menos que la negación del lenguaje. Una página entera para animar a prescindir del lenguaje, ¿No te parece una contradicción, ché?

No quiero ensañarme contigo, no son fechas para eso, ché, por eso te digo que esa frase tuya, “Mi cerebro se abre al invierno como una crisálida y las palabras vuelan sueltas, ajenas a cualquier gregarismo se posan sobre las aves que no saben sus nombres” ha tocado mi sensibilidad, viejo, aunque me habría gustado saber lo que hay dentro de la crisálida, además de palabras, porque, conociéndote, después de leer lo de “el tacto de la piel de una mujer” ya me lo imagino.

Los tíos siempre estais pensando en lo mismo. Aparte del sexo, casi no queda espacio en vuestro cerebro para nada mas. Pensás con la polla, ché. Acordate aquella vez, cuando viniste a Madrid, intentando meterme mano en la cafetería mientras el camarero servía los cafés con leche. Crisálidas. Muy bonito, si, pero no podéis controlar ese instinto depredador que llevais dentro.

Bueno, tengo que ir terminando. He de asistir a uno de esos incontables saraos de empresa que se celebran en estas fechas. Mi marido está a punto de venir a recogerme. Hoy ha dejado a la guarra de su novia, porque tiene que exhibirme ante sus jefes. A ver cuando vienes a Madrid y tomamos una copa juntos. Me gusta tu extravagancia. Eres un tipo algo rarito, pero no te pareces a ninguno de esos tipos hechos en serie, con ropa de marca y ambiciones clónicas que tanto me aburren.

Espero que no te haya enfadado la sinceridad, algo brutal, de mis comentarios sobre tu último trabajo del Blog. Ya sabes que yo soy así, clara y transparente, sin doblez. Te vuelvo a desear que 2.009 sea un buen año. Ya veo que 2.008 lo ha sido. Setenta entradas mas que el año anterior. Tu productividad aumenta. Solo falta que cuides mas la calidad. Sin rencor, ché”.

LOHENGRIN. (CIBERLOHENGRIN.COM) 28-12-08.

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